Aprovechando que tenemos la última obra de Albert Finney en cartelera (Antes que el diablo sepa que has muerto), me gustaría recordar que existía antes de Erin Brokovich. Un Stanley Donen de categoría para una historia de pareja con Finney y Audrey Hepburn en estado de gracia. Un film memorable.
2 comentarios:
Uno de mis íntimas debilidades, jeje. Un título maravilloso, sí señor, lúcido, melancólico, divertido y terrible...Qué listo Donen, qué preciosa Audrey...
Yo tuve la suerte de verla casualmente, sin saber que era un clásico, y claro, me entusiasmó.
Sin duda una de esas historias de las que apenas se hacen hoy día.
¡1 saludo y gracias por comentar!
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