jueves, 8 de octubre de 2009

Portrait of America (Part IV)


Existe, y en él se basaron para tan popular serie. Por supuesto nos tomamos una copa, hasta que decidimos ver el duelo entre los New York Yankees y los Boston Red Sox y no había mesa para cenar. Encontrareis el original y su réplica en Boston.


Sólo ver dicha estampa, estresa. This is NY! Y como podéis ver, el taxi se usa mucho más que el vehículo propio.


Explicaciones me han dado varias, pero queda claro que el humo que sale de las alcantarillas no lo inventaron en Hollywood.


El estadio de los Red Sox, equipo de Jack en Lost. Dedicada a Corruptor, Marguis, Videodromo y el resto de fans de Locke la serie.


En Filadelfia nos acabaron reclutando para luchar por la independencia de la nación. Y nosotros lucimos orgullosos la bandera.


Los que no simpatizan con Obama van sobrados de originalidad.


Cosas de poder ponerte la matrícula que gustes...


El majestuoso puente de Brooklyn. Lo habéis visto en muchos films, como por ejemplo en Cloverfield.


La tienda Apple que haría las delicias de Altatt.

Las ambulancias con aspecto de furgón blindando que ya vimos conducir a Nicolas Cage en Al Límite.


Tal día como hoy... hace dos años...


Nacía LCM. No soy fan de mi ombligo así que no voy a extenderme como el año pasado con números, cifras ni nada... sólo decir que si llevo cerca de 1000 entradas y supero las 100000 visitas es gracias exclusivamente a vosotros, lectores. Mi más sincera gratitud por acompañarme en mi andadura digital, mis idas de olla, por llenar el blog de vida comentada y por contribuir al aprendizaje de este cinéfilo amateur. ¡Cuento con vosotros para la tercera temporada de LCM!


miércoles, 7 de octubre de 2009

Grandes Bandas Sonoras: Un hombre lobo americano en Londres


Volvemos a las canciones usados en bandas sonoras, esta vez con Van Morrison y el tema Moondance para la banda sonora del film de Landis, compuesta íntegramente con canciones sobre la luna. ¡Disfrutadla!


martes, 6 de octubre de 2009

La frase de la semana: El Proceso Paradine


"No me gusta que me interrumpan cuando estoy insultando."


lunes, 5 de octubre de 2009

La imagen de la semana


Los zombies reinan en la taquilla americana, y es que Zombieland se alza con el número 1 gracias a sus 25 millones de dólares recaudados. El film luce un 8,5 en IMDb y un 7,5 en Filmaffinity, cosa que eleva mis espectativas de cara al visionado en Sitges. Sí morgueros, aquí tendremos que esperar hasta el 25 de Diciembre (gran fecha para tan bonita temática), pero un servidor la verá el sábado. ¡Ya os contaré!

Fuente: BoxOfficeMojo

domingo, 4 de octubre de 2009

Grandes momentos del cine: La Cosa


Cuando los efectos especiales eran artesanía...


sábado, 3 de octubre de 2009

La recomendación del lector


Llegamos a la vigésima quinta recomendación del lector tras la pertinente reseña de Rocket Science, propuesta por Insanus. Con la tontería la sección ha cumplido ya un año donde he tenido oportunidad de ver films de toda índole y de comentaristas tan ilustres como diferentes, así que abrimos el segundo año de vida con una nueva recomendación por vuestra parte. ¡Lanzad vuestras tartas, morgueros!

Rocket Science: La nostalgia es una putilla mentirosa


No lo digo yo, lo dice el amigo Insanus, aunque yo lo suscriba. Los sueños miran al futuro, y el presente es ese futuro donde no habitamos dicho sueño, sino que miramos atrás buscando un tiempo donde a la esperanza le sobraban oportunidades. Así vivimos el engaño de la superación y el éxito, del mañana triunfante que justifica un hoy marchito, de la melancolía convertida en nostalgia.

Del cine hemos aprendido que la voluntad es lo único que nos separa de cuanto deseamos, que si corremos lo suficiente tras el bus, bajará la chica de nuestros sueños para quedarse con nosotros, que si nos aplicamos intensamente conseguiremos ese ascenso o ese puesto en el equipo. Se nos enseña a hablar y a triunfar, pero no a callar o fracasar ya que la huérfana derrota sólo da lecciones a particulares.

El cine independiente parece haberse alzado como poética voz del fracaso, brindándonos personajes que como, ya en su día Charlot o Rick, derrotados aún son más grandes. El happy ending no está de moda porque no invita a la reflexión, mientras que el regusto amargo deja poso con su (a veces artificial) profundidad, aunque hayamos visto un bodrio. Ahí entra en juego la sinceridad de la apuesta, la humildad de lo que narra, sin caer en lo pretencioso (como Cashback) ni en lo absurdo (como Happy), sino dando a los personajes la dimensión humana que les toca en un mundo cansado de mártires.

Ese es el punto de partida de Rocket Science, el de un joven cuyos problemas de autoestima y contexto le provocan problemas de dicción, y pese a todo buscará impresionar a la chica de turno apuntándose al grupo de debate. Si el arma del joven Hal tartamudea es de esperar ese momento catártico en que su problema sea superado heroicamente al filo del abismo, pero la realidad es que dicha empresa está condenada desde el principio, y si en Little Mis Sunshine la recompensa era un helado, aquí es finalmente un trozo de pizza la que justifica dichos esfuerzos.

Si el triunfo conecta con nuestros anhelos, el fracaso lo hace con nuestra experiencia, reconociendo inmediatamente el patetismo del primer amor, aquel que el recuerdo embellece, porque si el presente siempre puede empeorar, el pasado es el inmaculado retrato de la feliz inocencia. Gran parte del mérito es para Reece Thompson, que encarna al protagonista con un rostro marcado por la inexperencia, por la inseguridad y el anonimato, y que sin embargo se ilumina al descubrir el amor con una convicción pasmosa, cual Leónidas enfilando la muerte al grito de "This is, this... I, this... this... Sp... this... this is... Sparta!!!". Mala suerte para el espertano que no hubiera pizzerías en las Termópilas.

El resto del reparto se compone de los habituales freaks y adultos problemáticos que aportan el contrapunto cómico necesario para ese tono amable habitual de esta clase de films, que asume el patetismo de sus personajes, mientras que la réplica a nuestro protagonista lo da Anna Kendrick en el papel de talentosa líder del grupo de debate con una lengua mucho más experta que la de Hal, siendo habituales los diálogos donde el poderío verbal de esta abruma a nuestro protagonista. Aunque en la vida no todo son argumentos...

No hay que buscar más en Rocket Science porque en ningún momento pretende ir más allá, ni reflejar el fracaso de los sueños de juventud, ni cantar al primer amor ni componer versos sobre grandeza del perdedor. No se juega la baza de falsear una amplitud que le va grande a la historia, sino que se juega con la experiencia de la gran mayoría de personas que ven el film, escarbando más que esculpiendo. Simplemente nos relata la sencilla historia del chico al que la lucha por una chica le llevó a ganar su batalla en las colas para la comida, escaso premio en un arte que no enseña que un campo de concentración puede ser divertido o un retrasado el héroe de América.

Y es que la esperanza es una senda de pisadas en la arena que desaparece tras la marea.

viernes, 2 de octubre de 2009

La recomendación de la semana: Zelig


Woody Allen con una crisis de personalidad de las serias. El falso documental que inmortalizó a Leonard Zelig como el auténtico hombre camaleón.


jueves, 1 de octubre de 2009

Chacun son mérite: Guión


Seguimos el repaso a las diferentes disciplinas del cine de la mano de Mónica Jordan. Si ya hablamos de interpretación y montaje, ahora es el turno del guión, uno de los elementos más confusos junto a la dirección. No vamos a entrar (como no hicimos con el montaje) en una clase teórica sobre tipos de guión ni el proceso que lo convierte en un film, sino que nos ceñiremos al concepto que más o menos todos tenemos de guión, el guión literario, más centrado en el fondo que en la forma.


El guión es uno de los elementos más antiguos del cine, ya que pronto se consideró al cinematógrafo como un medio para narrar historias. Tanto es así que la primera película con historia data de 1895 y no es otra que El Jardinero Regado, de los hermanos Lumière, aunque se entiende que no existiera un guión como conocemos hoy día. De ahí nace la idea general de guión, cuando aún no existía un lenguaje cinematográfico a expresar en un guión técnico, un tipo de guiño más cercano a la literatura (de ahí el nombre) que al cine. Intentaremos que con los ejemplos quede algo más claro en qué punto entra el auténtico valor del guión dentro de una escena.

Esta conocida escena es un claro ejemplo de trabajo de guión, ya que todo son diálogos. La escena es una sola toma con un travelling para acabar entrando en plano el personaje de Matt Damon y rematarlo con planos contraplanos para mostrar la reacción de Will Hunting. Pero es el monólogo de Robin Williams el que sostiene y da sentido a la escena, desarmando a su interlocutor y retratándolos a ambos. Ejemplos como este hay muchos, aunque no hay que confundir guión con diálogo ya que el primero engloba lo segundo.



Pero no todo es diálogo en el guión cinematográfico. Existen varios tipos de guiones, aunque normalmente entendamos como guión (o guion, que la RAE se ha ocupado de que el acento no sea necesario) la parte literaria relacionada con los diálogos. Aun así, en muchas ocasiones el guionista se ocupa también de la estructura de la película, de los personajes y de un sinfín de temas que luego van a servir de base para los diferentes profesionales que tomarán su creación como punto de partida. En la siguiente escena de la serie The Wire, el diálogo se reduce a una palabra y sus derivados, pero eso no impide que los casi cinco minutos que dura esta escena sea totalmente entendible. El trabajo de dirección e interpretación permite que sin estar acompañada de líneas de conversación, esta secuencia se sostenga narrativamente. Pero, ¿por qué escoger este fragmento para remarcar el trabajo del guionista? Simple y llanamente para demostrar que los actos de los personajes, las decisiones tomadas por el director, el director de fotografía y el resto de equipo con mucha frecuencia se basan en las directrices invisibles del guionista que aporta contenido incluso más allá de los diálogos.



Este otro ejemplo es algo más confuso debido a la dificultad de saber exactamente qué forma parte del guión y qué no. Aunque en este caso tras cámara y máquina de escribir tenemos a Billy Wilder, hecho que ayuda a la uniformidad del mensaje y a equilibrar mejor el peso entre guión y dirección. En este caso vemos cómo la narración nos sitúa rápidamente en la vida del protagonista, su ameno trabajo, su soltería y el reflejo de la anónima multitud. Todo ello se refuerza a base de imágenes que ilustran lo que el protagonista nos está narrando, sin ampliar el significado de sus palabras pese a la fuerza y certeza de las imágenes.



Woody Allen es uno de los grandes cineastas guionistas de la era contemporánea del cine. Sus réplicas y discursos han dado lugar a grandes guiones pero una de las secuencias más interesantes por su dualidad es esta escena de Annie Hall en la que los dos personajes cuentan con dos focos de expresión. Además de contar con la línea de diálogo convencional (oral), poseen el acompañamiento de sus pensamientos a través de los subtítulos. Como en el caso de Billy Wilder, es complicado delimitar dónde empieza la tarea del Allen director y el Allen guionista, pero la resolución del segundo da lugar a que el primero pueda jugar con su guión. Sin duda, un gozo de resultado.



Y tras esta selección de guiones, nos despedimos hasta la próxima sesión. Las protagonistas serán las bandas sonoras, esa gran arma efectista del cine. A través de nuestra selección intentaremos indagar en sus méritos para sacar a colación el rol que juegan en muchas producciones. ¡Hasta entonces!