lunes, 31 de marzo de 2008

Despierto: Piensa como Hitchcock, rueda como cualquiera


No es nada nuevo decir que el ser humano teme a la muerte, tanto por el abismo que nos espera al llegar, como por el supuesto sufrimiento que de ella se deriva. Cuando se agotan nuestros
sueños de inmortalidad, nos queda al menos esperar que moriremos sin dolor.

Pero si nuestra ansia por no coincidir con la muerte es grande, más lo es no coincidir con ella y seguir vivos. Ya plasmó Poe de manera excelente el miedo a ser enterrado vivo en su relato El entierro prematuro, y más tarde Hitchcock dirigió un capítulo de su propia serie donde dan por muerto a un hombre que es plenamente consciente pero totalmente paralizado.

Claro que apoyar todo un film en semejante premisa, es arriesgado, y en Despierto, más bien sirve como vehículo para destapar una trama también muy cercana a Hitchock, pero con un desarrollo más convencional. Una apuesta de la vieja escuela adaptada al gran público.

Clay Beresford (Hayden Christensen) es un joven millonario que sufre de una anomalía en el corazón
que le lleva a someterse a un transplante a manos de su mejor amigo. Prometido con la secretaria de su madre (Jessica Alba) esconderá la relación a ésta última sus planes por miedo al rechazo y la herencia.

Sobre la mesa del quirófano y anestisiado quedará paralizado con entradas en primera fila para su propia operación y la trama orquestada para acabar con su vida. Encerrado en su cuerpo luchará por su vida sin medios para ello.

Si algo cabe destacar de la cinta, es su guión, pulido y ajustado, tirando más al defecto que al exceso. La historia de un hombre que vive en primera persona su operación no da para una película, así que usan el suceso para destapar una trama con unos personajes bien presentados que tampoco se destapan buscando el efectismo.

El film huye del sentimentalismo, y apuesta por ser conciso, directo, 84 minutos de metraje para una historia oscura, sencilla y nada artificiosa, que opta más por dejar buen sabor de boca al salir de la sala, que no por dejar una gran impronta en la memoria.

Los actores no destacan excesivamente, cumplen con corrección y sin alardes, al igual que la labor del director (Joby Harold), más pendiente de no fallar que de arriesgar, no en vano es su ópera prima con guión firmado por él mismo.

En definitiva, un film muy correcto e interesante, a ratos claustrofóbico, que ni empalaga ni aburre.

Lo mejor: El guión y su duración.

Lo peor: Algún giro bastante previsible.

El dato: Lo sucedido al protagonista en el quirófano no es invención.

La imagen de la semana

El nº1 de la taquilla americana. De la mano del director de Una rubia muy legal llegará el 21 de Abril a nuestras pantallas 21 Black Jack, la historia de un brillante estudiante que irá a Las Vegas a hacer saltar la banca. Vamos, una castaña.

domingo, 30 de marzo de 2008

Grandes momentos del cine: La vida de Brian

Inauguro mi sección de grandes momentos del cine con posiblemente el momento más recordado de los films de Monty Python. Una canción para el recuerdo.


Casi 300: Más de lo mismo


Con éste film me sucede lo mismo que con John Rambo. Me resulta incomprensible que alguien pueda ir a verla y decir que no le ha gustado, por la sencilla razón que conocemos de sobra lo que nos espera. No se puede decir que haya diferencias de calidad notables entre los diferentes films que Jason Friedberg y Aaron Seltzer nos han ido brindando estos años, a diferencia de la pésima

Date Movie.

Cierto es que Casi 300 repite gags y que el humor acaba cayendo en tópicos y mal gusto, pero compensa el parodiar films que todos hemos visto y meter personajes casposos en algunas escenas. Desde luego la crítica la ha vapuleado, y sin embargo ha sido nº1 de taquilla en EEUU. Está claro que quien va a verla sólo espera reirse un rato, aunque reconozco que la fórmula se agota y cada vez se ríe uno menos.

El film se basa en 300 casi íntegramente, con guiños a Transformers, Rocky Balboa, Borat y otras tantas. De por sí 300 ya daba mucho juego, pero a eso se añade al compañero de Borat como Jerjes, o a Rocky como el monstruoso engendro que llevan con cadenas los persas.

Es verdad que para reir en pocas ocasiones, vemos un film entero con escenas realmente malas, pero el funcionamiento es el mismo que cuando vemos a un grupo de personas disfrutando, que contagia. Y sucede que si constantemente buscas humor, entre tanta broma mediocre al final acaba por surgir algún gag realmente bueno.

El problema básicamente reside en la medida, valga como ejemplo la escena del pozo de la muerte. Estiran la broma demasiado, de manera exagerada, y reconozco que me reí al ver la caracterización de Britney Spears, pero valía con que la tirara al pozo recién aparecida.

Es una pena que éste tipo de films se hayan convertido en meros productos comerciales y hayan perdido la esencia que tuvieron antaño, donde el guión se trabajaba más y se buscaba la risa desde el ingenio y no la imitación. Pese a todo, a veces es recomendable un producto que no se esconde y entretiene, pese a su escasa calidad, que no producto más pretenciosos que más que entretener dejan la sensación de tomadura de pelo.

En definitiva, Casi 300 es un film que no lamentarás perderte, pero sí una buena opción si sólo queremos reir un rato viendo en la gran pantalla las bromas que nosotros mismos hicimos viendo los films a los que parodia. Es como el entrañable amigo que no entiende cuando una broma está ya agotada, pero por suerte alguna vez es capaz de decir algo ingenioso.

Lo mejor: Jerjes, no podía ser otro actor.

Lo peor: Las escenas de lucha de bailes y de insultos. Ni para extras de DVD valen.

El dato: Repite papel el actor que dió vida al emisario persa que cae al pozo en la famosa escena.

sábado, 29 de marzo de 2008

La habitación de Fermat: La mente maravillosa de Puzzle


El festival de Sitges del año pasado trajo 4 propuestas españolas de gran interés, pero con éxito dispar. El Orfanato y [·REC] fueron éxitos de taquilla, mientras que La habitación de Fermat pasó desapercibida y Los cronocrímenes se estrenará finalmente el 18 de Abril.


Eso indica el buen estado del cine fantástico español, apostando por un género cada día más popular y que expande el espectro del cine español. Luego ya nos podrá parecer mejor o peor cada producto, pero se agradece que se apueste por historias alejadas del tan trillado drama social.

La habitación de Fermat nos narra el juego al que son sometidos 4 matemáticos que aceptan la invitación de un extraño para resolver el mayor enigma jamás planteado. Para ellos siguen las extrañas instrucciones que les llevan a un edificio en medio de la nada.

Allí llegará el supuesto organizador del evento que tardará poco en marcharse, dejándolos encerrados en una habitación que menguará a la par que fallan en resolver los enigmas que se les plantean. A un ritmo frenético irán solucionando los problemas que se les plantean e irán desenmascarándose cada uno de los cuatro personajes.

Cierto es que los enigmas que plantea el film son bastante elementales y la mayoría alejados del mundo de las matemáticas. Como igual de ciertas son las diferentes trampas que tiene el guión para forzar ciertas situaciones, pero siendo la ópera prima de Luís Piedrahita y Rodrigo Sopeña resulta un film muy digno y entretenido.

El film no deja de ser un cruce entre Una mente maravillosa y Saw, con menos sangre y más acertijo, una historia más de personajes, donde los únicos giros los vemos a medida que se desvelan las identidades de los protagonistas. Protagonistas que no acaban de destacar y sólo Santi Millán y Federico Luppi hacen creibles sus papeles.

Así vemos que no es un prodigio ni un derroche de talento, pero sí un film solvente que sacrifica su duración a costa de limitar su profundidad, más cerca de las palomitas que del cine de autor. No se hace lento ni aburrido, y sólo nos descolocan ciertas reacciones de los personajes, bien por exageradas, bien por extrañas teniendo en cuenta su situación. Es así como no acabamos de sentir la presión y el miedo de los protagonistas, antojándosenos lejana su posible muerte.

En definitiva, un film muy entretenido, con un guión sencillo pero sólido y que con acertijos sencillos consigue mantener atento al espectador.

Lo mejor: El uso de las matemáticas y los acertijos, adaptados al gran público.

Lo peor: Alguna reacciones de los protagonistas son difíciles de comprender.

El dato: La conjetura de Goldbach sigue sin ser probada a día de hoy.

La noche es nuestra: fácil y a desgana


James Gray gusta de escribir los guiones de sus propios films, así ha sido en las 3 películas que tiene en su haber, y la que se encuentra en post-producción. Con ellos ha conseguido ya 2 premios y varias nominaciones en festivales como Cannes o Venecia.


El film que nos trae hoy aquí es La noche es nuestra, estrenada este viernes en nuestras pantallas, precedida de una buena crítica y un supuesto aroma a los films policiacos de antaño. Con un reparto de lujo que componen Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg, Robert Duvall y Eva Mendes para dar forma a una historia que nos habla de familia, envidia, corrupción y venganza.

Bobby Green dirige el club de moda, vive una vida de lujo e ilegal desenfreno junto a su novia y sus amigos del local. A todos menos a su pareja esconde su parentesco con el jefe de policía y uno de los agentes más destacados (padre y hermano), incluso cambiando su apellido por el de su difunta madre.

Cuando asiste a un acto de homenaje a su hermano vuelven a hacerse patentes las diferencias entre él y su familia. Unos optaron por la vida modesta y sacrificada de hacer el bien, y otro por la vida fácil y pomposa de dejarse llevar por los excesos.
Su familia, aprovechando su posición en el local de moda, le piden ayuda para capturar al mayor traficante de la ciudad, que opera en su club. Él se niega y su hermano, recién nombrado jefe de la unidad de narcóticos asalta su club cogiendo a un colaborador del traficante y al propio Bobby Green.

La guerra entre los dos hermanos está servida, hasta que su hermano recibe un tiro en la cara a manos de un tirador.
A partir de aquí Bobby tendrá que decidir de que lado está y aceptar las consecuencias de sus actos.

Cierto es que no parece nada novedoso el planteamiento, y en su desarrollo lo es aún menos. El eterno dilema entre lo correcto y lo divertido, entre lealtad y supervivencia. Resumiendo, más de lo mismo, en una historia donde sólo hay un intento de giro que acaba por justificar lo que uno espera desde el principio.

Pero el problema no es que sea predecible, ni que todo lo que sucede sea tan sencillo, sinó la desgana con que se cuenta. Sorprende que los actores sangren por sus heridas ya que en todo momento dudamos de que corra sangre por sus venas. Mark Wahlberg no cambia la cara en las 2 horas de metraje, que incluyen su fiesta de ascenso y la muerte de su padre, y algún iluminado dirá que es Robert Duvall el que mantiene el tipo cuando más bien se encarga de los pasajes más flojos del film.

El peso recae sobre Joaquin Phoenix, que no realiza un trabajo excelente, pero tiene esa cara de perpetuo sufrimiento que ayuda en su papel. Y Eva Mendes pues a decorar, ya que su estado emocional sólo lo expresa su peinado.

Contada con una enorme sobriedad, no entra ni en debates morales ni en conflictos. Sabemos lo que va a pasar y cómo van a reaccionar los personajes. Conocemos las consecuencias y su resultado, y pese a no hacerse larga, sí se hace lenta. Se nos presentan demasiados planos con personajes meditabundos para justificar sus dilemas o su drama, y se deja en un segundo plano la acción o la trama policíaca.

Un batido de Bergman y Friedkin con regusto añejo que no entra ni como postre en restaurante de comida rápida.


En definitiva, un film flojo, en toda su medida, una receta sin gracia alguna y servida fría.

Lo mejor: El aparente giro cuando disparan al hermano de Bobby.


Lo peor: Las frases filosóficas de Robert Duvall, imprescindibles.


"Si te meas encima, el calorcito no dura mucho."


"Si te casas con un mono, no te quejes de que huela a plátano."


El dato: Para meterse en el papel, Joaquin Phoenix se dedicaba a insultar a Robert Duvall entre toma y toma.


viernes, 28 de marzo de 2008

La recomendación de la semana: El Dilema

Por ser uno de los mejores films de Michael Mann, por la soberbia actuación de Al Pacino y Russell Crowe, y por una historia potente, contada a la perfección y basada en hechos reales.


miércoles, 26 de marzo de 2008

The man from earth: La mitología del hombre eterno

Si bien el otro día hablaba del espectáculo basado en la parafernalia, y no en el trabajo de guión y la inteligencia, también hablé esa magia que se crea desde lo sencillo y crece gracias a un buen trabajo de equipo. El caso que me trae hoy aquí pertenece al segundo grupo, pero en otra vertiente. Un film de ciencia-ficción muy cercano a Primer, bajo presupuesto pero gran inteligencia y planificación para ofrecernos una historia diferente.

The man from earth nos propone un experimento, un juego, un puzzle donde asistimos como voyeurs a una mezcla entre un gran hermano, una partida de ajedrez y una clase de historia. Con un punto de partida tan sorprendente como increible, el espectador inmediatamente se sumerge en la historia, queriendo ser partícipe e interlocutor. Un film pequeño que sin ser una obra maestra plantea una historia muy interesante y provoca algo que está en desuso: pensar.

John Oldman y sus amigos organizan una reunión para despedir a éste primero tras 10 años de amistad. Todo son eruditos profesores y sienten la curiosidad de saber las razones que le llevan a mudarse. A modo de juego, John propone la existencia de un ser humano con 14000 años, para acabar confesándoles que ése es el motivo de su partida.

Si bien al principio aceptan entrar en el juego, cuando se percatan que no hay marcha atrás y que empiezan a cuadrar las afirmaciones y hechos sobre la vida del señor Oldman, intentarán rebatirlo duramente, incluso a mano armada. La verdad cuesta de afrontar y el juego derivará en acusaciones que exigirán una aclaración por parte de John.

Obivamente el juego del film consiste en no aclararnos si el personaje interpretado por David Lee Smith es lo que afirma ser. Se trata de poner a pruebas unos supuestos hechos en contraposición a los conocimientos de sus colegas, que pasan por la historia, la antropología y la religión, la medicina y la psicología.

Pero lo que realmente maravilla es la historia del protagonista, que aparte de tener un gran parecido físico con Robert de Niro, hace creíble su narración. Hablamos de un hombre que nació y creció sin un lenguaje creado aún, con traumas de niñez que aún puede recordar que cuenta sucesos de la edad de bronce, que en su momento dudó si la tierra podía ser redonda, que fue alumno de Buda y que fue el mismísimo Jesus de Nazareth.

El mérito sin duda es del director (Richard Schenkman) y el guionista (Jerome Bixby), el primero por hacernos sentir realmente dentro de la conversación y de esa casa, el segundo por lo pulido de las situaciones y las preguntas. Con una duración escasa y centrada casi exclusivamente en la dialéctica entre escépticos y hombre de las cavernas, no nos aburre, sinó que se nos antojan pocas las preguntas a las que es sometido.

En definitiva, un film excelente, aire fresco e inteligencia con un bajo presupuesto
y un reparto que se ajusta perfectamente a las pretensiones del film.

Lo mejor: La historia que nos cuenta el protagonista.

Lo peor: El final resulta algo precipitado.


El dato: Se distribuyó en principio por internet, hasta que el boca a boca la ha llevado a las salas.

martes, 25 de marzo de 2008

10.000 B.C.: Experimento fantástico multi-tributo


Roland Emmerich tiene la suerte (o el talento) de acertar con las historias que quiere contar justo en el marco temporal adecuado. La calidad de sus films siempre queda por debajo de lo interesante de la propuesta, pero no de pocos envites ha salido airoso. De hecho, puede presumir de tener 2 de sus films entre los 50 más taquilleros de la historia.

Cierto es que pocas veces cuenta algo nuevo (Stargate), pero lo reviste de espectáculo palomitero y lo revisiona en el momento oportuno. Así sucedió con Independence Day (invasión alienígena), Godzilla (monster movie) o El día después (cambio climático). Claro que, como he dicho antes, de la propuesta al resultado final, perdemos en calidad pero ganamos en espectáculo, del que aparcamos la inteligencia y disfrutamos como en una montaña rusa.

10.000 B.C. nos sitúa, pues eso, 10.000 años antes de Cristo, en una tribu que vive de las migraciones de las manadas de mamuts. De la visión de la chamán del pueblo surgirá una leyenda, que junto a la llegada de una niña de ojos azules, guiará la historia y el devenir de la tribu. De esta tribu surgirá un líder que deberá luchar por salvar la vida de su amada.

A grandes rasgos, ésa es la idea. Idea carente de guión, de la que asumimos que tiene lugar en un universo paralelo para no tener que desempolvar los libros de historia. Historia que acaba reducida a amor y aventuras, y por higiene mental, a poco más.

Cierto es todo lo malo que dicen de ella. Recuerda mucho a otros films, los efectos digitales no sorprenden, las interpretaciones son de risa y remata el film un final flojo. Y aunque entretenga, no nos podemos conformar con eso. Se aglomeran en éste film tantos disparates, que acaba siendo difícil tomarlo en serio y viéndose afectada la historia de amor entre los dos protagonistas.

La gran baza del film es la superlativa sencillez y la corta duración, junto a un montaje que da cierto ritmo a la acción y nos evita recrearnos en las burradas que se cometen. Resulta muy fácil hundir éste film por todas sus imperfecciones e incoherencias, pero es capaz de algo mucho más complejo que el rigor histórico, entretenimiento.

El film de Emmerich lidera las taquillas de medio mundo, y no como flor de un día, sino varias semanas consecutivamente, y por mal que sepa a muchos, es el dinero de los espectadores el que dicta el futuro del cine y su continuidad, no los críticos. Un buen guión se consigue con trabajo, entretener es una habilidad a medio camino entre el azar y la intuición.

10.000 B.C. no es una buena película, ni un prodigio del entretenimiento, ni una historia interesante o innovadora, ni un gran espectáculo de efectos visuales, pero sí es un film que se deja ver, que posiblemente es mejor que muchos otros que intentan algo más elevado y quedan en el intento, y que sirve de excusa a mucho crítico para tirar de repertorio con lo que para todos es obvio. El resto depende de donde se haye el listón del conformismo en cada uno.

Lo mejor: Sencilla a más no poder y con algún momento espectacular.

Lo peor: Entre tanta cosa, quizá lo menos justificado sea la voz de ultratumba de los raptores.

El dato: Camilla Belle luce esos azules ojos gracias a unas lentillas, ya que sus ojos no son azules.

La frase de la semana: Antes del atardecer


"Los recuerdos son maravillosos si no tienes que afrontar el pasado".


lunes, 24 de marzo de 2008

La imagen de la semana

Con dos semanas consecutivas en lo alto de la taquilla española, Roland Emmerich cumple con la productora con 10.000, un film del que en breve tendreis mi crítica.

En el punto de mira: Salamanca is not Spain


De la mano del televisivo Pete Travis nos llega En el punto de mira, un film con un formato complicado para la gran pantalla. 8 historias que se cruzan, pero contadas a estilo Rashomon, en orden, reviviendo 8 veces los sucesos que cuenta el film.


La historia se situa en Salamanca, donde se reunen varios líderes mundiales y que acaba con un intento de magnicidio y dos explosiones que siembran el caos en la ciudad. A través de las historias de 8 personajes desentrañaremos poco a poco las claves del atentado.

Plaza mayor de Salamanca, 12:00 AM, el presidente de EE.UU. acude para dar un discurso cuando es víctima de un atentado. Una periodista, dos de sus guardaespaldas, un espectador, un policía, varios terroristas y el mismo presidente serán el eje central de cada una de las 8 versiones que se nos dan de los hechos.

El film comienza de manera vertiginosa, y a los 10 minutos ya tenemos la primera versión de los hechos, a falta de ser completada a base de repetir la historia por cada uno de los personajes. De esta manera se nos hace muy dinámica la primera media hora del film.

A partir de ahí se diluye la buena voluntad de los guionistas, la seriedad y la intriga. La historia pierde potencia, se abusa de repetir escenas y se cometen innumerables errores de continuidad, que llevan a confusión al espectador.

Pese a la ingente cantidad de errores, y la imagen que se da de Salamanca, el film se hace ameno, aunque previsible. Se agradece el esfuerzo, pero la repetición contínua de las escenas acaba siendo agotadora y funciona mejor al final, cuando la visión de un personaje se mezcla con la historia de otros.

Falta de rigor y planificación restan calidad a éste film, que con un guión más pulido y un montaje menos efectista, podría haber sido una apuesta más seria, mientras que de ésta manera se queda en un producto más televisivo. Claro está que hoy día, dichos formatos son rentables en taquilla, pero con poco esfuerzo vemos que bajo la superficie se esconde un producto vacío vendido con un buen reparto.

En definitiva, una buena opción si buscamos algo sencillo, efectista y diferente. Si esperamos más, saldremos muy decepcionados.

Lo mejor: El reparto, con Dennis Quaid, Matthew Fox, Sigourney Weaver, William Hurt, Eduardo Noriega y Forest Whitaker.

Lo peor: Incontables y descarados errores de continuidad.

El dato: Que la verdad va más allá de lo que ven dos ojos es algo que Kurosawa ya nos planteaba en Rashomon.

domingo, 23 de marzo de 2008

Los pasajeros del tiempo: Utopía y el Alex de Voltaire


En mi viaje por el género de la ciencia-ficción me vuelvo a topar con Nicholas Meyer, director de El día después, que con la presente Los pasajeros del tiempo posiblemente firma sus dos mejores películas en una filmografía no demasiado prolífica.


En éste caso no estamos propiamente ante un producto de ciencia-ficción, sinó más bien una mezcla de géneros que aprovecha la figura y obra de H.G. Wells para hablarnos de cómo las visiones y utopías de un escritor chocan con la realidad.

H.G. Wells (Malcolm McDowell) es un apasionado escritor de ciencia-ficción que no conforme con plasmar sus pensamiento sobre papel, construye una máquina del tiempo. En una cena con sus amigos, les revela semejante invento y su propósito de viajar al futuro para ver la sociedad perfecta que cree que será algún día la humanidad.

Londres se encuentra sacudida por una serie de asesinatos de prostitutas a manos de un tal John, que se hace llamar Jack el destripador. La policía acude a casa de H.G. para dar aviso de la cercanía del asesino, y allí descubren un maletín con el arma del crimen, perteneciente a uno de sus amigos, que ha aprovechado la máquina del tiempo para huir al futuro.

Herbert usará la máquina (de vuelta por su sistema de seguridad) para viajar el futuro e intentar dar caza al amigo asesino, más listo que él. Su viaje le llevará al futuro y a California donde sólo y casi sin dinero tendrá que encontrar al otro viajero y evitar que prosiga con su macabra afición.

El film se centra más en las andanzas del escritor en un mundo que no era el que había soñado, un mundo donde sus utópicas visiones no tienen cabida y donde encaja mejor el asesino que no el visionario. Dicha realidad le golpeará en la cara en una conversación con su antiguo amigo, una vez lo encuentra y que desatará una confrontación directa entre ambos.

Dicho ésto, tendremos el juego del gato y el ratón, con romance por medio que será usado por el asesino para no ser atrapado. La ciencia-ficción será usada de esa manera para justificar una (ligera) crítica social y un film de asesinatos con varios toques cómicos que la acercan a la serie B, donde los actores cumplen su propósito y sólo nos resulta especialmente creíble David Warner encarnando a Jack el destripador.

En definitiva, un film ameno, entretenido, con un punto de partida interesante y un desarrollo más que correcto, pero que dista de ser un clásico.

Lo mejor: La idea de hacer a H.G. Wells protagonista de su propia historia.

Lo peor: Los viajes en el tiempo sólo sirven de excusa.

El dato: Malcom McDowell consigue hacer creíble su papel de cándido, cuando todos los recordamos como el brutal Alex de La Naranja Mecánica.

viernes, 21 de marzo de 2008

La recomendación de la semana: Henry: retrato de un asesino

Por ser el asesino más creible llevado a la pantalla, por su realismo y su falta de concesiones, su dureza y la perfecta interpretació de Michael Rooker. John McNaughton tocó techo y nos deja el film de psychokillers más terrorífico jamás filmado.

jueves, 20 de marzo de 2008

Destino Final 2: El plan B de la muerte


Para que vamos a negarlo, ver jovencitos ingenuos palmando en una película es un gran entretenimiento. El cine de terror hace años que se nutre de éste tipo de entretenimiento, donde la mayoría de veces somos más partidarios del psicópata asesino que no de la muchachada.


Si además surge una buena idea, que engacha con el público, ya tenemos una saga lista para ser devorada por el público. La saga que hoy me trae aquí es Destino Final, de sobras conocida por todos vosotros. Un joven tiene una espantosa visión antes de subir a un vuelo con sus compañeros, y decide no coger ese avión, arrastrando consigo a varios de ellos. Cuando el avión estalla tal como el predijo, la muerte irá tras ellos para reparar el error. El acierto de la primera entrega era que la muerte no tenía una entidad física, sinó que se camuflaba de cotidianidad para dar caza a sus presas de la manera más salvaje. La clara representación de que la muerte acecha en todas partes.

Un año después de lo acontecido en la primera entrega, una serie de personas se verán implicadas y salvadas de un accidente múltiple en una autopista. Dicho evento les marcará en la agenda de la muerte y surgirá la relación que les une a las víctimas del vuelo 180.

Sí, no me andaré con rodeos, es una mala película. Pero supongo que nadie esperaba un film de calidad,¿no? Como dije en mi crítica de John Rambo, hemos venido a ver muertes. Y la verdad es que en ese aspecto cumple. Empecé el visionado de Destino Final 2 justo después de ver noticias relacionadas con los accidentes de tráfico en semana santa, y el especial de Callejeros. Así que la escena inicial del film me pareció soberbia, impactante, lejos de la tónica cómica del resto del film. Incluso diría que tenía un componente dramático, casi poético, al hablar de destino. En ésta primera escena mueren todos, para ipso facto volver la protagonista de su visión, y salvar (atasco mediante) a los protagonistas de su visión. Pero sólo a medias, ya que sus amigos perecen, y el accidente ocurre igualmente, pero con otros protaqgonistas, y de paso, varios kilómetros antes.

A partir de aquí, más de lo mismo visto en la primera parte, peró con peores actuaciones, un guión (si cabe) aún más flojo, y personajes aún más torpes. Pero eso nos importa poco, porque sabemos que la muerte va a hacer su trabajo, y al espectador sólo queda sorprenderlo en la manera en cómo nuestro protagonistas abandonan nuestro mundo. Aquí el film juega sus bazas y nos presenta sucesos que avisan de esa muerte, pero que acaba siendo muy diferente a lo que esperamos. A veces realmente ridícula, otras extremadamente gore, y en este caso, quitan ese componente más mundano que tenía el film anterior. Lo atractivo de aquel film era ver cómo en actos cotidianos se pueden juntar ciertos eventos que crean un peligro a priori impensable.

Desde luego no falta estupidez, algunos personajes mueren casi sin buscarlo, pero otros lo merecen. Pongamos el caso del chico ganador de la loteria, que no tiene otra cosa mejor que meter la mano en la trituradora, o el chico aplastado por el ventanal, que hace mucho debió superar el extraño gusto por espantar palomas.

En ésta segunda entrega se juega más con el humor negro (por llamarlo de alguna manera) y los personajes se muestran temerosos ante su muerte, pero no se privan de hacer sus chistes o bromear con la muerte de otros. Ni uno sólo de esos momentos merece mención especial. Mención que sí merece su final, malo y precipitado.

En definitiva, un film malo, pero entretenido, una buena alternativa a tanto remake de película japonesa y que sólo se vuelve aburrido en su media hora final.

Lo mejor: La escena del accidente de tráfico.

Lo peor: La escena de las palomas.

El dato: El director, David R. Ellis, prepara la cuarta entrega después del exitazo de su Snakes on a Plane.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Nos dejan Anthony Minghella y Arthur C. Clarke

Desde luego el día de hoy es un día triste. A la ya sabida muerte de Anthony Mighella ayer a los 54 años, y nos enteramos que Arthur C. Clarke ha muerto a los 90 años. Pocos os puedo decir sobre ellos que no sepais ya, ilustrados lectores, así que sois conscientes de la pérdida.

Minghella se va dejando una filmografía escasa, pero interesante, donde cabe descatar un calificativo: elegante. Si su comienzo con Truly, Madly, Deeply no fue del todo prometedor, su segundo film es la última gran historia de amor del cine, El Paciente Inglés. A ésta seguirían la interesantísma El Talento de Mr. Ripley y la bella Cold Mountain, para acabar con Breaking and Entering, que pasó desapercibida por las pantallas.

Mejor que seguir llenando de datos, dejaros con un video de su legado. Descanse en paz.



Arthur C. Clarke hizo su carrera en la novela de ciencia-ficción, pero nadie olvidará su paternidad en esa joya del cine llamada 2001: Una odisea del espacio. Actualmente se encontraba en proceso de adaptación al cine de Cita con Rama, que iba a ser dirigida por David Fincher.

Hoy, HAL9000 lloraria. Descanse en paz.

martes, 18 de marzo de 2008

La frase de la semana: El Paciente Inglés


"Nuestros cuerpos son los países de este mundo y no las fronteras que aparecen en los mapas con los nombres de hombres poderosos."


lunes, 17 de marzo de 2008

Beowulf: Inmortal se escribe sin te


La inmortalidad ha sido un sueño de la humanidad desde sus comienzos. Como hito imposible, ese sueño de trascender, de estar más allá de la vida y la muerte fue convertido a gloria, a leyenda, a querer formar parte de la historia y del imaginario colectivo. Para ello debíamos ser lo que nadie pudo ser, protagonizar las hazañas más increibles y salir vivo de ellas.

Claro está que esas historias no tienen porqué ser ciertas ni necesitan de testigos, simplemente un buen medio de difusión y un público suficientemente crédulo para elevar a los altares a su protagonista. Si además contamos con el favor de los dioses, barlovento y autopista sin peaje, a cambio de hacerle un bombo a Angelina Jolie, entregarle un cuerno, y regalarle dos a la cónyuge, parece que dicho precio resulta irresistiblemente inmoral.


Un pequeño pueblo en Dinamarca vive aterrado por la amenaza de Grendel, hijo de demonio que incapaz de soportar las ruidosas celebraciones de sus vecinos, cierra las fiestas por la vía rápida. Ante tal amenaza el pueblo se ve necesitado de un heroe que acabe con dicho monstruo, que parece formar parte de un pasado oscuro del rey.


Beowulf acude en ayuda del rey, antiguo amigo de su padre, para acabar
con la amenaza y secreto del rey. Dicho secreto viene de la necesidad del rey de tener descendencia, que le lleva a dejarse seducir por el demonio encarnado por Angelina Jolie, fruto del cual nacen sus quebraderos de cabeza, su único hijo y amenaza de su pueblo. Su reina, conocedora de los hechos será incapaz de intentar engendrar con su esposo y poco tardamos en ver su atracción hacia el recién llegado Beowulf, que rendirá a sus pies a los aldeanos con sus historias.

Una vez muerto el hijo del rey, éste le pide a Beowulf que acabe con el demonio que le sedujo, a cambio de entregarle un cuerno de oro. Con esa intencion acude Beowulf a la cueva del demonio, pero éste, encarnado en el cuerpo de Angelina le hace caer en la misma trampa que al rey. Le promete prosperidad y paz a cambio de un hijo, ya que le ha arrebatado uno. Mientras el cuerno que debe entregarle no salga de esa cueva, el pueblo vivirá en paz y la fortuna sonreirá a Beowulf. Tanto que al volver al pueblo proclamando la muerte de la arpía, el rey le nombrara su sucesor, le entregará todas sus posesiones y a la misma reina a su muerte, que sucede breves instantes después ante la sorpresa de todos.

Años más tarde vemos en Beowulf un rey desgastado, sin herederos y llevando a jovencitas cada noche a su cama. Su pueblo prospera, gana batallas y riquezas y el cantar de Beowulf crece en hechos y gloria a cada día que pasa. Pero el rey no tiene sucesor y carga sobre sus espaldas el peso de sus actos.


Un buen día aparece un súbdito con una reliquia entre las manos que despierta los fantasmas del Rey. El cuerno
está en su reino, se ha roto el pacto y no tarda un demonio (su hijo) en forma de dragón en arrasar el pueblo y sus habitantes. Volverá a ver a la madre de su hijo para devolverle el cuerno, pero será tarde...

A priori podría parecer una manía extraña buscar tanto realismo en un film de animación, pero vistas las intenciones de Robert Zemeckis se entiende que optara por ésta manera de hacer cine. Así es como busca planos imposibles y secuencias muy dificilmente rodables al estilo tradicional. De paso añade expresividad a algunos actores y ahorra en pagarle un desnudo a Angelina Jolie.

La historia es sencilla en hechos, pero compleja en forma, una aventura donde prima más el lado oscuro de los personajes que la propia acción. Su duración no llega a dos horas y en ningún momento se hace pesada o larga. Sí se hace extraño el gusto por mostrar desnudos, que llevan a centrar la acción en tapar a toda costa las vergüenzas del protagonista.

Sin ser un prodigio narrativo, su sencillez hace que sea un film apto para ser visto sin aburrirse ni exigir un esfuerzo por parte del espectador, cuyo visionado se hace más ameno a causa de los efectos que crean escenas de estética cercana al videojuego.

En definitiva, un film muy entretenido, que nos hace sentirnos seducidos por la via inmoral hacia la inmortalidad, donde el héroe es de paja, con una voluntad más debil que sus músculos. Una historia de decadencia y mentiras, muerte y traición, y de palomitas.

Lo mejor: Lo pronto que se complica la trama da profundidad al argumento.

Lo peor: El gratuito culo de Anthony Hopkins

El dato: Basado en el poema épico anglosajón de mismo título, del que existe otras versiones cinematográficas, una protagonizada por Christopher Lambert, y otra por Gerard Butler.

domingo, 16 de marzo de 2008

La imagen de la semana

Aquí tenemos a Corey Feldman y Corey Haim, que a sus 36 años se encuentran rodando la secuela de Jóvenes Ocultos. No es una broma, Lost Boys 2: The Tribe tiene aquí su avance.

sábado, 15 de marzo de 2008

La Niebla de Stephen King: Aburrimiento de supermercado


Hay directores cuya carrera se ha visto directamente ligada a la obra de un autor. En la mayoría de casos ese autor es Shakespeare, buena prueba de ello la tenemos en Kenneth Brannagh. A él se une Frank Darabont, cuyos gustos literarios son más cuestionables. Ambos directores han llevado 4 obras de sus autores predilectos a la pantalla, coincidiendo además en la adaptación que Brannagh hizo del Frankenstein de Mary Shelley, cuyo guión firmaba Darabont.

Si bien el éxito sonrió a éste último en la excelente Cadena Perpetua, después ha caído en el olvido pese a firmar La Milla Verde y The Majestic.Ahora nos llega La Niebla de Stephen King, fracaso en la taquilla americana. La película está basada en un relato corto de Stephen King, de igual título y que nos narra la llegada de una extraña niebla a un pequeño pueblo, que dejará a los habitantes encerrados en un supermercado.

David es un dibujante al cual una tormenta coge en plena creación. Al salir de su refugio junto a su hijo y su esposa descubre que un árbol ha ocupado su estudio. Para colmo de males, el árbol de un vecino ha destrozado su embarcadero y será hablando con él que den cuenta de una misteriosa niebla que ocupa el lago.

Sin darle más importancia al asunto, se dirige al supermercado del pueblo cuando la niebla lo cubre por completo. Un lugareño sobrevivirá a ello siendo testimonio para el resto de habitantes hacinados en el comercio. El superviviente afirmará no haber visto nada, pero saber que algo se esconde en la niebla que se ha crujido a su vecino.

Con la duda sobre si creerle o no e incapaces de ver nada a través de los cristales, ninguno tomará el riesgo de salir a ver qué sucede, mientras la iluminada del pueblo vaticinará la llegada del Apocalipsis. Aquí posiblemente se abre el único punto interesante del film, que será el ascenso de la beata hasta creerla la enviada de Dios.

El gran problema del film es su falta de emoción, en todos los sentidos. Los personajes apenas son emocionales y las escenas de acción rodadas muy desapasionadamente, casi como si un film de serie B fuera, conjetura que cuadra perfectamente con los flojos efectos especiales. Pero de ninguna de las maneras el film funciona, dejando todo el interés en la interacción entre los personajes. Esa era la idea, ver que el ser humano puede llegar a ser terrorífico en contraste con la amenaza externa, pero por desgracia no está bien aprovechada.

La reacción de los personajes ante la casi segura muerte de sus familiares apenas tiene importancia, y los seguidores de la creyente pasan de odiarla a amarla y obedecerla incluso en los actos más bárbaros. Cierto es que la supervivencia nubla el juicio, pero el cambio se produce demasiado rápido y no vemos ni un solo diálogo que ponga cara a cara ambas posturas. Sólo vemos los que tienen la certeza de su megalomanía, y los que la siguen sin cuestionarla.

Los seres, que supuestamente vienen de una dimensión paralela a causa de un experimento militar, tienen un diseño y una efectos bastante flojos, a excecpión del ultimo de ellos que vemos hacia el final del film. Final potente pero desubicado, ya que no parece encajar en lo visto hasta ese momento, y menos en el relato de Stephen King, ya que no acababa así el original.

La dirección mas bien se limita a seguir camara en mano a los actores, y sin lucir, cumple. Pero los actores parecen totalmente perdidos en la adaptación, no convencen en absoluto y el aspecto interpretativo sólo lo salvan la beata (Marcia Gay Harden) y el cajero (Toby Jones).

En definitiva, un film malo, flojo, pero curioso teniendo en cuenta que la cabeza de Stephen King da para mucho.

Lo mejor: Las pocas veces que el film consigue transmitir claustrofobia.

Lo peor: Los actores, sin duda.

El dato: Darabont tuvo la valentía de poner un final como el de este film, diferente al del libro.

viernes, 14 de marzo de 2008

La recomendación de la semana: La casa de arena y niebla


Por su excelente historia, su vigencia y lo perfectamente construidos que están los personajes. Por su debutante director, Vadim Perelman, cuyo segundo film tiene ésta pinta.


jueves, 13 de marzo de 2008

Starship Troopers 2: Capada pero entretenida


Habra quien considere a Paul Verhoeven un genio, mientras que otros lo detestan. Sin embargo nadie duda que sus películas suscitan gran revuelo y polémica. A lo largo de su carrera se ha hecho cargo de títulos como Showgirls, Instinto Básico o Starship Troopers, y no se le puede negar haber creado escuela con ellas.


A dicha escuela pertenece directamente Starship Troopers 2: Heroe de la federación, una secuela menos contundente que la original, y sin embargo igual de entretenida. Si bien podríamos esperar la típica americanada que amplia a cotas aún más altas la violencia y espectacularidad, no es así. Éste film aparte de ser más modesto, es menos salvaje y crudo que el primero, dando un pequeño giro a la historia, dando más protagonismo a unos seres menos espectaculares.

Ésta vez los soldado se encuentran sitiados en un planeta lejano. Rodeados de insectos huyen para protegerse en una base militar abandonada. Allí encontrarán a un sólo superviviente, encerrado por matar a su superior, pero que resulta ser un excelente guerrillero imprescindible para su supervivencia.

Con tono pausado, vivimos el aislamiento de los soldados y la llegada de un grupo superviviente de una base cercana. Una barrera los protege del enemigo, con lo que se verá que los recién llegados no serán aliados sino enemigos.

La amenaza en ésta secuela será un ser que se mete en el cuerpo de los soldados y los controla, siendo su estrategia un orquestado plan para llegar al general y poder extender su plaga dentro de las altas esferas militares. Así atamos cabos sobre el papel del ex-convicto y sus razones para matar a su superior.

La batalla será intra-muros, violenta pero sin la espectacularidad de su predecesora y en algunos momentos incluso cómica. Pero sabiendo de sobras lo que nos espera, se nos hace ameno tan modesto entretenimiento. Si nos gustó la primera, no tiene porqué disgustarnos ésta segunda entrega.

Cabe destacar, sino la pericia del director, si el currículum de Phil Tippett, que en varias facetas ha participado en films como Star Wars, Robocop, Willow, Indiana Jones y el templo maldito o Jurassic Park. Aunque como director sólo figura un cortometraje titulado Prehistoric Beast.

Director aparte, el film es entretenido, aunque menos contundente que la obra de Paul Verhoeven. Un film breve y conciso para eso ratos tontos.

Lo mejor: Su sencillez, y el pequeño giro argumental.

Lo peor: La escena de la infectada arrasando antes de suicidarse.

El dato: En post-producción tenemos ya la tercera entrega.