domingo, 31 de enero de 2010

Grandes momentos del cine: Zombie Strippers


Muy bonita, sí señor.


sábado, 30 de enero de 2010

La recomendación del lector


Nos plantamos en la trigésimo cuarta edición de la sección tras la reseña correspondiente a Rusalochka. Cumplido con la insitencia de Altatt, toca ponerse con otro título que se os antoje. Vuestro turno, morgueros.


La Sirenita (Rusalochka): Didáctica muestra amateur


Hace poco escuchaba a Alex de la Iglesia quejarse sobre la tendencia de los directores a nombrar grandes títulos y cineastas al ser preguntados por sus influencias. Él sostiene que todo el cine nos influye, y que el aprendizaje por comparación es bidireccional, aprendiendo tanto de lo bueno tras visionar lo malo, como de lo malo tras visionar algo bueno. Y es que es muy habitual en nuestra vida cinéfila el encadenar grandes obras con films desastrosos, y pese a no ser capaces de definir unánimemente qué es el cine (menos aún si es bueno o malo), nos vemos capacitados muchas veces para afirmar la universal calidad de una cinta.


El film que nos trae hoy aquí, Rusalochka, es desastroso sin ningún género de dudas, mostrando esas ganas e ilusión hacia un proyecto que el talento no ha sabido darle un sello más profesional. Y es que por mucho que nos quejemos de la calidad media de los films que llegan a cartelera, no podemos negar que la gran mayoría cumple unos mínimos en cuanto a la manera en que están rodados, ya que es complicado que de entre todo el equipo técnico nadie tenga idea del aspecto final que un film debe tener, un mínimo conocimiento del lenguaje narrativo.

Este no es el caso de la versión rusa de La Sirenita, cuyo aspecto amateur se aleja de la intencionalidad de Pink Flamingos para ahondar en el "quiero, pero no sé cómo".
Y con ello, es uno de los films de los que más he aprendido en el último año, suponiendo un reto el reconocer escenas muy mal grabadas e identificar cuál es el fallo, comparando el hacer de su director con el de otros a cuyo trabajo no prestamos especialmente atención y por lo tanto no entendemos qué han hecho bien. Y es que el término amateur no tiene porqué ir ligado únicamente al presupuesto de un film, como en este caso, sino también al talento de todo un equipo técnico que contando con más medios que, por ejemplo, Amenábar en Tesis, presentan una serie de errores y sinsentidos tan ilustrativos como la obra de Dan Brown.

Sobre el guión no existe tanta problemática ya que se basa en el célebre cuento de Hans Christian Andersen. Pese a eso el film se llena de muchas escenas de transición y otras tantas de situación, alargadas y numerosísimas por el simple hecho de buscar la vistosidad dentro de la propuesta, donde la cámara no selecciona lo importante sino que intenta abarcar todo, sin acertar plenamente en los cambios de punto de vista. Un ejemplo de ello lo tenemos en la siguiente escena:



La escena empieza con un plano que nos sitúa en el torneo por el que dos pretendientes se disputarán la mano de la princesa, pero el zoom no nos acerca sino que nos aleja, para después mostrarnos de cerca al trompetista, rompiendo la lógica visual. Después en plano fijo tenemos a los aldeanos cuando comienza un travelling que se corta al poco de arrancar, cambiando a un plano fijo de un hombre ciego. De nuevo se rompe la lógica visual con una serie de tomas mal montadas que muestran las ganas del director por mostrar todo lo posible.
Lo mismo sucede con el ingenioso plano por debajo de las piernas del bufón bailarín, intentando encuadrar a los cómicos a los que acaba decapitando visualmente. El plano del escenario que le sucede cambia, de pronto, a uno de la princesa en un zoom que nos devuelve a la imagen del escenario que teníamos antes.

Usar zooms tan exagerados no es conveniente, aunque puestos a usarlo era mejor no cortar la escena sino ampliar la imagen de la princesa.
Después tenemos la supuesta conexión visual entre princesa y caballero, con el problema que al príncipe no se nos lo ha situado en la escena y que los dos primeros planos que de él se suceden tienen distintos fondos. Esa elección confunde la situación que del caballero podemos tener ya que la información la presuponemos. Algo parecido al plano en que la sirena se queda mirando al príncipe partir a la lucha, hacia su caballo, donde se nos pone en su punto de vista y sin cambiar el lugar al que mira se nos muestran varias escenas hacia las que supuestamente está mirando.

Ahora vayamos a una escena más sencilla, en la que el príncipe sabiéndose engañado busca calmar sus penas a la vera del mar.




Empieza de nuevo con un zoom que nos aleja del personaje a la vez que él mismo se aleja de la cámara. Más allá de que tenga sentido o sea imperiosa la búsqueda de ese encuadre, la escena no parece natural por el uso de dicho zoom. Una vez tenemos el personaje a lo lejos escuchamos las voces en su cabeza, pero la distancia marcada no ayuda a que la instrospección hacia el personaje funcione. El montaje en el siguiente corte ayuda aún menos ya que nos topamos con el personaje, de repente, en movimiento tras estar estático, y de paso volvemos a rematar con un zoom que lo aleja de cámara. Más allá de que sea correcto o incorrecto, es antinatural y carece de sentido.

Y para terminar os dejo con mi escena favorita del film, una de aquellas ideas que en la cabeza parece portentosa pero visto el resultado final no deja de ser mediocre, aunque gracioso.


El primer problema que salta a la vista es la variación en la situación temporal, ya que parece que saltemos entre el día y la noche, aunque el film sitúe ese momento al amanecer. Obviamente las imágenes submarinas condicionan el rodaje, aunque el resultado despista al espectador. De la misma manera que la idea de grabar el Rey Tritón tocando el violín bajo el mar tiene mérito como idea, el mismo que el del actor interpretando entre medusas, el resultado final no deja de ser mediocre y forzado.


En definitiva, Rusalochka no deja de ser un film muy amateur sacado adelante con muchas ilusión e ideas, pero con muy poco oficio. La historia no deja de ser sencilla y la forma con que la viste el director Vladimir Bychkov no la eleva ningún peldaño sino que más bien la rebaja en un excesivo y entusiasta intento por impresionar cuantitativamente al espectador, acabando por marearlo.


viernes, 29 de enero de 2010

La recomendacion de la semana: Napoleon Dynamite


La frikada que todo friki debería ver, y con una banda sonora de lujo.


jueves, 28 de enero de 2010

Resultados a la encuesta sobre Avatar


Ya tenemos los resultados de la encuesta sobre Avatar, cuya alta participación demuestra el éxito del film tanto en taquilla como entre los seguidores de LCM. De hecho ya es el film más taquillero de la historia, pero no el mejor valorado en las encuestas hechas a pie de esta calle. Los resultados son:


Obra Maestra: 11 votos
Excelente: 14 votos
Notable: 12 votos
Buena: 12 votos
Regular: 9 votos
Mala: 3 votos
Nefasta: 3 votos


Y todo esto hace un total que la acerca al notable, con una de las mayores participaciones en las encuestas de este blog. ¡Gracias a todos por votar!

miércoles, 27 de enero de 2010

Grandes Bandas Sonoras: Laura


Compuesta por David Raksin para el film de Preminger.



martes, 26 de enero de 2010

La frase de la semana: Algo en común


"Me gusta ser mediocre, duermo más tranquilo."


lunes, 25 de enero de 2010

La imagen de la semana


A una semana del estreno de Lost, os traigo cosas variadas para ir preparando su vuelta. La primera de ellas es un curioso video donde Lost cobra la forma de 24 para narrar el momento del impacto del Oceanic 815.



El segundo video que os traigo es la nueva promo creada por Cuatro, esta vez sometiendo al test de Rorschach a los protagonistas de la serie.




La tercera es el póster que la versión brasileña de AXN ha elaborado, donde podemos ver todos los eventos importantes acaecidos durante las cinco temporadas de la serie.


Y para acabar sin romper la tónica de hablar de Avatar, recordaros que si Lost arranca el martes que viene, día 2, también ese mismo día conoceremos los nominados al Oscar. Aunque todo pueda parece un paseo para Cameron, la Producers Guild of America ha premiado The Hurt Locker como mejor film del año. No está todo el pescao vendido...

domingo, 24 de enero de 2010

sábado, 23 de enero de 2010

La recomendación del lector


Pues ya tenemos trigésima tercera película de la sección en una semana en que me siento invadido por el espíritu de Plácido, el film de Berlanga. Y si en dicho film los habitantes de un pueblo daban la oportunidad a los mendigos de compartir mesa con ellos, los habitantes de esta calle nos vamos a cenar el film propuesto por el mendigo de LCM, Altatt. Así que esta semana pienso tragarme La Sirenita, de Vladimir Bychkov, film ruso de 1976 sobre tan popular mito. Cuenta con 66 votos en IMDb y una media de 7,9 (eso indica cuántos conocidos tiene el director), mientras que en Filmaffinity no tiene aún nota. ¡Gracias a todos por vuestras recomendaciones!


viernes, 22 de enero de 2010

La recomendacion de la semana: Rashomon


De 1950 y que supuso el primer Oscar para su director Akira Kurosawa.


A las nueve cada noche: En el ojo del huracán


Todo empieza con una mano en busca de luz y encontrando esa que dicen que hay al final del túnel. La estricta, religiosa y finalmente enferma dueña de la casa abandona a su suerte a la manada, sumidos en la oscuridad más absoluta y aferrados a las enseñanzas convertidas en dogma. Este es el punto de partida de Clayton, el papel de las normas y fe aprendida en un conjunto de personas dueñas de su destino, inexpertos en la práctica y excesivos en la idolatría.

Sin viento ni brújula los náufragos asumen papel y consejo de Eolo, negando la ausencia, empuñando el orden y levantando el mausoleo en el que, a las nueve cada noche, su madre se disfraza de profeta metida a guardia de tráfico cuando las disyuntivas dividen opiniones y grupo. Y cuanto mayor es el dogma, más presente se hace la ceguera y con ella la oscuridad en la casa, siendo aire para el espectador luz y libertad fuera de los muros que los protagonistas llaman hogar.

Toda serie de reglas tiene sus escapes y la rigidez de intramuros se torna laxa a la luz del día, donde los pequeños deslices visitan al individuo para ser posteriormente juzgado por el grupo, poseedor de la verdad doméstica. Y es que da igual quien apriete el gatillo que las balas no entienden de edad, virtud ni condición y lo que antaño unía su credo bajo el yugo de la disciplina se torna temblor creando las fisuras necesarias para que la luz haga presencia en la oscura casa de su madre.

No falta tampoco a la función el alter ego de la figura materna, el desconocido padre que con piel de cordero pervierte al individuo para hacerse con el auténtico legado de la difunta. La solitaria casa antes regida por una moribunda cobra el color de lo desteñido, el contraste del pecado, atacando a su género frente a la trinidad femenina encarnada en diosa, hija en la tierra y profeta. Porque cada individuo tiene un rostro, recordado constantemente a base de primeros planos, dejando claro que toda casa tienes sus habitaciones, y todas ellas levantadas ladrillo a ladrillo.

Al súbdito menor se le corona rey en lo alto del mausoleo ante la mirada atónita del pueblo que espera que un rayo haga justicia con el blasfemo, mientras el profeta se reconoce ventrílocuo dejando a los náufragos sin ayuda celestial, aferrados al primer salvavidas que aparece tras la muerte del capitán. Si infringir la norma no conlleva ya castigo, la risa no se antoja pecado y las estrictas leyes dan cuenta que dicha armadura más que proteger, pesa.

Y se desata la tormenta cuando el recinto llamado hogar caduca, dejando al descubierto su mero uso como continente de reglas de conducta. La inclusión de variables en lo cotidiano modifica la percepción de la seguridad de nuestro fortín, el mausoleo se queda sin muebles y la casa sufre un lavado de cara que inevitablemente agita los cimientos de la hoja de ruta que creían inmutable, forzando a los habitantes a saltarse códigos en pro de la supervivencia del grupo.

Entonces el miedo, inicio de todo, devuelve el rebaño al pastor para que la unidad haga frente a la tormenta. La senda ahora en tinieblas les reta a abandonar enseñanzas y un hogar reducido a paredes y techos para afrontar la auténtica orfandad, la del desamparo. Así, herido de muerte el pasado dan caza a su verdugo y si el arranque nos brindaba a la cabeza de familia llegando a casa a pleno día, la noche acoge a sus nuevos inquilinos al cierre de la obra de Clayton.

jueves, 21 de enero de 2010

El 2009 según LCM


Pues para no ser menos, desde LCM toca hacer recopilación de lo mejorcito de 2009. Platos para todos los paladares en una lista tan ecléctica como su dueño. Sin ningún orden en concreto, sólo el que permite la memoria:


· Breathless: Ganadora del BAFF y un film tan sincero como crudo. Un retrato sin concesiones sobre cómo la violencia infecta todas las facetas de la vida.

·
Anticristo: La nueva provocación de Lars Von Trier a modo de siniestro cuento. Un film cuya división de opiniones ya lo hace imprescindible.


· La Horde: Brutal film francés de zombies presentado en Sitges. Salvaje como pocas, con aire a videojuego y ligeros toques de humor negro para pasar el mejor de los peores ratos.

· Adventureland: Deliciosa y pequeña propuesta buscando la nostalgia con unos personajes que buscan su lugar en el mundo.

·
Resacón en las vegas: La más divertida y gamberra del año, sin duda. Una locura que me hizo reír como hacía años
que no reía en una sala.

· Mother: La elegante propuesta de Bong Joon-ho sobre una madre dispuesta a todo por su hijo. Ni se ha estrenado ni hace pinta que vaya a estrenarse, así que a la lista y punto.

· Avatar: El fenómeno cinematográfico del año, guste o no. En breve se convertirá en el film más taquillero de todos los tiempos y el mejor ejemplo del cine como espectáculo parido en 2009.

· Vals con Bashir: Sobria, intrigante, metafórica y finalmente durísima. Film de animación basado en hechos reales y batido en Los Oscars por la mediocre Despedidas.

·
La cinta blanca: Sí, es de este año, pero se estrenó en internet en 2009, y no era plan de meter Gran Torino. Haneke en plena forma plantea un film tan sobrio como contundente.


· The Hurt Locker: Candidata a todos los premios y probablemente gran perdedora en todo, incluso en taquilla. Un acercamiento libre de moralina y juicios al trabajo de un grupo de artificieros en Iraq.

Y el bonus va para Revolutionary Road, el mazazo emocional del año para el aquí firmante. Si Kate y Leo me convencieron como imagen del mediocre anonimato, qué narices puedo esperar yo...

Ahora llega la parte en me mostráis vuestro desacuerdo, morgueros. ¡1 saludo!

miércoles, 20 de enero de 2010

Grandes Bandas Sonoras: Déjame entrar


De nuevo gracias al amigo Lázaro os traigo la BSO de la semana.


martes, 19 de enero de 2010

La frase de la semana: The Wire


- "Soy un humilde mamonazo con una tremenda polla."
- "Exageras un poco."
- "Bien, vale,
no soy tan humilde."

lunes, 18 de enero de 2010

La imagen de la semana


Pues os guste o no, toca hablar de nuevo de Cameron, que como ya sabréis ha ganado dos globos de oro (dirección y película dramática) esta madrugada. Por otra parte me alegro inmensamente que los chicos de Resacón en Las Vegas hayan recogido el premio a mejor comedia, y es que para mí es una de los diez mejores films del año, como veréis el jueves.

En el plano interpretativo recogen galardones Sandra Bullock, Jeff Bridges, Meryl Streep y Robert Downey Jr., Mo'Nique y Christoph Waltz. El premio a film de animación estaba tan cantado como el de Meryl Streep, puesto que se lo ha llevado Up, mientras que el de mejor guión ha recaído en ese pastelazo llamado Up in the air.

Sobre series nada en lo que esté muy puesto. Glee y Mad Men se alzan como las mejores, mientras que Dexter hace doblete con Michael C. Hall y John Lithgow, este último con una sobrevaloradísima actuación.

Para la lista completa podéis pasaros por La Casa de los Horrores.

"Leñe, entre contar dinerillo y recoger premios no hago más que hacer pellas a clase de guión..."

domingo, 17 de enero de 2010

Grandes momentos del cine: Heat


El famoso tiroteo del film de Mann. Me encanta el sonido, la reverberación de los disparos en la calle...



sábado, 16 de enero de 2010

La recomendación del lector


Nueva ronda de votacion para la sección mientras esta semana intento tener colgada la crítica de A las nueve cada noche, de Jack Clayton. Vosotros decidís cuál es el trigésimo tercer film de esta sección. ¡Raise your voices, morgueros!


viernes, 15 de enero de 2010

La recomendación de la semana: Plácido


Para que luego digan que no veo cine patrio, una de Berlanga.


jueves, 14 de enero de 2010

Avatar: Pandora y la universalidad simplificada


La punta de lanza se convierte en talón de Aquiles para el auténtico rey Midas de la industria. Los dos films con mayor recaudación de la historia llevan su firma, superando con casi toda seguridad los 3.000 millones de dólares y multiplicando por seis la inversión hecha en sus proyectos. Cifras tan escandalosas no siempre son motivo para atraer al público a las salas, pero sí de expectación con respecto a cada uno de los pasos que da James Cameron, no exento de culpabilidad primero por su secretismo y más tarde por exceso de confianza.


Y es que no vamos a negarlo, Avatar no es una obra maestra y mucho menos aún la revolución cinematográfica que se esperaba, como tampoco es un film desastroso ni un vacío espectáculo de efectos especiales. La división de opiniones es hija esperada del hype y de las ganas de hacer ruido hablando sobre un film con mayores virtudes (o al menos diferentes) de las que la marca Cameron suele conllevar. Avatar es un film que el mismísimo John Locke adoraría, y yo no soy nadie para llevarle la contraria al calvo más importante de la historia.

Avatar es una historia de últimas oportunidades, un salto de fe, un ingenioso mecanismo cimentado sobre un guión sencillo que sirve como estructura a un espectáculo visual convertido en un ambicioso intento de trasladar lo más fielmente posible la experiencia de nuestro protagonista en Pandora directamente a nuestras retinas. La experiencia 3D y los efectos especiales pasan por ser mucho más que el mero envoltorio que asegura dos estatuillas y un taquillaje decente, convirtiéndose en medio a través del cual también nos llega información. Pandora no son palabras, Pandora es una experiencia que hay que vivir para entenderla.

En Avatar asistimos al viaje iniciático hacia las segundas oportunidades por parte de un personaje cuyo cuerpo y mente piden a gritos redención. Dicha andadura condiciona muchos aspectos del guión, tan necesarios como obvios ya que el pasado no es siempre algo que se aparca y se olvida, sino algo que debe ser destruido, extrapolado militarmente por Cameron y escudado bajo un simplista mensaje ecologista. No en vano el film de Cameron se asemeja a una titánica relectura de El retrato de Dorian Gray, donde las buenas acciones de un alma en busca de salvación aceleran la atrofia de su propia raza.

La dualidad queda claramente reflejada en el tullido cuerpo de un hombre que suplanta a su hermano muerto por dinero, pero que vestido de avatar es capaz de hacer suyas las más nobles virtudes, encontrándose a sí mismo tan lejos del hogar. Y esa evolución no viene marcada desde un guión, sino que gran parte de la fuerza del mensaje recae en desvestir la narrativa de trampas y vender sensaciones directas y universales a través del 3D, creando emociones más reales en tanto que más digitales son. Cameron busca en su salto a la tridimensionalidad un nuevo sello, condicionando el fondo a la forma e intentando transmitir su entusiasmo hacia una tecnología que permite recrear su ambición creativa.

Dicha revolución aún en pañales implica ampliar y redefinir el lenguaje cinematográfico, entendido que la mayor parte de los cambios caen del lado del rodaje y no del visionado, y que esta nueva vía no debe encararse hacia el mero artifício o estará condenada al fracaso. En esas nos topamos con un Cameron como abanderado revolucionario que, con más o menos acierto, crea un producto cuya potencia visual, más allá de la pirotecnia, es muy superior a su potencia dramática, más interesado en brindarnos una experiencia única que una obra maestra, porque ni lo busca ni lo necesita.

Cierto es que de Avatar recordaremos más sus números y a su director, pero el film de Cameron es el único blockbuster digno (junto a Star Trek) que nos ha dejado 2009. La diferencia es que Cameron sabe qué hacer con una cámara y con ello presentar un vibrante espectáculo, mientras el resto se conforman con medir la calidad de su obra por el peso de los efectos especiales.

Así se convierte Avatar en el fenómeno cinematográfico del año, y al frente el rey del mundo demostrando que sello y taquilla no están reñidos. Y mientra se apunta al guión como la brecha que hace sangrar el barco hasta naufragar, Cameron señala con el dedo a Pandora... pero muchos se quedaron mirándole la mano.

miércoles, 13 de enero de 2010

Grandes Bandas Sonoras: The Wire


La cabecera de tan conocida serie, en las versiones de cada una de sus cinco temporadas. ¿Cuál os gusta más?










martes, 12 de enero de 2010

La frase de la semana: Y el mundo marcha


"La gente reirá contigo siempre... pero llorará contigo sólo un día."


lunes, 11 de enero de 2010

La imagen de la semana


Ya sabemos cómo luce el remake de El Equipo A gracias al trailer que se liberó la semana pasada. Dirigidia por Joe Carnahan y protagonizada por Bradley Cooper, Liam Neeson, Sharlto Copley, Jessica Biel y Quinton 'Rampage' Jackson, podremos verla en cine este mismo año. ¿Qué os ha parecido el trailer?


Resultados a la encuesta sobre Cameron


Cuando la mitad de los votos de una encuesta van a parar a un mismo film dentro de la carrera de James Cameron, queda clara la unanimidad sobre cuál es considerada la mejor película del director americano. Aquí tenéis los resultados:

Terminator 2: 15 votos
Aliens, el regreso: 5 votos
Terminator: 4 votos
Titanic: 3 votos
Mentiras Arriesgadas: 2 votos
Piraña 2: 2 votos
Abyss: 1 voto


Poco que decir ante tan abrumadores resultados. Eso sí, no esperaba tan mala nota para Abyss ni que Titanic estuviera por debajo de la primera entrega de Terminator. ¡Gracias a todos por votar!


domingo, 10 de enero de 2010

Grandes momentos del cine: Solo ante el peligro


La idea era poneros la escena de la llegada del tren, pero en busca de ella me he dado cuenta de dos cosas. La primera es que la inserción está desactivada en todas, y la segunda se refiere a un video que sí os puedo adjuntar y no tiene desperdicio alguno, aparte que está muy bien hecho. Así que aquí os dejo el link a la escena de High Noon, y más abajo tenéis el remake: High Tech Noon.



sábado, 9 de enero de 2010

La recomendación del lector


31 films ya, que se dice pronto, he visto por recomendación vuestra y reseñado para vosotros. Y el trigésimo segundo implica, como en muchos otros casos, mi primera cinta del director. Así pues, gracias a Ivan esta semana me toca adentrarme en el mundo de Clayton con A las nueve cada noche. ¡Gracias a todos por vuestras recomendaciones!


viernes, 8 de enero de 2010

La recomendación de la semana: Pickpocket


Bresson, la cleptomanía y un actor amateur muy necesitado de voz en off para un film hipnotizante.


jueves, 7 de enero de 2010

Adivina el film: La leyenda del tiempo


Con Jenson Button como invitado inesperado...


miércoles, 6 de enero de 2010

Grandes Bandas Sonoras: Sed de Mal


Henry Mancini again...



martes, 5 de enero de 2010

La frase de la semana: La Leyenda del Tiempo


"Ya lo sabes, si tienes a alguien muy importante, no debes separarte de esa persona."


lunes, 4 de enero de 2010

La imagen de la semana


Pues podría ser para el musical de Los Goonies creado por fans, pero evidentemente cuando Avatar sobrepasa los mil millones de recaudación, la imagen debe ser para el film de Cameron. Ya se ha hecho con el cuarto puesto en las más taquilleras de la historia, superando a El Caballero Oscuro, y poco tardará en entrar en el podio ya que tiene a tiro a la segunda entrega de Piratas del Caribe. Dos films con más de mil millones recaudados sí convierten a James Cameron en el rey del mundo.

Eso sí, si hablamos de cantidad de gente llevada al cine, Titanic no entraría entre las cinco primeras. Lo que el viento se llevó atrajo al cine a mas de doscientos millones de personas, mientras que segundo y tercer puesto corresponden a Star Wars y Sonrisas y Lágrimas.


domingo, 3 de enero de 2010

Grandes momentos del cine: Snatch


Un robo de lo más ridículos.


sábado, 2 de enero de 2010

La recomendación del lector


Empezamos el año con la trigésima segunda recomendación de esta sección tras la reseña de El Intruso. Controlad la alegría o la resaca del año nuevo por tal de no recomendarme barbaridades y veremos qué film me traen de Oriente. ¡Tened piedad, morgueros!


El Intruso: La cirugia del momento


Toda historia se compone de instantes, retazos de tiempo y significado que adquieren sentido como un todo. Su ordenamiento es igualmente necesario cuando entendemos que la lógica exige un lugar concreto para cada uno de esos momentos. Dicha lógica es la que lleva de manera natural al espectador a entender las historias como unidades finales que, a modo de puzzle, nos invitan a ordenar esos momentos y piezas para obtener un único resultado.

Ahora bien, en el cine la forma condiciona el fondo, y el cómo contamos las cosas altera inevitablemente el contenido, añadiendo a la fórmula una tercera variable: la manera en que el espectador percibe lo que está viendo. Así pues un mensaje cualquiera vestirá trajes más o menos favorecedores que, a la postre, podrá verse desvirtuado en mayor o menor medida una vez se hayan hecho eco las retinas del receptor.

Y es que la necesidad de coherencia dentro del mensaje no implica que el orden en que lo percibamos deba ser invariablemente lineal, como ya vimos en Memento o en la más reciente (500) Días juntos. En El Intruso (Claire Denis, 2004) nos encontramos de nuevo con una fragmentación desordenada de la historia que la directora francesa nos presenta, pero con una intencionalidad en dicho montaje que se aleja por completo del visto en los films antes comentados.

Si Nolan pretendía equiparar nuestra experiencia con la de su protagonista, Denis dinamita la propia arquitectura del relato sin buscar que los instantes den sentido
al todo, sino que ese todo justifique los instantes. La simpleza de la historia no se torna compleja por desordenada, sino porque el peso específico de la narración recae en la cirugía de esos instantes aislados, tratados con mimo en su análisis, estudiados, liberados de las ataduras narrativas y finalmente devueltos al global de la historia.

Y en ese desorden juega Denis para hablarnos de intrusos, buscando que el montaje potencie su mensaje más allá de lo que la lógica narrativa al uso permitiría, emparentando instantes sin buscar necesariamente el contraste, sino nuevos significados, mostrándonos otros paisajes de una historia que invariablemente acabaremos por completar. Así se deconstruye la esencia de un hombre, no de sus actos.

Y con esas variaciones formales presenta Denis el motor de la historia, el efecto de un intruso en nuestro devenir cotidiano. Desde los perros que nos son bienvenidos por alterar al resto o el hijo y el padre considerándose mutuamente intrusos, al hecho de portar en el pecho un corazón ajeno que pagamos para que dejara de latir y más tarde para que ejerciera de nuevo. Ese intrusismo y las consecuencia (no narrativas, sino intrínsecas al dibujo del personaje) sirven como motor, jugando con los sutiles contrastes y el minimalismo cuyas goteras conforman la historia de El Intruso.

Ahora bien, tres factores lastran la cinta (¿o ahora debería llamarse disco?) de Denis: coherencia en el montaje, ritmo y el espectador como tercer factor antes comentado. Sobre el primer lastre cabe decir que se antoja más caprichoso o accidental que no re
almente justificado el tramo final de cinta donde los hechos ocurren ordenadamente, rompiendo con la estructura respetada durante la hora y media anterior. No es imperativo respetar el desorden de montaje, pero tampoco llega al espectador razón aparente para ser despistado con dicho cambio.

Sobre el ritmo es algo más complejo opinar, ya que el film apela directamente a la participación activa del espectador. Largos planos sin diálogo y mayoritariamente
con un sólo personaje se pasean por el film, algunos aportando información y otros buscando un eco a través de la pantalla. No es que la búsqueda de dicha interactividad sea algo punible, pero sí se ve lastrada en tanto que su protagonista pasa la mitad del film tumbado tocándose el pecho. Tampoco podemos apelar simplemente a la belleza de esos planos ya que, de nuevo, su protagonista pasa la mitad del film tumbado tocándose el pecho. Y cuando no consigue siempre Denis implicar al espectador, este siente que dicha escena sobra.

El papel que el espectador juega durante el visionado de El Intruso es sumamente importante a la par que el peor enemigo del film. Ese hecho subjetiviza aún más, si cabe, la valoración que se pueda hacer del propio film, cargado de escenas que la percepción del espectador debe completar. No es un problema durante la primera mitad del film, pero las escenas se tornan repetitivas y carentes de interés a medida que avanza el metraje. Pero sin duda en este apartado es donde la propia arquitectura del film juega en su contra, dejando que muchos momentos sean una mera excusa para que el espectador sitúe temporalmente la escena que le precede y la actual, sin permitirle propiamente zambullirse en el fragmento que Denis disecciona. Y para cuando decidimos saltar al vacío a disfrutar de la propuesta sin intentar ir más allá, nos topamos con escenas insustanciales cuyo contraste con las anteriores se ve rápidamente sin necesidad de extenderlas.

Y es que El Intruso nos abre la puerta, nos invita a pasar, a acomodarnos plácidamente, para más tarde mostrar un comportamiento extraño, invitándonos a té pero exigiendo que nos lo hagamos nosotros, y si podemos plancharle la ropa, mejor, que tiene que ir a recoger a los niños al colegio. De esta manera el film se nos antoja una casa ajena a la que no hemos sido realmente invitados, en lo que no nos sentimos cómodos, en la que el verdadero intruso somos nosotros.

viernes, 1 de enero de 2010

La recomendación de la semana: Fotógrafo de Guerra


Documental de Christian Frei centrado en la figura de James Nachtwey, el fotógrafo de guerra de mayor prestigio. Podéis echar un ojo al trabajo de este fotógrafo aquí.