miércoles, 30 de marzo de 2011

Grandes bandas sonoras: Cisne Negro


Clint Mansell. No hace falta añadir nada más.

 

lunes, 28 de marzo de 2011

La imagen de la semana


Pues ya tenemos a la parejita protagonista del Superman de Zack Snyder. Y es que se ha confirmado que Amy Adams acompañará a Henry Cavill en el reboot de la franquicia, en la que veremos también a Diane Lane y Kevin Costner. Mengua decir que Amy Adams será Lois Lane, mientras que el desconocido Cavill tomará el relevo de Brandon Routh como héroe. Y ni con la presencia de semejantes féminas consigue Snyder que me llame la atención su proyecto...


 

sábado, 26 de marzo de 2011

Secuestrados: Juego de piernas


Publicado en Cineuá.

Hay dos formas de localizar los terrores, y por ende, dos enfoques diferentes de los miedos: internos y externos. Si bien ambos vienen muy condicionados por factores sociales, por lo que hemos podido ver tendencias muy marcadas en su uso a lo largo de la historia. De aquellas amenazas de otros mundos que llegaron a raíz de la segunda guerra mundial y la posterior guerra fría hemos llegado a un mundo post-11S donde el enemigo somos nosotros mismos. Así el terror ha sido capaz de instalarse tanto en el motel Bates como en la inocencia de Reagan en El Exorcista, agilizando en muchos casos el trámite de contextualización que requiere el espectador adoptando la forma de lo cotidiano para apoderarse de nuestro hogar, nuestros seres queridos o de nosotros mismos creando una ruptura que no deja de reflejar la manera en que el propio género cuestiona su propia identidad. Y es que cuando se sitúa al protagonista en una situación hipotéticamente lejana (un bosque de noche, una casa abandonada) inmediatamente se le da al espectador la opción de distanciarse al objetar que él nunca actuaría como los habitantes de la pantalla, dejándose llevar por la hipótesis y abandonando el terror, las palomitas sobrantes y la bebida en el cubo de basura. Pero cuando la historia no penetra en el terror, sino que el terror invade la historia, la intimidad, el contexto común al espectador, se le niega la opción de pensar que dicha casuística es una propiedad ajena para emparentarlo directamente con un protagonista forzado a elegir en base a las mismas bazas que tendríamos nosotros. Cuando un incauto invade una casa abandonada nos dejamos llevar por la comodidad de saber que nunca tendríamos que vérnoslas en dicho brete, pero si es nuestra casa la invadida inmediatamente el grueso de espectadores recuerda inconscientemente la colección de cuchillos que guarda en su cocina.

Dos maneras existen también de transmitir el terror en el audiovisual, directamente relacionadas con lo conocido, lo desconocido y las expectativas del espectador: lo que vemos y lo que imaginamos. Si bien lo primero tiene lugar en un plano mucho más físico, lo segundo cobra vida en la mente del espectador a base de generar un suspense que lo predisponga a adelantarse a los acontecimientos, a hacerle imposible apartar la mirada de la pantalla. Con ello, lo físico, lo explícito, se haya amordazado tanto a tecnologías como verosimilitudes, mientras que la imaginación del espectador vuela libre cuando tratamos con lo que no conocemos, llevando normalmente a la decepción cuando ese suspense que pivota sobre lo que no vemos ha de finalizar en algo tangible. Si bien el elemento al que hemos de temer puede pertenecer a cualquiera de los dos planos, nosotros pertenecemos sólo a uno, por lo que se ha de recorrer un camino que acabe en el plano donde nosotros podamos sentirnos amenazados, ya que no tememos a ciertos elementos por sí solos, sino que tememos el cómo podrían interactuar con nosotros. Y ese es uno de los motivos por el que el terror se llena de clichés donde el suspense y la sugestión requieren mucho más metraje que el plano físico, buscando que el espectador incorpore la peor de las resoluciones que pueda imaginar mientras se le bombardea con imágenes y sonidos avisando del cercano clímax y creando la habitual montaña rusa rítmica a la que el género de terror nos tiene acostumbrados.

Miguel Ángel Vivas se desmarca por completo de las tendencias en su segundo film, Secuestrados, premiado a la mejor dirección y películas en el Fantastic Fest de Austin. Si la habitual es acudir a la dirección artística, la puesta en escena, la iluminación y el sonido para generar atmósferas opresivas, Secuestrados apela a la técnica para mantener un suspense continuado durante los 90 minutos de su metraje, buscando una contundente fisicidad anunciada ya en el mismo arranque; toda una declaración de intenciones. En ningún momento se busca el artificio narrativo ni visual, ni se pretende dotar de pompa a la trama, sino que la arquitectura de Secuestrados está directamente enfocada a ahogar al espectador en sus propias emociones, a dejar sin aliento cualquier atisbo de intelectualidad recordándonos que el cine es también una experiencia física.


Para ello no pierde tiempo en contextualizar, situando a sus personajes en la casa nueva a la que aún se están mudando, dando cuatro pinceladas sobre su personalidad, su status y la relación que mantienen entre ellos, y presentando el nexo que justifique la aparición de los asaltantes en la vivienda. A partir de ahí se dispara la adrenalina y se justifica por sí solo el uso de doce planos secuencia y la cámara en mano sobre los que construir el film, no dando descanso a la acción ni al espectador a través de negarle el montaje y acercando su propuesta más a REC o 24 (formalmente) que a Funny Games. Así tenemos una ruptura con el habitual manejo del tiempo en el terror, ya que la acción sucede casi por completo en tiempo real, ininterrumpida y a pantalla partida en algunas ocasiones. Y jugando esas cartas se muestra coherente al plantear una única pregunta al espectador, sin necesidad de conocer las motivaciones de los asaltantes ni usar tramas secundarias para centrar el desarrollo en la única cuestión que importa: ¿sobreviven?

Ni tan sólo el título deja lugar a dudas, así como la supuesta xenofobia que destila al mostrar a una banda de atracadores del este como ejecutor del secuestro. Todo se reduce a apelar al imaginario colectivo y sensacionalista donde el cine se emparenta con los medios para hablarnos simplemente de sucesos y no de personas, abandonando causas y personalidades para desbordarnos con hechos y lograr una inmediata inmersión del espectador en la película, y plantando de paso una bofetada en la cara a quienes buscan meramente el morbo en la historia. Por ello son prácticamente nulos los giros en el guión, mientras que otras situaciones nos parecen forzadas no por inverosímiles sino por discordantes con los patrones, buscando un equilibrio entre lo posible y lo creíble. Así la tópica escena de violación entra dentro de los clichés, pero su violenta consecuencia escapa a lo que entendemos como real dentro de la ficción, pero siendo totalmente coherente con su tratamiento visual y su desarrollo del relato. Con ello se genera una disonancia entre lo que creemos real en pantalla y lo que se nos presenta como verosímil, como una ficción demasiado cruda que gana enteros en la mente del espectador al cuestionarse la escasa distancia entre lo visto en pantalla y lo que sería real fuera de la sala, donde no tenemos opción a comparar.

Secuestrados salta la barrera que supone la pantalla con una facilidad pasmosa gracias a un endiablado ritmo y un apartado técnico acertadísimo, y con ello logra el “hacer perder dos kilos al espectador” que Rodrigo Cortés pretendía de Enterrado, convirtiéndose en una sucesión de jabs a ritmo de cámara en mano que acaban con un gancho de guión y la campana del montaje. Doce asaltos en un combate amañado donde hacemos nuestro el dolor a través de la cámara y no de los personajes, apelando a lo primitivo del miedo frente a la sofisticación de ciertos patrones que olvidan que el terror no es un mero ejercicio intelectual ni estilístico, sino una experiencia que engloba un abanico de emociones difícilmente alcanzables en otros géneros, obviando presentaciones tan extensas como la que he necesitado yo en este texto.

 

viernes, 25 de marzo de 2011

La recomendación de la semana: Flirt


Hal Hartley. Tres historias que son la misma. Personajes lejanos y comunes. La sencillez de la idea que crea su esencia en el detalle. Pequeño gran cine.

 

miércoles, 23 de marzo de 2011

Grandes bandas sonoras: La doble vida de Verónica


Van den Budenmayer, compuesta por Zbigniew Preisner.

 

lunes, 21 de marzo de 2011

La imagen de la semana


A muchos les llegará como agua de Mayo, aunque a mí me parece digna de Muchachada Nui. Peter Jackson ya posa en el set de rodaje de El Hobbit, por lo que parece que lo fans de la saga ya pueden empezar a ahorrar para entradas, DVDs y merchandising variado. Eso sí, parece que al perder peso se le ha olvidado comprar ropa de su talla.

 

sábado, 19 de marzo de 2011

La recomendación del lector


Pues como suelo hacer en esta sección, doy prioridad a los recién llegados, por lo que el título que me toca meterme entre pecho y espalda es La marcha del millón de hombres (Get on the bus, Spike Lee, 1996), propuesta por Mr.Mierdas. ¡Gracias a todos por vuestras propuestas!

 

viernes, 18 de marzo de 2011

La recomendación de la semana: Las horas del verano


Peliculon de Assayas, de la que podéis ver mis impresiones en Cineuá.

lunes, 14 de marzo de 2011

La imagen de la semana


¿Alguien dudaba que Torrente 4 se haría con el primer puesto de la taquilla? Pues sí, morgueros, lo "nuevo" de Santiago Segura se ha embolsado algo más de ocho millones de euros en el primer fin de semana. Si os parece poco lamentable, esa recaudación supera a la que lleva acumulada Cisne Negro... Luego algunos aún se quejan de las subvenciones a Pa Negre y del nefasto nivel del cine patrio...

 

sábado, 12 de marzo de 2011

La recomendación del lector


Tras una larga ausencia en vuestros navegadores vuelve, en su tetragésima edición, la sección que os permite torturarme sin complejos. Ya sabéis cómo funciona, proponéis pelis y yo tengo que ver y reseñar una de ellas. ¡Mi tiempo está en vuestras manos!

 

viernes, 11 de marzo de 2011

La recomendación de la semana: Una pareja perfecta


Uno de esos films capaces de desenterrar recuerdos, de convertirse en déjà vu. Dirigido por Nobuhiro Suwa

 

jueves, 10 de marzo de 2011

Ronda de avances


Pues ya tenemos trailer definitivo de Super 8, el barco que capitanea J.J. Abrams y paga Steven Spielberg. Mejor que contaros nada es que le echéis un ojo al video, os venga a la mente E.T. y nos convenzamos de que el film será la mar de entretenido, pero ni de lejos uno de los mejores de 2011.


Y del mismo Spielberg tenemos fotos de su nuevo film, War Horse. Sí, el bueno de Spielberg estaba trabajando en la adaptación de Tintín, a la par que preparando War Horse, por lo que tendremos ambos films en cartelera probablemente para principios del año que viene. La historia trata de la amistad entre un caballo y su dueño, que separados por la I Guerra Mundial veremos a lomos del caballo su travesía para encontrar de nuevo a su cuidador. Os adjunto una foto, aunque en este enlace podéis ver otras tantas.


También hemos podido ver ya al nuevo Conan en acción, con un teaser de un minuto donde Jason Momoa ya saca lustre a la espada. El film lo dirige Marcus Nispel, y desde luego este avance no augura nada bueno.


Para acabar, os dejo con el arranque del nuevo film de Xavier Gens (Hitman, Frontière(s)), que promete. Tras una enorme explosión en Nueva York, un grupo de desconocido se verán encerrados en un sótano. Directo y sencillo. The Divide es el nombre del film, por el que veremos desfilar a Michael Biehn, Milo Ventimiglia y Rosanna Arquette.

 

martes, 8 de marzo de 2011

La frase de la semana: Confessions


"Es el sonido que hace algo importante para usted al desaparecer."

 

lunes, 7 de marzo de 2011

La imagen de la semana


Pues hoy me pego el gustazo de resaltar el comienzo del rodaje de la secuela de un film al que tengo cierta estima. Y es que Silent Hill: Revelations ha comenzado ya a rodarse, capitaneada por Michael J. Basset (Solomon Kane). En el reparto veremos a Adelaide Clemens, Kit Harington y muy probablemente a Sean Bean repitiendo papel. Silent Hill: Revelations contará la historia de Heather Mason y su padre. Cuando ella cumple los dieciocho años sufrirá terribles pesadillas y tras la desaparición de su padre, Heather descubrirá que ella no es quién realmente piensa.

 

domingo, 6 de marzo de 2011

Grandes momentos del cine: La lista de Schindler


Podéis coger el que más os plazca, pero en youtube no abundan muchos, por lo que os dejo con la despedida de Oskar Schindler de "sus" judíos.

 

sábado, 5 de marzo de 2011

Resultados de la encuesta sobre los Oscar


Vuestro corazón y/o criterio no parece tener eco en la academia, morgueros, ya que la clara vencedora de la encuesta ha resultado no ser la ganadora de los Oscar. De hecho, El discurso del rey era vuestra quinta favorita para ganar la estatuilla, por lo que supongo que la mayoría no estáis de acuerdo con los miembros de la academia. Más sorprendente resulta que situéis a Winter´s Bone por encima del film de Boyle, de The Fighter o de Los chicos estan bien, equiparándola al film de los Coen. Echemos uno ojo a vuestras votaciones:

Toy Story 3: 19 votos
Cisne Negro: 8 votos
Origen: 7 votos
La Red Social: 6 votos
El discurso del Rey: 4 votos
Winter´s Bone: 2 votos
Valor de Ley: 2 votos
127 horas: 0 votos
The Fighter: 0 votos
Los chicos estan bien: 0 votos

Vuestra clara favorita se alzó con el premio a mejor film de animación, pero vuestro entusiasmo queda lejos en el reparto final de estatuilla. Aronofsky y Nolan os ponen más que Fincher, y mucho más que los Coen, el rey y el cine independiente. Aparte de ver tan arriba Origen, el resto me parece correcto, aunque sigo sin ganas de ver Toy Story 3, pero menos aún las tengo de ver Los chicos estan bien. En fin, ¡gracias a todos por vuestros votos!

 

viernes, 4 de marzo de 2011

La recomendación de la semana: Paranoid Park


La historia sobre la culpa y lo inerte de Gus Van Sant, visto a través de los ojos de un joven skater.

 

miércoles, 2 de marzo de 2011

Grandes bandas sonoras: La red social


Sí, la discutida y flamante banda sonora del film de Fincher. Mucho se ha hablado de la mayor valía de sus rivales y del perfil de música compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross. Mi opinión, simple y llanamente, es que era la mejor. No negaré la valía de las que no he visto (Desplat y Powell), pero ni el trabajo de Zimmer ni el de Rahman me parecen resaltables. La partitura de Zimmer me parece ridículamente pomposa, y más allá de de sus bocinazos o su interesante arquitectura, sigo viendo más oficio que brillantez, un refrito.

Trent Reznor y Atticus Ross han compuesto una banda sonora aséptica, simplista, pero en la que brevemente aparecen apuntes de humanidad. ¿Acaso no vemos eso en el mensaje del film? Las notas de su tema principal son mínimas, sobre una inquietante bruma ambiental, destilando cierta melancolía. El solitario piano sobre la desconcertante base electrónica. En esas seis notas veo más emoción que en el score completo de Zimmer o Rahman.