lunes, 30 de junio de 2008

La imagen de la semana


Sin comentarios...


domingo, 29 de junio de 2008

Grandes momentos del cine: Videodrome


Aprovechando que ha saltado
la noticia sobre la versión musical que de La Mosca quiere hacer Cronenberg, el gran momento del cine es para otra de sus joyas.
¡Larga vida a la nueva carne!



¿Usarán El vuelo del Moscardón en la banda sonora?

sábado, 28 de junio de 2008

Los cronocrímenes: Lo casero siempre sabe mejor


Antes que nada, mil agradecimientos a Nacho Vigalondo. No, no tengo la suerte ni de haberme cruzado con él, pero encuentro de un mérito grandioso haber sacado adelante y habernos regalado semejante producto. Producto que no es una obra de arte, pero a veces la apuesta es más importante que el resultado.


Empecé este blog en Octubre del año pasado, coincidiendo aproximadamente con el Festival internacional de cine de Cataluña. En dicho certamen se presentaban hasta 4 productos patrios que me llamaban poderosamente la atención: El orfanato, [·REC], La habitación de Fermat y Los cronocrímenes. El éxito les ha sonreído precisamente en ese orden, y mientras que las tres primeras ya se pasearon por cartelera y ya las tenemos en DVD, Los cronocrímenes llega ahora a la gran pantalla. ¿Por qué? Porque Vigalondo los tiene cuadrados ha sido el único capaz de parir un film al margen de los dictados de la industria, algo diferente a los blockbusters americanos y menos pretencioso que las propuestas de Piedrahita, Balagueró y Bayona.

Los cronocrímenes narra la historia de Héctor (Karra Elejalde), que se verá sorprendido por la visión de una joven desnuda (Bárbara Goenaga) mientras disfruta de su retiro campestre junto a su mujer (Candela Fernández). Siguiendo el rastro de la joven se verá atacado por un hombre con el rostro vendado, y en la huida será engañado por un científico (Nacho Vigalondo) que lo transportará una hora antes en el tiempo.

La paradoja temporal creada llevará a Héctor a estar repetido y tener que provocar los actos que le llevaron a la máquina temporal, pero desde otro punto de vista. Pero jugar con los viajes en el tiempo siempre tiene consecuencias imprevistas.

El film bebe directamente de Primer, genial obra de Shane Carruth, pero navega por otros derroteros y simplifica la apuesta a la vez que la hace más cómica y canalla. Una ciencia-ficción de estar por casa, donde hasta los viajes en el tiempo son humildes (nada de viajes a la Grecia antigua, no, sólo una hora al pasado) y las historias implican a un pequeño grupo de personas.

Pese a la sencilla apuesta, la historia se complica (algo artificiosamente) para compensar lo lineal de la trama. En ése sentido, dirección y guión son impecables, salvo las reacciones de los personajes, así como la interpretación de un despistado Karra Elejalde. Vigalondo no es actor, y su papel viene más motivado por ahorro de presupuesto, así que capea el temporal como puede.

Y es que Los cronocrímenes tiene más valor por lo que representa, que por lo que es. Es un film apreciable, interesante y entretenido, una gran ópera prima, y a la vez una apuesta por un cine diferente y arriesgado, más cerca de las nuevas series norteamericanas que de su cine.

Sin duda, no será en taquilla donde mejor sea valorado, y puede que ni entre la crítica, pero desde luego ensancha un camino que ya abrieron Amenábar y Balagueró. Sin la notoriedad y el éxito de público que tuvo Tesis, Los cronocrímenes viene a ser su equivalente en el terreno de la ciencia-ficción, 11 años después de que la canadiense Cube pusiera de moda dichas producciones.

En definitiva, un soplo de aire fresco, un buen film con una apuesta sencilla y algún giro interesante. Vigalondo apunta maneras y denota un profundo respeto por el espectador, y desde luego su primer largo lo demuestra. Muy recomendable para quien esté cansado de salir del cine habiendo visto una mala versión de cualquier otro film.

Lo mejor: El guión, pese a algún tropezón.

Lo peor: Las interpretaciones.

El dato: La productora de Tom Cruise ya se ha hecho con los derechos para hacer un remake.

viernes, 27 de junio de 2008

La recomendación de la semana: El habitante incierto


Hoy me la juego con cine español, y con el film de un debutante como es Guillem Morales. Un retrato de la soledad y sus fantasmas disfrazado hábilmente de thriller. Y encima excelentemente interpretado. Un lujo del que habrá remake americano.



jueves, 26 de junio de 2008

Margot y la boda: Neurosis en vena y Jack Black


Parece ser que los personajes atormentados resultan muy interesantes al público, puede que porque disfrazan una profundidad tras su neurosis, o porque simplemente nos identificamos antes con el sufrimiento que con la dicha. Pero desde luego un personaje complejo no se crea a base de presentar a alguien atormentado hasta el paroxismo, sin voluntad de evolución ni motivo a su infortunio.


Si además no te presentan un carácter complicado, sino toda una tropa de tarados, gozosos de su perturbada condición y cuya única voluntad es reafirmarse en su infelicidad. Si por azar o locura creyerais que Margot y la boda bebe de Bergman o del Allen de Interiores, olvidaros, este título bebe y punto. Más que el retrato de una familia disfuncional, es una mala resaca más cercana a los resúmenes de Gran Hermano que a cualquier análisis serio de los problemas familiares.

Margot (Nicole Kidman) es escritora y está como una chota (para qué dar rodeos). Viaja con su hijo Claude (algo rarito) a la boda de su hermana Pauline (Jennifer Jason Leigh), que también es para echarle de comer aparte. Las rencillas entre ambas hermanas no tardarán en aflorar, siendo el catalizador el prometido de Pauline (Jack Black), al que Margot no considera digno de su hermana.

Todo se complicará cuando Pauline confíe el secreto de su embarazo a Margot y éste dure menos que la lucidez del guionista, a la par que Pauline descubre que Margot realmente asiste a la boda por una charla en la que coincidirá con su amante (Ciarán Hinds). A partir de aquí es Margot contra todos, un conflicto tras otro y un concurso para proclamarse el tarado del año.

Y es que desde luego el film carece de propósito alguno, con unos personajes que ni evolucionan ni están mínimamente perfilados. Los traumas que presentan sólo disfrazan lo excesivo de sus actos, y éstos a su vez, para justificar la apuesta, que no es nada más que eso: neurosis contra neurosis.

Sólo ciertos diálogos gozan de lucidez, e incluso ciertas frases son realmente brillantes, pero casi siempre son tan forzadas que no ayudan a presentar un producto mínimamente decente. En un conjunto tan caótico es normal que, aunque sea por contrate, haya buenos momentos.

Las interpretaciones desde luego están a la altura del guión, donde todo es excesivo, y sólo John Turturro aporta cierta calma y equilibrio, pero tan breve como innecesaria será su presencia. Sorprende que Noah Baumbach, después de Una historia de Brooklyn y Life aquatic, nos presente semejante película, confusa e innecesaria, cuando sus personajes anteriores sí poseían entidad, y no eran simples parodias.

En definitiva, no es necesario hablar más de Margot y la boda porque no tiene ni pies ni cabeza, y encima aparece (que no actúa) Jack Black, y para escuchar gente irritada diciendo tonterías, me pongo la COPE.

Lo mejor: La escena del árbol.

Lo peor: La cantidad de metraje carente de propósito alguno.

El dato: El trío protagonista compartió vivienda durante el rodaje por tal de pulir las relaciones entre ellos.

miércoles, 25 de junio de 2008

Cosas que perdimos en el fuego


Para muchos que creían que no hubo gran pérdida en el fuego que arrasó los estudios de la Universal, aquí una muestra. Vemos un fotograma quemado de Regreso al Futuro, con la imagen más abajo de la misma escena en el film, más o menos.

Muchos tesoros se habrán perdido en el fuego...



Y de paso os dejo con el poster del remake de Ultimátum a la tierra, dirigida por Scott Derrickson (El Exorcismo de Emily Rose) y protagonizada por Keanu Reeves, Jennifer Connelly, y Kathy Bates, y John Cleese. Spielberg abrió la veda, y el resto se apuntan al carro.

Vía Slashfilm.

martes, 24 de junio de 2008

La frase de la semana: JFK


"Si hay mucho humo, tiene que haber fuego".


The dead girl: Muerte y efecto mariposa


La muerte en el cine no siempre el final del camino, la conclusión, sino que muchas veces es el germen de la narración. Valga como ejemplo Ciudadano Kane. Así es como la muerte se convierte en origen y destino, cuyos ecos resuenan y se propagan caótica y narrativamente. Ésa es la propuesta de The dead girl, más drama que thriller, un viaje por la muerte y la pérdida.


A bordo de la nave tenemos a la desconocida Karen Moncrieff (Blue Car), que dirige y firma el guión. Una historia coral dividida en 5 episodios independientes, con 5 protagonistas femeninos relacionados de alguna manera con el asesinato de Krista (Brittany Murphy), y de cómo dicha muerte alterará por completo sus vidas.

Arden (Toni Collette) vive con su déspota madre. Ella descubre el cadáver e inmediatamente la tranquila vida del pueblo se altera, convirtiéndola a ella en el centro de atención, cosa que su madre no acepta. La hermana de Leah (Rose Byrne) desapareció años atrás. A su trabajo como médico forense llega un cadáver con marcas de nacimiento que la llevan a pensar que es su hermana, hecho que permitiría salir de la espiral de incertidumbre alimentada con esperanza que ha tenido a su familia sufriendo durante años.

Ruth (Mary Beth Hurt) vive sólo para cuidar de su marido. Ella cuida del hogar y del alquiler de locales, sin salir nunca de casa, y casualmente descubre ropa interior ensangrentada en uno de los locales. No tardará en relacionar las extrañas ausencias de su marido con la serie de asesinatos de jóvenes. Melora (Marcia Gay Harden) es la madre de Krista, desesperada en busca de pistas sobre su paradero. Una pista le llevará a un motel y a la prostituta que compartió habitación con su hija.

Krista (Brittany Murphy) abandonó muy joven su hogar sin dejar rastro alguno. Con una hija a la que apenas ve y un novio conflictivo, el azar y su moto la dejarán tirada. Será el marido de Ruth quien pare el coche para acercarla a casa, aunque Krista jamás llegara a casa.

Las 5 historias forman un collage sobre como la muerte hace acto de presencia en personas sin relación alguna. Dicha propuesta se centra más en el drama y la muerte como catalizador del cambio pero tiene el problema de representar una serie de historias sin conexión ni hilo narrativo que dan lugar a un producto muy irregular.

Pese a la buena construcción de las historias por separado, queda la sensación de que el film carece de propósito, que tanto da 5 historias que 3 o 15, y que un formato por capítulos desgastaría menos al espectador. Y es que no podemos negar el enorme atractivo del reparto, por el que también pasean James Franco, Josh Brolin y Giovanni Ribisi, pero eso no ayuda a justificar el film.

La apuesta de la directora es elegante, íntima, y consigue provocarnos empatía hacia cada uno de los personajes, pero es el trabajo de guión el que lastra el film. Incluso un montaje donde las historias no se sucedieran linealmente, sino que se intercalaran, podría haber funcionado mejor, manteniendo el interés hasta el final.

En definitiva, el resultado es un film flojo, que pese a momentos interesantes y bien llevados, acaba siendo monótono. Una apuesta sencilla y desganada que, por su propia naturaleza, acaba siendo muy irregular.

Lo mejor: El reparto

Lo peor: Son 5 historias que nunca funcionan como una.

El dato: El film se estrenó en dos salas americanas en diciembre de 2006. No ha llegado al millón de dólares en todo el mundo, pero España es el segundo país donde más ha recaudado el film (130.000$).

lunes, 23 de junio de 2008

La imagen de la semana


La actualidad manda, pero ésto es un blog de cine, así que me encomiendo al gran John Huston.


domingo, 22 de junio de 2008

Grandes momentos del cine: El resplandor


¿Pensabais que os pondría la escena del hacha y el mítico "Here´s Johnnny"? Pues no, me quedo con la escena del ascensor, realmente turbadora. Y en éste caso fue incluida como trailer del film. Cuántas grandes imágenes dejó Kubrick...



Fringe (Piloto): Lo nuevo de J.J. Abrams


Cada nuevo proyecto de J.J. Abrams viene cargado de expectación. Para muchos no la merece, pero no podemos restar méritos al creador de Alias, Felicity, Lost y Cloverfield. Y en ésta ocasión trae bajo el brazo una serie que, como bien apuntaban los rumores, viene a suplir el hueco que dejó Expediente X, y que se estrenará éste otoño en EE.UU.

Si bien Expediente X se encargaba de lo paranormal, Fringe más bien hace su camino en el terreno de la pseudociencia (fringe science) y los avances tecnológicos. Como bien apuntan en el episodio piloto, hay una verdad oculta que pasa inadvertida para la gran mayoría de personas, un mundo de sucesos inexplicables que sirven de origen a la serie.

El piloto empieza con un avión atravesando turbulencias, y un pasajero nervioso inyectándose insulina. Eso no ayuda y decide ir al servicio, hecho que llama la atención de la azafata que irá en su busca, para encontrar al hombre completamente deforme y pidiendo ayuda. La infección alcanzará a todos los pasajeros y al capitán, que pondrá el piloto automático a tiempo. Plano del avión desde fuera, atravesando la tormenta, y entramos en la cabecera. ¡Empieza Fringe!

La cabecera vuelve a tener un toque retro, como ya la tuvo la de Lost. Vemos conceptos como teletransportación, materia oscura, piroquinesis o preconocimiento, junto al título de la serie, con el mismo tipo de letra que el de Lost. No es demasiado espectacular la cabecera, la verdad.

Vemos a nuestra protagonista, llamada Olivia Dunham (Anna Torv), que mantiene una relación con otro agente del gobierno, y ambos son llamados para atender el caso del avión fantasma aterrizado. Ambos estarán a las órdenes de Phillip Broyles (Lance Reddick) que pasó tiempo en prisión gracias a Olivia. No hay señales de vida en el avión, solo sangre en las ventanas, y el estado de los cadáveres les llevará a pensar en un ataque químico. Una pista les llevará a unos almacenes a la pareja de detectives, donde veremos vivo al hombre que inició la infección en el avión, y el agente Scott (Mark Valley) será infectado.

A partir de aquí comenzará una cuenta atrás para descifrar el enigma de la infección que acabará con la vida del agente Scott. Para ello, la agente Olivia reclutará al Doctor Walter Bishop (John Noble), confinado en un psiquiátrico a causa de las atrocidades que tuvieron lugar en su laboratorio años atrás, y origen de la infección. Para ello necesitará la ayuda de un familiar cercano que autorice la salida del centro del doctor, y la tarea recaerá en Peter Bishop (Joshua Jackson), hijo del doctor. Así tendremos creado el grupo que investigará una posible cura para el agente, mientras buscan al responsable de la infección en el avión.

Gracias a los conocimientos del doctor Bishop, Olivia entrará en un mundo desconocido entre la ciencia y la ciencia-ficción y su superior le hará saber que ese mundo existe, más allá de una realidad que esconde dichas verdades. Si en Expediente X eran los expedientes X, aquí se habla de The pattern (patrón), y vemos involucrada a una multinacional, que sirve (junto al final) para indicarnos que las grandes corporaciones están por encima de gobiernos e instituciones.

Vista la idea de la serie, resulta atrayente, pero el piloto no es todo lo atractivo como lo fueron el de Alias o Lost. El piloto comparte presupuesto con el de Lost, ambos costaron 10 millones de dólares. Si bien el tema del vuelo 627 (que no Oceanic 815) es impactante, pero la historia acaba por centrarse de lleno en la búsqueda de un remedio a la infección y la presentación de todos los personajes, solucionando el tema del avión en los últimos cinco minutos, y no con mucho acierto.

Desde luego con semejante coste de producción, el resultado está a la altura de cualquier film en cartelera y es muy indicativo de cómo la televisión come poco a poco terreno al cine, más allá de la migración de guionistas a las series televisivas. Desde luego es una apuesta muy fuerte hacia el proyecto de Abrams, destinado al primetime.

Más allá del avión como guiño a Lost, tenemos a Michael Giacchino, compositor de la banda sonora de ambas series, Ratatouille y Los increíbles, entre otros trabajos. Incluso alguna pieza de Lost suena durante el piloto. El guiño claro a Expediente X viene hacia el final, con la frase del compañero de Olivia que comenta que "the truth is ... we´re obsolete" cuando esperamos el ya mítico "the truth is out there".

En definitiva, la serie llama la atención pero debe mejorar con respecto al piloto. Posiblemente opten por realizar capítulos autoconclusivos, donde se empiece y acabe un caso pero manteniendo una historia que de sentido a cada temporada, más cerca de lo que era Alias que no de Lost. Es una de las series que más llama la atención de la nueva hornada que nos llegará en otoño, así que vale la pena darle de nuevo la oportunidad al genio de Abrams.

sábado, 21 de junio de 2008

Funny Games U.S.: Haneke se va de gira


Para eliminar rápidamente preguntas absurdas o polémicas, Michael Haneke en una reciente entrevista reconoce que el propósito de su remake es conseguir que su obra llegue al máximo de gente posible, cosa que no era posible en el alemán original. No seré yo quien lo critique, o se escude en el cine doblado y subtitulado, y mucho menos quien afirme que la copia plano a plano es muy inferior a la original.

Haneke afirma en dicha entrevista que gusta de estar fuera de la norma, provocar, y sobretodo respetar al espectador como él espera ser respetado al entrar a una sala de cine. Para muchos un genio, para otros un fraude, no cambia su sello, cosa que hace más desconcertante su cambio de rumbo con la adaptación de Funny Games 11 años después de su estreno.

Ann (Naomi Watts) y George (Tim Roth) se disponen a pasar unos días en su residencia de verano, junto a su hijo Georgie. Sus amigos les presentarán a dos jóvenes que con poco esfuerzo acabarán por retenerlos en su propia casa, haciéndolos partícipes de un macabro juego.

Con el fin de divertirse, con el sufrimiento como propósito, apostarán que la familia estará muerta antes de las 8 de la mañana. Tomad asiento de primera fila para el demencial espectáculo de Haneke.

Y es que Haneke juega con el espectador a la manera que Welles hizo en Ciudadano Kane, siendo un personaje más del film, con esas descaradas miradas directas a cámara por parte de los jóvenes. Escalofriantes miradas de alguien que disfruta y comparte con el espectador, incapaz de apartar la vista de la pantalla.

Ahí marca la diferencia el director. Mientras que la propuesta nos sitúa del lado de Ann y su familia, los continuos guiños al espectador pretenden que veamos el miedo desde el punto de vista del ejecutor y no de la víctima. Así se recrea el director en planos largos, pero evitando toda violencia explícita, siendo una maquinaria perfecta tan repugnante como hipnotizante.

El miedo entra directo en el mismo corazón de la familia, con juegos que destruyen a la persona desde dentro y que desde el principio intuimos que no habrá final feliz. Tanto es así que el mínimo atisbo de salvación es subsanado con un rewind que vuelve a recordarnos nuestro rol como espectador, como un puñetazo directo a nuestro voyeur estómago.

Siendo calco plano por plano, las únicas diferencias vienen en las caras de los actores, todos más que correctos. Sin entrar en comparaciones con la original, si me sigue pareciendo más inquietante el rostro de Arno Fisch, sin desmerecer el trabajo de Michael Pitt. Aunque el peso cae realmente sobre Naomi Watts, que como leemos en la entrevista, era una de las condiciones para rodar el remake.

En definitiva, Funny Games U.S. es un macabro espectáculo, un ejercicio tan adictivo como repulsivo, una prueba al espectador. En la era youtube el film tiene más vigencia que nunca, donde casi nos ponemos en la piel del cámara, cómplice de una pulcra e inmaculadamente blanca maldad.

Lo mejor: La lenta mecánica del film que poco a poco nos va calando hasta asfixiarnos.

Lo peor: Pensar que éste film era necesario.

El dato: Recomendación de Haneke, Kiarostami y Dumont.

viernes, 20 de junio de 2008

La recomendación de la semana: Dos en la carretera


Aprovechando que tenemos la última obra de
Albert Finney en cartelera (Antes que el diablo sepa que has muerto), me gustaría recordar que existía antes de Erin Brokovich. Un Stanley Donen de categoría para una historia de pareja con Finney y Audrey Hepburn en estado de gracia. Un film memorable.



miércoles, 18 de junio de 2008

El incidente y el efecto verde


Vamos con una de polémica... A través de El blog de Chacal me entero que existió un guión original de El incidente, diferente al que finalmente se llevó a las pantallas. Chacal nos linka a TCM donde podemos leer las impresiones de un afortunado que ha podido leer ese guión original.


Al parecer, tras el fracaso en taquilla de La Joven del Agua sólo la Fox aceptó financiar su nuevo proyecto, a cambio de que lo reescribiera. Así pasó de llamarse The Green Effect (El efecto invernadero) a The Happening. Al parecer dicho guión trataba más profundamente los personajes y tenía más escena dramáticas.

Quien no haya visto el film, mejor que pare de leer, porque parte del guión la vamos a destripar.

- Alma si tuvo realmente una relación con otro hombre y tenía intención de dejar al protagonista. Minipunto a la madurez.

- Los estragos que causa el ataque vegetal son a gran escala, mundial, vamos. Minipunto al dramatismo.

- El protagonista recuerda un suceso parecido con respecto a una población de hormigas aniquilada por la vegetación. Eso sirve para justificar el momento en que se enteran que el ataque es realmente vegetal (al bajar del tren). Entonces Elliot habla de que no todo el mundo será aniquilado ya que la vegetación sólo busca reestrablecer un equilibrio. Minipunto para Al Gore.

- Los dueños del viveros no son tan extravagantes y explican a Elliot y Alma que existe un detonante desconocido que es el que provoca el ataque. Entretanto, Elliot no podrá evitar el suicidio de una niña de 12 años. Minipunto al realismo y al realismo.

- Los dos adolescentes que acompañan a Elliot no mueren como vimos, sino que provienen de familias conflictivas, y como inadaptados deciden prender fuego a un prado. Acaban como Juana de Arco.

- La señora solitaria no es tan excesiva como en su revisión. Muere con su propia cruz que lleva colgada al cuello, y sirve igualmente para que Elliot vea que el ataque se ha reducido a individuos.

- La escena final es más o menos parecida, pero todos los amantes de Shyamalan sabíamos que ese anillo significa algo y tendría importancia. Y originalmente la tenía. Al parecer el anillo es capaz de interpretar el estado de ánimo de la persona, igual que la vegetación, y cuando detectan (¡DANGER!) una mala persona, odio, rabia o lo que sea que no suene cursi, pues atacan. Así Elliot entiende que si sale de la cabaña no será atacado. Y tal y como se reunen los tres, aparece la anciana malherida aún viva.

- El final no es apocalíptico, sino que se nos muestran escenas de muchos supervivientes a lo largo del planeta, sin un segundo ataque.

Éstas son las líneas principales del guión original, y no se vosotros, pero a mi me parece más acertado. Puede que con la versión final se haya obtenido un film más inquietante y académicamente incorrecto, pero también hemos perdido un buen pedazo de Shyamalan en ello. ¿Qué opinais sabios lectores?

Vía CanalTCM.

martes, 17 de junio de 2008

La frase de la semana: Drácula de Bram Stoker


"Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte
de la felicidad que trae".


lunes, 16 de junio de 2008

El reparto de Futurama al completo


Alguien se ha tomado de recopilar todos los personajes aparecidos en
Futurama (que son muchos) y yo os lo traigo para todos los que hayan distrutado la serie tanto como yo. En breve aparecerá el segunda película de las cuatro que han de sacar a modo de quinta temporada. Aquí podeís ver mi reseña sobre la primera.

Vía Slashfilm.

La imagen de la semana


Acabó la cuarta temporada de House, con un capítulo tan dramático como paranormal. Nos fiamos de los guionistas, aunque sambemos que se toman
muchas licencias. En todo caso un buen final de temporada.


domingo, 15 de junio de 2008

Grandes momentos del cine: Rebeca


No necesita presentación. Manderley, Hitchcock y uno de los arranques de un film más impresionantes jamás filmado.



Antes que el diablo sepa que has muerto: Lumet te la habrá colado


Sabio azar
, que corrige nuestros errores pero no aplaca nuestra testarudez. Sala 12 dicen entrada y taquillera, mientras mi colega se va de cabeza a la 11 guiado por el póster de la entrada. Toca corregirle y ocupar nuestras localidades en la sala 12, para disfrutar de los apasionantes trailers de Kung Fu Panda, Mamma Mia! y la secuela (¿necesaria?) de Las crónicas de Narnia.


La elección del film venía condicionada por mí, que ya había visto Indiana Jones y Lumet era el plan B. Sin embargo el azar, más listo que Keyser Soze, guardaba su as en la manga, en forma de bonito logo de LucasFilm al inicio de la película. Pese a las ganas de mis compañeros, imitamos al resto de la sala y nos fuimos a la sala contigua donde Lumet había tenido el detalle de retrasarse un poco para que no perdiéramos detalle del arranque del film. A partir de aquí, cual American Beauty, todo fue a peor.

Como reza el título del film, "Mejor que estés en el cielo media hora Antes que el diablo sepa que has muerto." Es la historia de dos hermanos acuciados por las deudas, mientras que Hank (Ethan Hawke) debe varios meses de pensión a su ex-mujer, Andy (Philip Seymour Hoffman) deberá afrontar una auditoria, sus drogadicción y el deseo de mudarse a Sudamérica con su mujer (Marisa Tomei).

Ante tan adversa situación Andy animará a su hermano a robar la joyería de sus padres, seguro y sencillo plan dónde solo el seguro se vería perjudicado. Claro, el azar (y el guión, claro) llevará a ambos hermanos a ser culpables del asesinato de su madre, mientras que su padre (Albert Finney) iniciará su lucha particular para encontrar al responsable.

La apuesta no es nada novedosa, pero es lo de menos, una buena historia con algún giro argumental funciona perfectamente. Pero desde luego no lo que ha hecho Lumet, que apuesta por un montaje de lo más engañoso para dotar de ritmo al film, y acaba por tomarnos por tontos. Nos topamos con innumerables incongruencias en el guión, que pretenden ser disimuladas a base de saltos temporales y repeticiones absurdas de una misma secuencia, pero acaban dejando con el culo al aire a un guión que se ajusta más a un cortometraje.

Para empezar tenemos a dos hermanos que se acuestan con la misma mujer y que deciden atracar la joyería de su familia, acabando con la muerte de la madre. Algunos ven en ello una tragedia griega, pero resulta más un efectista truco para sorprendernos luego con la identidad de anciana muerta en el robo. La torpeza del atracador merece capítulo aparte, que encima muere, quedando el tema resuelto. Pero aparece el padre que, cual Jessica Fletcher, sospecha que debe haber más implicados y dedica su vida de viudo jubilado a buscar pistas e importunar a la policía.

Es así como vemos que contada ordenadamente, la historia tiene lagunas enormes y gran falta de verosimilitud, y el caprichoso montaje funciona a medias. Lo que no tiene justificación son los larguísimos planos que salpican el metraje y que no explican absolutamente nada, y resulta frustrante pagar una entrada para ver a Philip Seymour Hoffman paseándose por un piso, deshaciendo la cama, etc.

Alguno habrá que el simple hecho de ver a Philip Seymour Hoffman en un Gran Hermano le valga, y es que no se puede negar la portentosa interpretación que relega a un segundo plano al resto del reparto. Reparto donde Marisa Tomei sólo luce desnudo, Albert Finney pasa medio metraje con la boca abierta y Ethan Hawke en ocasiones sobreactúa.

En definitiva, no es un mal film, es uno más de tantos, pero demasiado tramposo para quien lo firma. Mucha parafernalia para tan poca sustancia. Una historia sobre la familia, el azar y la culpa que tiene más nombre que contenido.

Lo mejor: Philip Seymour Hoffman

Lo peor: La supuesta profundidad que da el montaje.

El dato: Para quien no lo recuerde, Marisa Tomei ganó un oscar por Mi primo Vinny. Gracias a Futurama por recordarme el dato.

sábado, 14 de junio de 2008

Poster de Tropic Thunder


Lo reconozco, más allá de la capacidad como actor de
Ben Stiller, me es imposible verlo en una película y no reirme. Ahora nos presenta Tropic Thunder, su nueva locura y vuelta a la director después de Zoolander. Si bien el poster original tenia como acompañantes a Robert Downey Jr. (muy caracterizado) y Jack Black, aprovechando en tirón en taquilla ha cambiado a los actores por los personajes de sus últimos films, ya que Jack Black pone voz a Kung Fu Panda, y Iron Man está protagonizada por Robert Downey Jr.


Aquí teneis el trailer y en este otro video una broma que hicieron para la MTV.

An american crime: Buda y la armadura de Dios


Sin ninguna duda An American Crime va a ser uno de los films más polémicos del año. Su brutal historia no deja espacio al mensaje ni al análisis, sino que simplemente se nos presentan unos hechos reales que acabaron con la vida de
Sylvia Likens. Una de esas sórdidas historias cuya fácil lectura se reduce a la crueldad humana, pero que no deja de tener en su sótano un mensaje más potente.


Ante ésta clase de películas, los aspectos más técnicos del film parecen desaparecer, y nos centramos en las actuaciones, y no es justo quitar mérito a director (Tommy O´Haver) y guionista (Irene Turner) que consiguen no caer en lo obvio y lo fácil, evitando así caer en una falsa snuff movie.

Sylvia (Ellen Page) y Jenny (Hayley McFarland) son dos hermanas cuyos padres trabajan en el circo. A causa de los viajes deciden dejarlas a cargo de Gertrude Baniszewski (Catherine Keener) durante la gira, pagando cierta cantidad a dicha mujer. Las dos hermanas deberán adaptarse al nuevo ambiente, y a las normas de su cuidadora, aquejada de asma y pagos.

Sylvia, que se verá desconcertada por su nueva situación e inexperiencia, acabará por ser objeto de la ira de Gertrude, que no pondrá freno a su creciente ira, sino que permitirá el abuso continuo de Sylvia por parte de sus hijos y habitantes del pueblo, hasta su muerte.


Si bien la crueldad humana la hemos visto en infinidad de films, el detalle que realmente llama la atención de An american crime es el papel de los secundarios. Los implicados en este crimen no acaban sólo en Gertrude, sino que los propios hijos, vecinos y jóvenes del barrio participaron en las palizas que Sylvia recibió en el sótano durante meses. No hablamos de una locura transitoria que lleva a una persona a obsesionarse con otra, hablamos de más de una docena de personas implicadas, y otras tantas que prefirieron cambiar de acera a enfrentar los hechos.

Frente a la máxima, de origen budista, de los tres monos sabios (see no evil, hear no evil, speak no evil) representada por la vecina que escucho durante meses la agonía de Silvia, tenemos al cristiano (que no cristianismo) que hace uso de su fe como arma y justificación. Y es que si bien no se trata el tema de la religión en el film, lo vemos sutilmente presente en la locura de la protagonista enajenadamente cuerda, aferrada a sus creencias y sus normas en pro del bien de la familia pero llevando sus actos lejos de lo que permite su fe. Es ahí cuando hábilmente nos presentan el enfrentamiento entre creyente y creencia, cuando cuidadora y párroco se enfrentan.

El resto, es la lectura obvia del film, la exageración basada en hecho reales, la implicación de menores en torturas y el regocijo que encuentran al maltrato como vía de escape de la miseria. Y esa no es la intención del director, que nos presenta a Gertrude como una persona asombrosamente fría y calculadora, nada impulsiva y finalmente egoísta.

Es de agradecer la elegante labor de Tommy O´Haver e Irene Turner, al ofrecernos un drama y no una tortura dramatizada. No se abusa del recurso fácil de ver sufrir a la adolescente, y si bien el hecho más escabroso que sucede al marcarle a fuego "Soy una prostituta y estoy orgullosa de ello" sucedió realmente. El film se centra en los personajes, no en los hematomas.

Y precisamente se ha destacado la labor de sus dos protagonistas gracias a la intencionalidad del film en presentarnos dos personajes, y no sólo unos hechos. Tanto Catherine Keener como Ellen Page están soberbias, pero el peso del film carga en la primera y muy seguramente la academia la tenga en cuenta para los Oscar.

En definitiva, un film duro, sobrio, pero profundamente dramático y complejo, que busca mas la conciencia que las tripas del espectador. Un ejercicio de buen gusto ante una historia tan sórdida y difícil.

Lo mejor: La interpretación de Catherine Keener.

Lo peor: Lo inverosímil que a veces resulta el guión, aunque esté basado en hechos reales.

El dato: El guión del film se elaboró partiendo de las declaraciones hechas en el juicio por parte de todos los implicados. Aquí tenéis más información sobre Sylvia Likens.

viernes, 13 de junio de 2008

La recomendación de la semana: Malas tierras


Basada en la vida de Charles Starkweather, culpable de 11 asesinatos en un viaje con su pareja, y dirigida por el imprescindible Terrence Malick, en un film tan breve e infravalorado, como demoledor.

jueves, 12 de junio de 2008

Una noche para morir: La lámpara, las perchas y Scream


Hoy vamos con una de maníacos-obsesivos, o lo que sea, vamos, como
Scream. Y esta vez el susodicho va a dar la campanada en pleno baile de graduación, que ya sabemos que EEUU es el momento culminante de toda vida humana. El resto ya es un American Beauty improvisado, con lo que Carrie se convierte en el cuerpo piro-ejecutor de la máxima deaniana de "muere joven y deja un bonito cadáver". Agradecidos deberíamos quedarle.


Nelson McCormick nos trae el remake de Prom Night, del 1980 (cuya calidad ya era escasa), y sin embargo más allá del producto final, ha recaudado el doble de lo que costó su producción. Habiéndose curtido su director en series de televisión como Prison Break, Urgencias o Nip/Tuck, ya esperamos un formato concreto en el film que no desentona con su bajo presupuesto.

Donna (Brittany Snow) es una joven estudiante que guarda un profundo trauma relacionado con la obsesión que su ex-profesor siente hacia ella. Éste mató a su familia buscándola a ella, y pasado el tiempo el asesino consigue escapar de prisión para aguarle el baile de graduación.

Donna y sus amigos asistirán al baile en un lujosos hotel, sin saber que el asesino asistirá para acabar su trabajo, que no sé si es matarla, fugarse con ella o yo que sé. Vamos, que tenemos una serie de jóvenes que van a morir, los tios de Donna que la acogieron después del crimen y un asesino que bien puede ser un Terminator porque habla dos veces (como mucho) y no cambia el gesto en todo el film.

Así tenemos el planteamiento del film, que sólo deja espacio a una trama previsible y las ganas de ver caer uno a uno a los jovenzuelos. Una cosa sí cabe destacar, el film se aleja un mínimo suficiente de los estereotipos, y los protagonistas no son lo insultantemente necios ni odiosos que en la mayoría de films con la misma temática. No es que eso salve el film, pero se agradece ese intento de realismo, el mismo que vemos en los movimientos del asesino, que si bien, a veces actua con realística simpleza, otras parece un ilusionista de élite.

Ya sea por las limitaciones del remake o por la mano del guionista (J.S. Cardone) el hecho es que el conjunto resulta muy flojo. Se repiten recursos una y otra vez, el terror no aparece por ningún lado y la historia acaba por ser nula y previsible.

En definitiva, con Una noche para morir puede que te rías con algunas escenas, y hasta puede que pases miedo, pero finalmente sólo queda una sensación de indiferencia enorme. Tanto es así que he tenido que ahcer un esfuerzo titánico para recordarla, habiéndola visto hace 4 días.

Lo mejor: Se agradece la intención de hacerla realista.

Lo peor: Que no prohíban la entrada al cine a esa mente colectiva poli-corporal que entra el cine embutida en cuerpos adolescentes hiper-hormonados. Los pavos tiene la edad del teen moderno.

El dato: Lleva recaudado casi un millón de euros en España, 24.228 sufridos espectadores. Si eres uno de ellos, no dudes en usar los comentarios.

miércoles, 11 de junio de 2008

Una de remakes...


Lo mejor es que no tiene director, guionistas ni actores aún...



martes, 10 de junio de 2008

El Incidente: El funambulista que murió de sí mismo


Si pasas tu carrera caminando sobre la cuerda floja, claro está que llega el día que finalmente te la pegas. Y el problema viene de acostumbrarse precisamente a eso, a caminar sobre el alambre, a arriesgar como propuesta y no como medio. Eso acaba por llevarte a cada vez intentar el más difícil todavía, el triple salto mortal sin red, y como los saltadores de pértiga, acaba por haber un máximo que no puedes sobrepasar.


Admito que me apasiona el cine de M. Night Shyamalan, cada visionado de sus anteriores films las hacen mejores, al igual que admito que para disfrutarlo hay que entrar en su mundo, tal como se nos pedía al inicio de La joven del agua. Y siendo un admirador de su talento y sus films, más me duele decir que el batacazo con El Incidente va a ser el mayor de su carrera, aunque esperamos que sirva para ser el último.

Elliot Moore (Mark Wahlberg) es profesor de ciencias en un instituto, cuando un extraño ataque en Central Park ha acabado con la vida de muchas personas. Alertados por un posible ataque terrorista, él, su hermano (John Leguizamo) y su mujer (Zooey Deschanel) deciden huir con su sobrina a casa de su madre.

Las noticias que les llegan de viaje sólo hablan de más ataques en otras ciudades y de que el causante del ataque no es otro que la flora. Su tren les dejará en una pequeña ciudad, lejos del perímetro de seguridad donde se localizan los ataques, y deberán hacer lo posible para sobrevivir a un ataque tan extraño como imprevisible, donde la gente afectada acaba con su propia vida.

Shyamalan ha ido más allá que nunca, tanto que incluso ha perdido parte de su estilo, y más importante, su fuerza narrativa. No sabemos si esa falta de pasión, en un guión que él mismo ha escrito, viene por no creer realmente en su proyecto, o simplemente espera que sus incondicionales basten para hacerlo rentable. El hecho es que es el menos Shyamalan de sus 6 últimos films.

Si bien antes fue capaz de conmovernos con escenas sencillas, ahora tiene un material para poner los pelos de punta y no lo consigue. Esa potencia visual de antaño no la vemos presente en éste film. Como muestra, su inicio, con una escena que provocará alguna carcajada en el cine, seguida de la escena de los albañiles, de lo más aterrador que he visto en años. Y ahí se queda ese empeño, ya que el resto del film no llega a tripas, corazón y casi ni a la cabeza, navegando a veces entre el humor, la sencillez o el absoluto tedio ante una situación tan desesperada.

Y el problema no es un quiero y no puedo, sino que no parece haber encontrado la fórmula o no haberla buscado con ahínco. Ni las escenas emotivas fluyen con la fuerza de El Bosque, ni sentimos el terror y la elegancia en la apuesta de Señales o El protegido. Y es un duro golpe afirmar que el resultado es impersonal siendo Shyamalan un autor con un sello tan único, y responsable de dirección y guión.

Por contra, Mark Wahlberg se erige como protagonista absoluto y completa un trabajo excelente, así como John Leguizamo también realiza una correcta interpretación. Por contra, la protagonista femenina tiene más de decorado que de actriz, y desentona mucho con respecto a sus compañeros de reparto. La banda sonora queda a cargo nuevamente de James Newton Howard, que no completa banda sonora mala, y una vez más nos presenta una gran banda sonora.

En definitiva, Shyamalan completa un film muy flojo, un mal intento de cambio de rumbo sin perder la identidad, tanto que ni tiene el clásico giro final. Y lo peor es que el Shyamalan que hacía soñar, nos podía contar cuentos de hadas que nos los creíamos, en este caso nos cuenta una historia que sin adornos acaba por ser ridícula.

Vamos, que El Incidente también tiene sus síntomas. El primero es el habla confusa ("¿Pero qué narices...?","¿Cómo que ahora...?"), el segundo es la parálisis, y al tercer síntoma puede que ya estés dormido.

Lo mejor: La escena con los albañiles.

Lo peor: El toque serie B no ayuda al tono del film.

El dato: El próximo proyecto del director será la adaptación de Avatar: la leyenda de Aang, una serie animada.