sábado, 31 de octubre de 2009

viernes, 30 de octubre de 2009

La recomendación de la semana: The Burrowers


Partiendo de la misma premisa que Centauros del Desierto, el film nos sitúa en un western de terror que, a modo crepuscular, nos habla de amaneceres y falsas amenazas.

jueves, 29 de octubre de 2009

miércoles, 28 de octubre de 2009

Grandes bandas sonoras: Patton


Compuesta por Jerry Goldsmith para otro de los grandes films de Schaffner.


martes, 27 de octubre de 2009

Breathless: A hierro mueres, a hierro matas


Somos nuestras cicatrices. Las heridas se perpetúan por víctima y verdugo en una manera de entender nuestro entorno claramente marcada a fuego en nuestro rostro. La violencia se convierte en nuestra manera de comunicarnos, remedio y enfermedad, el pulso que nos recuerda vivos, la sangre que llena el vacío, entendiendo la vida como nos han enseñado, con la defensa alta.

De la violencia, no sólo como trabajo nos habla Yang Ik-june en Br
eathless, su opera prima. Dicha violencia no es más que un medio para fines que habitualmente desconocemos. Creamos un muro, un cartel de aviso, un castigo y reinamos a golpes, amamos a golpes, protegemos a golpes, hablamos a golpes, morimos a golpes. Eso es Sang-Hoon, el protagonista del film, una alma atormentada y solitaria que golpea para vivir, insulta para hablar y humilla para sobrevivir, buscando constantemente la falta de aliento entre la vida y la muerte, donde lo banal es transcendental y lo nimio un salvavidas.

Así nos hace vivir Yank Ik-june la vida de su protagonista, interpretado por él mismo sobre hechos de su propia vida, pegados a su sien, sin edulcorantes ni juicios, con una cruel transparencia tan íntima como violenta. Y es que somos el miedo a lo que somos, a los actos sin redención, la asunción del pecado ajeno que sólo busca su oportunidad de perpetuarse, y en consecuencia, somos la soledad del huérfano impostado.

Entonces llega el eco en forma de joven estudiante llamada Yeon-Hue, hija de la desdicha y la humillación, con la fuerza y el descaro de la esperanza, con las preguntas que el protagonista nunca se ha formulado. Toda comunicación implica contaminación, cambio, y por el puente por el que salía el veneno, también entran las caricias en un equilibrio nada azoroso donde Ik-june es capaz de exponer y sembrar a golpe de giro argumental. Y poco a poco se construye el rompecabezas, brotando las respuestas de la sangre que mancha el suelo, que alimenta el odio.

Las causas se presentan y se perfila por completo el contexto de protagonista y acompañante, acercándolos más en el consuelo y la salvación en donde un único factor es capaz de dar la vuelta a la ecuación. Tenemos los elementos, tenemos las conexiones, todo ha sido presentado con la fuerza de la lógica y la calma de quien guarda una buena mano, llegando el momento de llevar al extremo (más aún, si cabe) a los protagonista asumiendo que nada volverá a ser igual.


Ahí se gesta una de las mejores y más intensas secuencias del film, abrumadoramente transparente, metafóricamente sincera, donde el germen se muestra para ser reconocido por los protagonista, la herencia familiar mal asumida y la muerte como motor del cambio. El tiempo hace que el rencor pase de ser propiedad nuestra a nuestra culpa hasta que entendemos que el odio tiene fecha de caducidad que no hemos sabido leer y los pecados vivos son sólo los nuestros, mientras el mundo sólo cambia a nuestros ojos.

Y si bien hemos heredado un estigma, somos culpables de convertirlo en herencia, sembrando a golpes un destino que merecemos. En algún punto nos convertimos en germen, contaminamos nuestro entorno, y si el perdón existe no así lo hace el olvido. Las cicatrices no desaparecen, sólo se reescriben, saldando la deuda con castigo, equilibrando la balanza con la ausencia, silenciando los puños y dando la voz a nuestro recuerdo. Si a hierro mueres, a hierro matas... y a hierro mueres...

La frase de la semana: Abierto hasta el amanecer


"¿Tan perdedor eres que no te das cuenta cuando ganas?".


lunes, 26 de octubre de 2009

La imagen de la semana


¿Esperábais la imagen del nuevo Equipo A?


Pues no, la imagen de la semana va para el especial Alien que se ha currado el amigo Alfie, en Videodromo, y que no tiene despedicio alguno. No seáis perezosos y echadle los dos ojos para entender plenamente porque Alien es una obra maestra del celuloide.


domingo, 25 de octubre de 2009

Grandes momentos del cine: IT


¿A quién no le acojonó este payaso en su momento?


sábado, 24 de octubre de 2009

La recomendación del lector


Bueno, ya que recientemente la sección ha cumplido un año de vida, y ante lo sugerente de las propuestas me veo obligado a retocar las normas de la sección. Es decir, por una vez no haré el feo a nadie (o casi) y me comprometo a ver 3 films: Carretera Perdida, Supervixens y Vampyr. ¡Toma combinado! A lo que no me comprometo es a elaborar tres reseñas, ya que, según cómo salga el visionado de las tres, puede que escriba algo común a todas ellas. Así como amplío el plazo a 2 semanas para tal propósito. ¡Gracias a todos por vuestras recomendaciones!

No seré el primero en hacer tal sesión triple...

viernes, 23 de octubre de 2009

La recomendación de la semana: Los Ojos sin Rostro


Una de las joyas que me regaló Sitges, un film fascinante y poético. Georges Franju nos cuenta la oscura historia de un padre dispuesto a cualquier cosa por recuperar el rostro de su hija.


jueves, 22 de octubre de 2009

Chacun son mérite: Banda sonora


Lo que hoy entendemos erróneamente como banda sonora se remonta a los mismos orígenes del cine. Todos sabemos que el cine mudo venía acompañado de música, pero las salas de inicio del siglo XX no tenías los sistemas de altavoces que más tarde se estandarizarían y la mayoría de producciones eran acompañadas por una orquesta o un pianista, y en algunas ocasiones, ciertos efectos sonoros creados desde la sala de proyección. De esa manera, la música y el sonido que acompañaba al film raramente eran supervisados por el director o el productor de la cinta, sino más bien improvisado por el pianista de turno o los primeros ingenieros de sonido de la industria.

De hecho, aunque el cine no se concibiera como un espectáculo puramente visual, la música tenía otra finalidad mucho más práctica que la de acompañar o resaltar lo acontecido en pantalla: paliar el sonido infernal de las bobinas de proyección. Claro está que el uso de la música iría cobrando importancia y significado dentro del cine, buscando su utilidad dentro de la narrativa de cada film, pero no fue hasta 1908 cuando se compuso la primera partitura expresamente para una película. Hablamos de El asesinato del Duque de Guisa, dirigida por André Calmettes, y cuya música fue encargada al celebérrimo Camille Saint-Saëns. Ese mismo año el director ruso Vladimir Romashkov creó Stenka Razin, el primer film ruso de la historia y el segundo con banda sonora creada expresamente para el film, a cargo de Mihail Ippolitov-Ivanov.

Mucho han evolucionado las bandas sonoras (concedednos esa licencia) hasta nuestros días, siendo no sólo un componente vital de los films, sino formando parte de la estrategia comercial de una película tanto para promocionarla como para extender dicha promoción a listas de hits musicales, anuncios, etc. Pero la idea de nuestro artículo no es resaltar la belleza inherente de las diferentes piezas que pueden sonar en un film, sino resaltar cómo la banda sonora puede ser uno de los elementos narrativos más importantes dentro de una escena. Los que habéis visto Expiación sabréis de qué hablamos al recordar su perturbadora máquina de escribir sonando en cada pieza.

El primer ejemplo es tan sencillo como mítico. Saltamos a 1956 de la mano de John Ford y su Centauros del Desierto, a la escena donde Brad decide encararse solo al jefe cicatriz y los suyos. Ford no nos muestra lo que sucede, mantiene fijo el plano en Ethan y Martin y se vale del sonido y la música para contarnos el desenlace. Primero una serie de disparos de los que desconocemos dueños y destinatarios y finalmente unos acordes que indican el fatal desenlace, remarcando la reacción de los protagonistas. Así es como la banda sonora viene a sustituir la imagen de un hombre siendo abatido a tiros, usándola para anticiparnos la reacción de los protagonistas.



Es usual que la banda sonora de una película se sustente sobre un tema y sus variaciones. Es decir, se compone una canción que a lo largo del metraje se va repitiendo pero con cambios en su composición para que, aún siendo reconocible, no acabe de ser repetitiva y además aporte diferentes matices dependiendo del momento en el que se incorpore. En Las uvas de la ira de,de nuevo, John Ford, el tema principal (y casi único de la banda sonora) es la canción tradicional El valle del río rojo.


En el minuto 29:35 encontramos una triste variación del tema que acompaña al instante en el que la madre de familia repasa los pocos recuerdos materiales que tiene antes de iniciar un viaje que le alejará de la tierra donde siempre vivió. La tristeza del momento queda subrayada por la banda sonora aportando al momento un emotivo aire melancólico. De la misma forma, y después de varias variantes durante todo el film, casi al final de la película Newman versiona El valle del río rojo convirtiéndolo en una canción festiva como se puede ver en el minuto 1:48:18. La misma melodía sonará durante las dos horas de Las uvas de la ira (incluyendo una versión cantada –terriblemente- por Henry Fonda) pero siempre aportando diferentes acentos según interese a la historia.



Este ejemplo es, si cabe, aún más conocido. Hablamos del arranque de 2001, donde podemos ver Sol, Tierra y Luna alineados mientras el astro rey se erige reinante, insinuando el amanecer en la Tierra. Tal cual no tiene mucho misterio, pero cuando se le añade el poema sinfónico Así habló Zaratustra, de Richard Strauss, haciendo clara referencia a la obra de Nietzsche, quedan reflejadas las intenciones de ese genio llamado Kubrick. De esta manera se usa la banda sonora para añadir información inherente a la misma música, complementando al film. Otro caso sería el As time goes by usado en un film que no sea Casablanca y que inmediatamente incorporamos dicha historia al film que estamos viendo.



El efecto dramático de una banda sonora puede venir como acompañamiento a lo que está sucediendo en la acción o a la propia puesta en escena, pero hay ocasiones en que el potencial narrativo y sensorial de una secuencia puede venir provocado íntegramente por la música. Normalmente, la utilización de la banda sonora resulta un recurso un tanto facilón en cuanto a que genera de manera mucho más directa y automática un sentimiento en el espectador; y algunas películas pecan de no indagar en otros apartados para mirar de provocar el mismo efecto. Aun así, ha habido grandes bandas sonoras sin las cuales grandes películas se habrían quedado en simplemente muy buenas. No sé si será el caso de Tiburón, pero el peso que tiene en su éxito la obra de John Williams queda patente en la escena seleccionada: sólo tenéis que probar a verla sin sonido. La inquietud causada por esta secuencia va más relacionada a la tensión que genera la música que a la acción o puesta en escena; por lo tanto, todo el dramatismo se sostiene al buen trabajo de su banda sonora.



Y hasta aquí el extenso repaso a algunas de las formas en que una banda sonora ayuda a que una escena cobre sentido o este se veo complementado gracias a la musica. En la próima entrega os hablaremos de cómo a través del sonido podemos ver salvada una escena, y de la importancia que ya en su día le dieron directores como Lang o Ford.


miércoles, 21 de octubre de 2009

Grandes bandas sonoras: Zombieland


Lo reconozco, el film me ganó desde el mismísimo arranque.

martes, 20 de octubre de 2009

Resultado de la encuesta sobre Malditos Bastardos


Parece bastante probado el entusiasmo morguero hacia el nuevo film de Tarantino, o eso parece echando un vistazo a los resultados de la encuesta. El caso es que la nota media la planta al borde del excelente, siendo la mejor valorada en las encuestas de este blog, por encima de El caballero Oscuro y Wall·E. Estos son los resultados:


Obra maestra: 3 votos

Excelente: 8 votos
Notable: 2 votos

Buena: 2 votos
Regular: 0 votos

Mala: 0 votos


Comparto el entusiasmo morguero con respecto al film, pero nunca lo colocaría por encima de la obra de Pixar, maravillosa como pocas. Pero el pueblo es soberano y califica Malditos Bastardos como casi excelente. ¡Gracias a todos por votar!

La frase de la semana: Se7en


"No soy especial, nunca me he creido excepcional. Pero esto sí lo es, lo que hago, mi trabajo".


lunes, 19 de octubre de 2009

La imagen de la semana


Ya tenemos trailer de la, desde ya, película con más anabolizantes de la historia. A la dirección Tito Sly, que la protagoniza junto (agárrense, morgueros) Jet Li, Jason Statham, Mickey Rourke, Dolph Lundgren, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Danny Trejo y... Britanny Murphy! Y porque Steven Seagal finalmente se bajó del carro, porque apuntaba a un reparto épico para quien fue niño en los 80. Aunque todo sea dicho, el trailer apunta a castaña de las gordas, pero ¿os la váis a perder?


domingo, 18 de octubre de 2009

Grandes momentos del cine: Dead Snow


Cierro temática heredada de Sitges precisamente con el film con el que me dormí. Con el video entenderéis a qué me refería cuando hablaba que las risas y aplausos me despertaron.

sábado, 17 de octubre de 2009

La recomendación del lector


Vigésimo sexta ronda de votaciones para esta sección tras el visionado de Furia, propuesta por Mr.Lombreeze. Recordad que sois libres también de elegir qué tipo de reseña queréis. ¡Echadle imaginación, morgueros!


Furia: La masa es ira, el individuo amor


El ser humano es, esencialmente, un animal caótico, una criatura de los azares. Pese a dictados morales, leyes y gobiernos basta (a veces) sólo un pretexto para recordarle el centro del universo, por encima del bien y el mal. Más fácil resulta esa transición si el sujeto se ve arrastrado y protegido por una masa que le brinda anonimato y superioridad (numérica y moral), dando rienda suelta a su ira. Esa ira, capada y condenada socialmente, se aparece con carácter lúdico, como excursión al extrarradio de lo cotidiano, como realización de las fantasías de un barbero cualquiera soñando con rajar gaznates de hombres acomodados.

Y la violenta espiral se convierte en parque temático del ser humano liberado de ser ciudadano, donde la libertad de uno no la marca el vecino sino la conciencia, como inocente caramelo que contagia y empacha. Pero los motivos impostados de la masa poco tienen que ver con la lícita ira del individuo cuya experiencia con la muerte torna su bondad amorosa en ciega venganza. Partes del alma también son susceptibles de arder.

Jugamos a buscar ser algo más que anónimos, escondidos en la masa y aprovechando la oportunidad de ser más que el resto, condicionados, como animales sociales que somos. Así nuestro protagonista busca el anonimato de una vida como la de todos, sintiéndose superior a sus hermanos por ser honrado. La mujer del barbero vive su caduca gloria de poseer la noticia antes que sus iguales, o el vulgar policía de creer haber cumplido su deber cuando éste llena portadas de diarios.

Y sangre llama a sangre, se inyecta en la mirada y todo se torna rojo, sin pasado ni más propósito que buscar mejilla ajena a la que devolver el golpe. Si el crimen es propósito y no resultado, ley e ira miden el castigo con diferente rasero, en una justicia hecha a medida de uno mismo pero igualmente crimen para quienes nos rodean. De nuevo la navaja sobre el gaznate y la llamada violenta reprimida más por la llamada social que por la moral muerta junto a un perro en una celda.

De todo eso nos habla Lang, adaptando junto a Barlett Cormack la historia de Norman Krasna. Un sistema de valores que se viene abajo con una mínima excusa, el pueblo que se siente fuerte e importante para desafiar la ley de uno, de los pequeños hechos que desencadenan grandes tragedias, de la vida de Joe rasgada de arriba a abajo por una sospecha y para diversión de muchos, de la delgada línea que separa cordura de locura.

Pero en las grandes historias siempre triunfa el amor, y esa la conclusión de Furia, dejando la trama penal en el aire después de haberse articulado el film sobre los bajos instintos de los protagonistas. El film arranca y finaliza con la esperanza de dos frente a una multitud, del poder de construir frente al de destruir, y del cine usado como arma de la verdad.

viernes, 16 de octubre de 2009

La recomendación de la semana: Breathless


Reciente ganadora del BAFF y en breve reseñada en este blog. Yang Ik-june dirige, produce, protagoniza y firma el guión de un film impresionantemente honesto.


jueves, 15 de octubre de 2009

Especial Sitges: Allen, Zombies y cierre


Cierra la 42 edición del Festival Internacional de cine fantástico de Catalunya, la primera en ocho años en que veo la ganadora dentro del mismo festival. Pero ante
s de empezar mi segunda y última parte de la crónica (aprended, responsables de Saw!), hago un inciso para hablar del último trabajo de Woody Allen, Si la cosa funciona, que ocupó mi vespertino tiempo del jueves.

El último film del genio neoyorquino nos habla de las expectativas que tenemos sobre la vida en la juventud y en la vejez, a veces muy similares. Lo hace a través del personaje de Larry David, superdotado en cuya vida se cruza la joven Evan Rachel Wood, que quedará fascinada por su sapiencia y visión del mundo. No hay que negarle la mala leche que se gasta y lo divertido de las situaciones y diálogos que plantea Allen, volviendo a un film como Scoop, pero con una trama que implica más la evolución de los personajes y que finalmente deja una sensación más frustrante que Vicky Cristina Barcelona, ya que parece que realmente no nos hayan contado nada. Es decir, un ligero entretenimiento que cumple, un Woody Allen con la lengua más afilada pero la mente más espesa.

Volvemos a Sitges, donde la cola para ver Paranormal Activity era de las más pobladas del festival. No es de extrañar teniendo en cuenta lo atractivo del trailer y lo original de la propuesta, aunque pocos podían haberse creado expectativas con respecto al film del debutante Oren Peli. Pero ya incluso antes tuvimos sorpresa con el paso de un corto que, a la postre, ha resultado el que más me ha gustado del festival. No digo nada más, y os dejo con el trabajo de Carlos Vermut, Maquetas.



¿Os ha gustado? Cuantas más vueltas le doy, más me gustan los precisos diálogos y las imágenes elegidas para el final, todo un homenaje al género.

Pero volvemos a Paranormal Activity, film que no sobrepasa los 15000 dólares de presupuesto y que ha conseguido el respaldo de grandes productoras para su distribución mundial después de dos años paseándose por festivales. Muchos se sintieron ofendidos al salir de la sala, cuando yo me pregunto qué esperaban de una apuesta tan arriesgada y barata, donde todo se insinúa y lo que realmente se ve resulta acojonante. El resto es una trama que presenta dos personajes atormentados por presencias extrañas en su casa, donde no esperamos un desarrollo digno de premiar pero tampoco es tan aburrido como a muchos les ha parecido. Obviamente si El proyecto de la bruja de Blair os pareció una tomadura de pelo, éste no es vuestro film, pero si esperáis pasar un rato ameno viendo como con pocos recursos es puede conseguir un producto digno, no lo dudéis, id a verla.

El siguiente plato era uno de los fuertes, Carriers, más conocida aquí como Infectados, el debut de los hermanos Álex y David Pastor, que dirigen su primer film en tierras americanas. Eso sí, antes aguantamos el corto When it will be silent, que básicamente no tiene interés alguno.

La gran baza del film de los Pastor Brothers es jugar con la enfermedad y no propiamente con los infectados, plantando cuatro personajes que luchan por no contagiarse a la vez que se diseccionan las relaciones entre ellos. No juega a ser espectacular, ni trepidante, sino a crear tensión con un ente invisible que una vez te contagia estás muerto. Ahora bien, parte de su desarrollo peca de caprichoso así como muchos nudos dramáticos son creados a base de metraje y después lanzados por la borda con resoluciones incomprensibles. No deja de ser un film más que correcto y entretenido, pero sobretodo un magnífico debut.

Así pasamos a la maratón del viernes, donde nos esperaban 2 cortos y dos largos: Paris by the Night of the Living Dead, Carlota, George A. Romero's Survival of the Dead, Dead Snow (DØD SNØ). El primer es tan divertido como desenfadado, incluyendo un Zidane zombie y las dosis habituales de sangre y tripas. El segundo es un corto español que trata de las relaciones entre humanos y zombies en tono cómico, cosa que lo hace bastante curioso.

Y entramos de lleno en la nueva propuesta zombi de Romero, peor incluso que su anterior Diary of the Dead, que ya es decir. La acción se sitúa en una isla en guerra entre humanos, donde dos bandos discrepan sobre conservar vivos a sus infectados a la espera de una cura, o aniquilarlos por completo y tener una isla limpia de virus. El film no funciona ni como entretenimiento, ni como metáfora de nada, y lo mejor que puedo decir de él es que se olvida con facilidad.

Sobre Dead Snow, no mucho que decir ya que aguanté despierto una hora donde el film no acababa de estar mal. En adelante me fueron despertando las risas y aplausos del Auditori, entusiasmados con la parte final de un film que, al parecer, ha gustado mucho. La idea de zombies nazis es, de por sí, desternillante, pero uno ya no tiene edad para tanto aguante...

Pasamos al sábado, día de la Zombie Walk donde Sitges era invadida por zombies tanto físicamente como cinematográficamente. Dicho sábado acababa mi andadura por el festival tras el visionado de La Horde, Les yeux sans visage y la esperadísima Bienvenidos a Zombieland. La primera forma parte de la nueva oleada de cine fantástico francés y he de reconocer que es brutal. La propuesta se acerca mucho a los videojuegos, donde tras una rápida introducción tenemos a nuestros protagonistas metidos en un edificio que tardará poco en llenarse de zombies. La presentación del primer infectado es terrorífica, así como la claustrofobia y el cómo los debutantes Yannick Dahan y Benjamin Rocher plantean el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con dichos infectados. Humor, sangre, acción, adrenalina y una historia que cuida las relaciones dentro de un grupo condenado a entenderse para sobrevivir son los puntos fuertes de La Horde, salvaje film que no debéis perderos.

La sesión de cine proseguía con un film de 1960, Les yeux sans visage (Los ojos sin rostro), dirigido por Georges Franju y que resulta ser una joya del cine fantástico. El film nos plantea el drama de un cirujano de prestigio que busca devolverle el rostro a su hija, perdido en un accidente de coche. Así es como nos recuerda vagamente a El ladrón de cadáveres, pero con tintes poéticos y un cuidado apartado visual en blanco y negro muy acorde con el tono de fábula del film.

Mi paso por Sitges se cerró con el paso de Bienvenidos a Zombieland, ganadora del premio del público y que en mi caso ya me ganó cuando arranca al compás del For Whom the Bells Tolls. El film del debutante Ruben Fleischer no deja de ser una buddy movie que usa el género zombi para entretener de principio a fin, con algunos gags realmente muy buenos. Con eso se desarrolla una trama suficiente para meter a sus cuatro protagonistas en diferentes situaciones, tocando el cielo en el momento que asaltan una casa en Beverly Hills. Desde luego, Zombies party ya tiene una digna sucesora.

Obviamente desde el sábado han pasado otros tantos films por estos cansados ojos, pero sólo comentaré brevemente otra propuesta englobada en Sitges pero que pude ver fuera del festival,
Doghouse. El film nos presenta a un grupo de hombre que organizan un fin de semana de diversión con tal de animar a uno de ellos, recién divorciado. El problema vendrá cuando encuentren el pueblo de destino infestado de mujeres zombies dispuestas a no dejar de ellos ni los huesos. Tan desternillante comedia juega con los prototipos masculinos en su relación
con las mujeres (el ligón, el friki, el bohemio) para plantear situaciones donde el papel de las mujeres se exagera y el del hombre se ridiculiza para provocar el gag. Un ejemplo es la escena en que salen huyendo de una ex, convertida a zombie, así como el hecho que las mujeres se encuentren atrapadas en el trabajo que estaban desempeñando en el momento del contagio.

Y hasta aquí mi repaso al Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, del que sobretodo he disfrutado la compañía, el ambiente y algunos títulos puntuales, y donde para una vez que veo la ganadora, no me acaba de convencer. ¡1 saludo, morgueros!

miércoles, 14 de octubre de 2009

Grandes Bandas Sonoras: RocknRolla


El arranque del último film de Guy Ritchie, donde Black Strobe versiona el I´m a man de Bo Diddley.


martes, 13 de octubre de 2009

La frase de la semana: El Halcón Maltés


"A usted no la creímos, creímos a sus 200 dólares. Nos pagó más que si hubiese dicho la verdad y lo bastante más como para que no importara".


lunes, 12 de octubre de 2009

La imagen de la semana


Moon, la opera prima de Duncan Jones ha sido la gran ganadora de Sitges 2009, consiguendo 4 premios entre ellos mejor película y actor para Sam Rockwell. El resto de ganadores los tenéis tras la foto, en un palmarés más conservador que justo, ya que Moon ha gustado a todos, pero entusiasmado a pocos.



Mejor Cortometraje
One of those days de Hattie Dalton

Mención Especial
The boy who wouldn’t kill de Linus de Paoli

Mejor Diseño de Producción - Patrocinado por el Parc Audiovisual de Catalunya
Tony Noble por Moon

Mejores Efectos de Maquillaje
Kaatje Van Damme por Mr. Nobody

Mejores Efectos Especiales
C.O.R.E. Digital Pictures, Mac Guff, BUF por Splice

Mejor Banda Sonora Original
Teresa Barrozo por Kinatay

Mejor Fotografía
Benoit Debie por Enter the Void

Mejor Guión
Nathan Parker, basado en la historia original de Duncan Jones, por Moon

Mejor Actriz
Ex-aequo: Elena Anaya por Hierro y Kim Ok-vin por Thirst

Mejor Actor
Sam Rockwell por Moon

Mejor Director
Brillante Mendoza por Kinatay

Premio Especial del Jurado
Enter the Void de Gaspar Noé

Mejor Película
Moon de Duncan Jones

Gran Premio del Público El Periódico de Catalunya

Mejor Película
Zombieland de Ruben Fleischer

domingo, 11 de octubre de 2009

Grandes momentos del cine: Alien


Ya que el Festival de Sitges rinde homenaje al film, que cumple 30 añitos, no voy a ser yo menos. ¡Qué angusiosa la vida en la Nostromo!


sábado, 10 de octubre de 2009

La recomendación del lector


Pocas opciones he tenido esta semana donde he acumulado dieciseis films en ocho días y estaré de vuelta con el tiempo justo de atender esta sección. Por suerte el film de Lang, el elegido, no es muy largo, así que queda claro que la recomendación del lector de esta semana va para el que más podios acumula, Mr.Lombreeze. ¡Gracias a todos por recomendar!


Especial Sitges: La luna vampira en la noche de la iguana


Llegamos al ecuador personal del Festival Internacional de cine fantástico de Cataluña, donde tras 7 películas y 6 cortos aún me quedan 7 films y 4 cortos por visionar. Así que con tanto ajetreo creo necesario saciar, como buenamente pueda, la curiosidad de quienes no han podido asistir a tan ilustre festival. Eso sí, píldoras de opinión, que el cuerpo no está para literatura...

Aunque el festival arrancó el jueves, yo aparecí el viernes saltándome el estreno de [·REC]2 y disfrutando de la grata compañia y el visionado de Thirst, lo nuevo de Park Chan-wook, y una sesión doble compuesta por The Collector y Shadow. La primera es una maravilla en cuanto a temática y su incursión en el género, y aunque peque de un montaje confuso, como apunta Mónica, va dejando perlas (sobretodo visuales) aunadas a la idea de que algunos "zapatos" nos van grandes a muchos. Park Chan-wook vino a recoger su premio Máquina del temps por su carrera, y nos comentó que de joven soñaba con ser premiado en Sitges al contemplar en su cafetería habitual el poster de Terciopelo azul reflejando el premio que el festival dió en su momento a dicho film.

Más tarde llegó The Collector, del guionista de Saw IV, Saw V y Saw VI, que salta a la dirección con un producto completamente distinto a sus anteriores trabajos. Es broma, es la misma mierda, pero aún queda más descuidada una historia que asumimos intrascendente y se centra en torturar a los protagonistas. Floja, pero cumplidora, como las patatas del McDonald´s.

La noche se cerró con Shadow, que dió comienzo a eso de las 4 y habiendo tenido a su director en el escenario pidiéndonos que no nos durmieramos. Y desde luego no puso mucho de su parte con el film... le cuesta unos 20 minutos arrancar, vemos una serie de incoherencias que chirrían cosa mala y ni gota de sangre. Después cambia el tono por completo y se sumerge a otra cosa, pasa de la tensión (o eso pretendía) a la casquería gratuita agitando en la coctelera Creep y Hostel. Después, cuando ya nada tiene sentido ni hay ganas de justificarlo, opta por la salida fácil y se casca un final de risa, Serrano´s way. Y claro, esa baza hay que saber jugarla en vez de tratar de idiota al espectador. Shadow juega al voltantazo, a enderezar el film cada vez que el director se queda sin ideas, se da cuenta que no funciona o quiere jugar a sorprender.

Ese mismo día pudimos ver 2 cortos: The Horribly Slow Murderer with the Extremely Inefficient Weapon, y The Taxidermist. El primero tan conocido en internet como sobrante de metraje, y el segundo una apuesta meramente visual a lo Jeunet&Caro sobre mascotas inmortales y la búsqueda del amor a través del despelleje.

Durante el fin de semana, y fuera de Sitges aunque participe en el festival, fui a ver [·REC]2 que aprovecho y también comento. No hay cambios drásticos en la propuesta de Balagueró y Plaza, aunque sí se nota un tono más gamberro y ganas de decorar su idea inicial. De esta manera consiguen un producto más confuso, menos fresco, pero efectivo y disfrutable. Es difícil sorprender con una segunda parte casi calcada, pero reconozco que la entrada al edificio se me antojó durante la proyección como algo especial... volver a ese edificio... guau!

Pasamos al segundo día de estancia, donde nos vemos sorprendidos por la espectación que levanta el nuevo film de Vincenzo Natali (Cube, Cypher). Él mismo nos presenta el film, gestado durante 10 años como si de un hijo se tratase, esperando el avance de los efectos digitales para poder llevarlo adelante. Se nota que ha puesto mucho cariño en el film y que precisamente por ello las expectativas de la mayoría juegan en su contra, ya que Splice es un film cuyo nudo es propiamente moral y no narrativo. Los lazos entre los 3 protagonistas y sus decisiones crean una estructura sólida que va más allá del género y sólo usa la breve parte final a modo de desenlace como respuesta, y no como motor del film.

La otra apuesta del día era la revisión de Teniente Corrupto que Herzog nos tenia preparada. Comparar ambos films es tan absurdo como intentar entender el criterio de selección del jurado joven, y más en mi caso que ni he visto el film de Ferrara ni he sido seleccionado como jurado joven. El film de Herzog juega a otra cosa, aligerando el peso dramático a base de mostrar la parte cómica del asunto en trama y contexto completamente distintos a los planteados por Ferrara (o eso dicen). Se hace ameno, el personaje es carismático y sólo puede reprochársele que el tono desenfadado parece restarle ambición al film. Un detalle que también quiero comentar es que, al igual que con los diálogos solemos emplear términos como "reiterativos" o "innecesarios", a Teniente Corrupto le sobran innumerables escenas empolvadas mostrando la adicción del personaje. Con lo bonito que es insinuar...

El corto que vimos ese día tenía por título Korscha, aunque podría haberse llamado Antonia, o China Zorrilla perfectamente, pero sin el glamour, claro. El corto, dirigido por Manuel Pérez, juega con la curiosidad del espectador al meterlo en una trama sin introducción ninguna. Se suceden varias muertes, humor negro y finalmente absolutamente nada, porque no hay historia que contar.

El tercer día presentaba uno de los films más esperados del festival, Moon, de Duncan Bowie Jones con Sam Rockwell como protagonista absoluto. Tras su visionado sería hora de Testuo: The Bullet Man, o la actualización de Tetsuo de la mano del mismo Tsukamoto que vino hasta Sitges a presentarla y recoger un premio por su carrera e influencia en una sala medio llena.

Pero vamos primero con Moon, film que algunos emparentan con 2001, otros con el Solyaris ruso, y yo con nada ya que precisamente eso recuerdo del film. La historia engancha, el ritmo ayuda, pero si mostrar las cartas tan pronto ayuda en su primera mitad, el no saber cómo jugarlas la ahoga en su segunda mitad. Tanto homenaje le resta sello, y la autocomplacencia en la historia la convierte por momentos en anodina, y así me niego a considerarla una de las mejores del festival, aunque puede que realmente sea así.

Y del mar de la tranquilidad nos sumergimos en el universo Tsukamoto, inmanente y pese a todo actual. El film no alcanza los 80 minutos, donde Tsukamoto se muestra más preocupado por los temas familiares que propiamente por la venganza como motor de la historia. Avasalla con el sonido y el frenético montaje, perturba con lo informe y sella con dirección y presencia dentro del film, donde él mismo se marca a fuego con un arma de fuego.

Entre ambos films se colaron dos cortos de nombre Kagamiko (The Mirror Girl) y Battle Games, cuyos nombres son fiel reflejo intencional de las propuestas. Si la primera carece de sonido alguno, a la otra le sobra. Kagamiko plantea una historia confusa mientras Battle Games planta ostias en las caras de los protagonistas. Y entretanto Tsukamoto sentadito en su butaca flipando (supongo) con una sala a medio gas aplaudiendo patadas voladoras para después salir huyendo tras haber saciado el ego.

Para la semana que viene os preparo la segunda y última entrega, que se antoja la más interesante con
Paranormal Activity, Carriers y Zombieland. ¡Un saludo playero!

viernes, 9 de octubre de 2009

La recomendación de la semana: El Arca Rusa


Puede parecer aburrida, gratuita, hueca y muchos otros apelativos, pero nadie puede negar que el film de Alexandr Sokurov es hipnótico. Sí, ya sabéis, el que se rodó en una sola toma.

jueves, 8 de octubre de 2009

Portrait of America (Part IV)


Existe, y en él se basaron para tan popular serie. Por supuesto nos tomamos una copa, hasta que decidimos ver el duelo entre los New York Yankees y los Boston Red Sox y no había mesa para cenar. Encontrareis el original y su réplica en Boston.


Sólo ver dicha estampa, estresa. This is NY! Y como podéis ver, el taxi se usa mucho más que el vehículo propio.


Explicaciones me han dado varias, pero queda claro que el humo que sale de las alcantarillas no lo inventaron en Hollywood.


El estadio de los Red Sox, equipo de Jack en Lost. Dedicada a Corruptor, Marguis, Videodromo y el resto de fans de Locke la serie.


En Filadelfia nos acabaron reclutando para luchar por la independencia de la nación. Y nosotros lucimos orgullosos la bandera.


Los que no simpatizan con Obama van sobrados de originalidad.


Cosas de poder ponerte la matrícula que gustes...


El majestuoso puente de Brooklyn. Lo habéis visto en muchos films, como por ejemplo en Cloverfield.


La tienda Apple que haría las delicias de Altatt.

Las ambulancias con aspecto de furgón blindando que ya vimos conducir a Nicolas Cage en Al Límite.


Tal día como hoy... hace dos años...


Nacía LCM. No soy fan de mi ombligo así que no voy a extenderme como el año pasado con números, cifras ni nada... sólo decir que si llevo cerca de 1000 entradas y supero las 100000 visitas es gracias exclusivamente a vosotros, lectores. Mi más sincera gratitud por acompañarme en mi andadura digital, mis idas de olla, por llenar el blog de vida comentada y por contribuir al aprendizaje de este cinéfilo amateur. ¡Cuento con vosotros para la tercera temporada de LCM!