jueves, 3 de septiembre de 2009

Chacun son mérite: Interpretación


Queridos morgueros, me satisface enormemente presentaros el primero de una serie de artículos escritos a cuatro manos con Mónica Jordan, de Espejo Pintado. En dichos artículos haremos hincapié en la labor de los diferentes elementos humanos que participan en una escena, sin pretender dar una idea global del trabajo que llevan durante un rodaje, sino destacando su trabajo en un momento puntual de un film. Todos sabéis de sobras el mérito de cada uno de los roles en un rodaje, pero pretendemos destacar cómo vemos realmente el buen hacer de éstos en el producto final, de cara a entender quién es el responsable de que cierta escena se nos haya quedado indeleblemente en la retina, como ejercicio a todos los que amamos el cine como arte, más allá de las emociones que puede despertarnos.

Interpretación:

Los actores son uno de los vehículos más importantes que posee un film para transmitirnos su mensaje, y el que directamente conecta con el espectador. La historia del cine está llena de portentosas interpretaciones, pero no pretendemos poneros aquí las mejores, sino aquellas que sirven para salvar una escena o que reflejan claramente lo que pedimos a un actor más allá de recitar de memoria un texto. Una gran interpretación hace creíble un personaje de ficción, a través de la palabra, de la mirada, de los gestos y de sus actos, usando cada uno de esos recursos cuando es estrictamente necesario en un film.

No se puede hablar de interpretación sin echar una mirada atrás, hacia los orígenes. A través del teatro llega al cine el slapstick, del que Charles Chaplin fue su mayor precursor durante los primeros años de vida del nuevo arte del siglo XX. En la escena que hemos seleccionado de Tiempos modernos, Charlot se ve abocado a interpretar de manera improvisada una canción para el disfrute de los presentes del restaurante en el que trabaja. El personaje de Chaplin no lleva nada preparado pero con su acostumbrada desfachatez se lanza al ruedo y nos muestra cómo a través de los gestos, la modulación de la voz y las expresiones faciales, un actor es capaz de hacerse entender sin necesidad de palabras. Obviamente la película no es muda, pero el idioma en el que canta Charlot es ininteligible porque, simplemente, no es un idioma. Chaplin confía en su capacidad de interpretación a lo largo de toda la película y sólo usa el sonido a modo irónico. Y realmente, no cabe duda de que con su control sobre el cuerpo y su forma de expresar físicamente, queda todo bien clarito.



Este ejemplo se sirve no sólo de la portentosa interpretación de F. Murray Abraham, sino de la música, montaje y guión, para funcionar. Pese a eso y al maquillaje, el actor es capaz de transmitir perfectamente el mensaje de la escena. Su discurso le eleva a imagen de la envidia, su mirada vuela de la inocencia al odio en una interpretación perfectamente equilibrada que no sólo retrata unos hechos, sino al propio narrador y su mediocridad.

La labor de Abraham encaja perfectamente con el tono posterior del film, pero dentro de la misma escena consigue que entendamos porqué "mató" a Mozart, no por el ejemplo (mérito del guión), sino por su manera de narrarlo y la serie de gestos que le denotan primero orgulloso y después severamente ofendido, para finalmente mezclar satisfacción e ira. Y es que esa mirada le basta para expresar claramente su rol en el film de Forman.



Inicio de la película: un hombre y una mujer están sentados en una mesa en el bar de una estación de tren. Se les une una tercera persona que les da cháchara. No sabemos nada de ellos, ni de los unos ni de la otra, pero se nota en el ambiente cierta incomodidad. ¿Qué ocurre? Sólo al final de esta masterpiece que es Breve encuentro entendemos el quid de la cuestión, pero las interpretaciones de los actores en esta escena hacen evidente que, pese a que nada se diga, algo sucede. Las miradas nerviosas de Trevor Howard y la sonrisa incómoda y forzada de Celia Johnson describen con exactitud la inestabilidad que les causa la presencia de la tercera en discordia y, aunque no sepamos el por qué del asunto, se nos deja claro que entre ellos dos hay algo que queda sin ser dicho. La tristeza, la melancolía y el deseo frustrado se sienten en la escena gracias a sus portentosas actuaciones: comedidas, controladas y emocionantes. Simple y llanamente, una de las mejores películas de la historia del cine en la que se nos brindan dos de las mejores interpretaciones de mano de uno de los directores más potentes de la era clásica: David Lean.



Con esta escena no queremos resaltar exactamente lo que hemos visto anteriormente, sino otro de los factores que ayuda a hacer creíble una interpretación. Un papel tiene credibilidad no sólo en tanto que un actor nos hace creíbles sus emociones, sino todo el rol que desempeña, y en no pocas ocasiones vemos dobles para escenas de acción que nos hacen desconectar del film. Otro caso muy común se da cuando el actor toca un instrumento que realmente no sabe tocar, mostrando al espectador que realmente está interpretando (normalmente, en exceso) un personaje que sí sabe tocar ese instrumento.

Para ilustrar lo que digo tendréis que iros a los 20 segundos del video, donde vemos las aparentes manos de Paul Newman manejando hábilmente las cartas, dejando claro que está preparado para la partida de póker que se avecina. Normalmente el plano se secciona, intercalando un plano del actor que da la réplica entre el plano de las manos y el de la cara del actor que maneja las cartas, pero Roy Hill aprovechó el dominio de Newman con las cartas para sorprender al espectador con un movimiento hacia arriba de la cámara mostrando que realmente es el actor quien realiza los juegos de cartas. Es un detalle sencillo que, nos impliquemos con Newman o con su personaje, le da credibilidad ante una partida de póker que debe ganar y apuntala su rol de timador con experiencia.



Y hasta aquí llega la primera entrega de la serie de artículos que sobre el mérito de cada una de las personas implicadas en el rodaje de un film vamos a traeros Mónica Jordan y un servidor. Con ello esperamos que vuestra mirada cinéfila sepa valorar los diferentes aspectos de un film en un arte tan seductor como complejo. Próxima disciplina: El montaje.

10 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Enhorabuena, habeis tenido una buenísima idea.
Espero que todo vaya muy bioen, pùes todos podemos aprender algo más del cine.
Un abrazo.

Dr. Quatermass dijo...

Oye, muy interesante, vaya currada! Lo de Newman y las cartas otro caso típico es el del tío que toca el piano, nunca se ve tocar en el mismo plano... salvo que sea Harpo Marx!

¿No vais a hablar del método Stanislavsky?


(es coña, no te sabría decir ni que es eso)

Redrum dijo...

Gracias Jose! Afortunado yo de tener semejante compañera de parrafadas! Espero que tanto vosotros como vosotros podáis aprender un poquito sobre la grandeza y complejidad del cine!

Gracia Doc! Aún quedan los posts más complejos e interesantes!!! ¿Escenas que SÓLO funcionen por el montaje de sonido o la dirección artística?

Estoy de acuerdo con usted, como he comentado en el texto. Caí en la cuenta viendo The Soloist en los USA, que Jamie Foxx interpretaba de lujo, pero a la hora de coger el instrumento era un espectáculo verlo... te desentiendes por completo del personaje.

Jajajaja! Del método que comenta, era una serie de ejercicios que se proponen al actor con tal de crearle emociones parecidas a las del personaje que debe interpretar ;)

1 saludo y gracias por comentar!

Anónimo dijo...

UNa cosa es uan conversación en la terraza del barrio de Gracia y otra verlo, una pasada, me ha encantado, y muy instructivo, espero que en el montaje no se os olvide el famoso Efecto Kuleshov. Me imagino que no.
Por cierto hacía un montón que no veía la escena de Charles Chaplin y muy buena, como funciona, y sobre todo no pierde ni un ápice de vigencia. Si señor.

Mister Lombreeze dijo...

Habéis hecho muy bien en elegir ejemplos de actores anglosajones, porque se llevan la palma, -con diferencia-, en esto del arte de la interpretación. Los actores son la base de muchas películas y se llega al paroxismo de algunos estrenos contemporáneos en los que se crea una megaporquería de película alrededor de p.e. Nicolo Kidman y la gente se la traga como si tal cosa. Pero recordemos el cine de algunos directores a los que les salen las películas igual de bien las interprete una estrella o un actorcillo de quinta fila. (Allen, Buñuel, Kubrick, Malick...). En estas filmografías el director tiene tanta personalidad que sus películas las podrían haber protagonizado cactus.
En mi opinión las grandes actuaciones son las del hollywood clásico liberado ya de la teatralidad de las cintas mudas y pre - actors studio que fue una vuelta un poco al espíritu del Teatro y que dio lugar a algunas memorables sobreactuaciones (Brando, Dean and others) con tanto método y tanta leche. Spencer Tracy, James Stewart, Kirk Douglas, Bette Davis.., qué fieras.
La escena de las cartas de Newman es genial. Otro aspecto que siempre me ha maravillado de las habilidades actorales que mencionais para dar credibilidad al personaje, es el de la maestría ecuestre de los grandes cowboys del Western, que hacían con sus caballos lo que les daba la gana con una naturalidad asombrosa.

Angel "Verbal" Kint dijo...

Interesante este inicio...aunque me ha faltado una referencia visual al histriónico...al actor sobreactuado (vale si, acabo de ver la noticia del remake de teniente corrupto y hablaban de que Nicolas vuelve a sobreactuar)...
Espero con ganas el tema del montaje...uno de los procesos más emocionantes del cine...El montaje más interesante que he visto en cine (repito en sala de cine) ha sido el de "JFK" de Oliver Stone...impresionante...aunque el de "Asesinos natos" no le iba a la zaga.
Felicidades a los dos...más a Mónica que es más guapa!

Redrum dijo...

Gracias, estimado Alfie!!! Es la baza de elegir escudarme en la sabiduría de Mónica :D

Tendremos a Kuleshov finalmente, aunque ha costado la unanimidad, y para un servidor, la Wikipedia.

Mr.Lombreeze, llegará el mérito de los directores, y en muchos casos, directores que ejercen su influencia en montaje, fotografía y demás.

Es el problema del cine como negocio, que la marca es el actor y mayormente se olvida que los actores son un elementos más. Eso sí, el crimen es que eso lo olviden los directores!

Ciertamente, si vemos a un doble a lomos del caballo, a tomar por culo el film! Igual que si no es Mifune quien blande la katana...

Jajajaja! Ángel, totalmente de acuerdo, Mónica es más guapa, y además sabe más de cine que yo, y mucho más de cine que tú ;)

Cage no entraba en los planes, pero Carrey sí, fíjate tú! Y a priori no entra Stone en temas de montaje, más que nada porque lo que nombras es a nivel global del film, y queremos hacer hincapié en escenas concretas donde sea obvia la labor del montador.

1 saludo y gracias por comentar!

M. Jordan dijo...

Gracias por la parte que me toca, que es más bien mínima aunque por aquí me estén llenando de méritos inmerecidos.

Confieso que personalmente no quería poner el efecto Kuleshov, Alfie. Pero en algo habrá que ceder..., para que luego no digan...

Ángel, creo que parte del histrionismo queda cubierto con Chaplin, al fin y al cabo la sobreinterpretación viene del teatro y de buena parte del cine mudo, no? De todas formas con cuatro ejemplos es dificil abarcarlo todo, es más bien una pequeña muestra.

Pues nada, seguiremos dando la lata con esto. Gracias redrum por contar conmigo :) aunque luego vayas diciendo por ahí que trabajar conmigo es complicado. :D

Mister Lombreeze dijo...

Mónica, imposible hablar del montaje sin el efecto Kuleshov...

Redrum dijo...

Mónica, hay un placer inherente en lo complicado que lleva a mejorar cualquier propósito.

Y los méritos son siempre merecidos ;)

Mr.Lombreeze, el problema es intentar no ser demasiado teóricos y caer en un análisis exhaustivo sobre los tipos de montaje. Pero creo que convencí a Mónica con un video muy ilustrativo sobre el efecto Kuleshov que no sirve de lujo (creo yo) para introducir los 4 ejemplos que tenemos preparados.

Tough work!

1 saludo y gracias por comentar!