jueves, 30 de abril de 2009

LCM lanza el reto: Nudo


Dos semanas después de haber lanzado el reto a los lectores, ya tenemos las propuestas. Os recuerdo que el reto consiste en renombrar films a nuestro gusto y, visto lo visto, de forma jocosa. Ahora os toca a vosotros adivinar de qué films hablan los lectores.

Mónica trae tres propuestas que no son nada sencillas:

1.- Hablar de sexo, porros y cintas de vídeo
2.- Orgasmazo... casi

3.- Un, dos, tres, responda otra vez

Ángel os lo va a poner algo más facilito:


1.- Volando voy, volando vengo

2.- Faltan geriátricos

3.- No por mucho madrugar, te mueres más temprano


Insanus le echa guasa al asunto:


1.- Bolleras demenciales

2.- Me miró un tuerto
3.- El gato, la araña, el encoger y otras cosas de meter

Metalia optó por reenviarme un mail con títulos subidos de tono para que eligiera los que más me gustaran, que no os costaran adivinar:

1.- Bailando con zorras
2.- Cariño, me he follado a los niños
3.- La Princesa Chocholoko


J. propone
largos nombres para films muy conocidos:

1.- Estudio comparado del pensamiento kantiano: una visión crítica

2.- Que te pego, ¡leche!
3.- Eze cuerpo, y todo sale de verdad del deporte


Altatt se une al club de la guasa con tres inspiradas propuestas:


1.-
El gobernador y su sable destructor
2.- En el paro, sin un duro, pero enseñando el puro
3.- ¡Zeus! ¡Me duele la chotola!


Mr. Lombreeze tira de sus films favoritos para darles un giro cómico:


1.- God bless Bess´ nonsense (Amor demente)

2.- El okupa oligofrénico
3.- El Señor de los Martillos


Y yo os regalo una de bonus, que para algo es mi meme:

1.- Me tragué un USB y me llamaron actorazo
2.- Aparcar en Benidorm, puede ser un horror
3.- Si el cine es movimiento, Rosarito tiene 2 ejemplos

4.- Braindead: el geranio se ha comido mi guión bueno (así que usaré el malo)

¡Vuestro turno para acertarlas, morgueros! ¡Muchísimas gracias a todos los participantes!

The International: Las corporaciones son los nuevos rusos


Si bien desde la segunda guerra mundial hasta el arranque de la guerra fría, los nazis representaron el terror enemigo en celuloide, en adelante lo fueron los rusos. Después ya llegó el 11-S que situó al mal en oriente próximo y cuyas ramificaciones se hicieron más sofisticadas que los agentes dobles o triples vistos hasta entonces. Pero vivimos en la era de la información, donde nos resulta fácilmente accesible el conocimiento y descubrir las costumbres de los habitantes del más remoto poblado de la India a golpe de clic.

Y si desconocido es un adjetivo cada vez menos aplicable, buscar un objeto sobre el que volcar el miedo resulta cada vez más complejo, y las fórmulas buscan entes difusos para espectadores cada vez más ilustrados. Así es como le llega el turno a las grandes corporaciones, cuyo funcionamiento y negocios nos resulta lejanos que son buen caldo de cultivo para que el espectador las identifique como enemigo con sólo sembrar la duda en él.

En ese terreno se mueve la propuesta de Tom Tykwer (El Perfume, Corre Lola Corre) en un producto a medida de Clive Owen y escrito por el debutante Eric Singer. Y con ello presenta un thriller sencillo y lineal, sin complicaciones ni ambiciones más allá intentar complicar una trama que rota sobre un único protagonista.

Y es que no nos engañemos, por entretenida que pueda ser la apuesta, es sencilla y a ratos absurda. Eso cuadra más con films de acción donde el enemigo (ruso o vietnamita) era ciertamente torpe, que no con films de espionaje como Cortina Rasgada, destapando así una trama que busca más dar sentido a ciertas escenas que no una historia que dé lugar a dichas escenas.

Así es como bajo la grandeza de las conspiraciones se esconden unos pocos, enfrentados directamente con el protagonista, siempre forzado a estar por encima de las leyes que, por enésima vez, protegen el capital. Todo ello con un Clive Owen cuya evolución emocional se reduce básicamente al nivel de degeneración de su estilismo, especialmente enfocado en su peinado.

La presencia de Naomi Watts se explica sólo gracias a algún tipo de estadística en la productora que indicara el mejor rendimiento en taquilla de films con pareja protagonista, frente a los pendulan sobre un único personaje, ya que la importancia de Watts en el film es la misma que la de Moulin Rouge o Dark City en la historia del cine: nula.

Y con ello tenemos el clásico héroe solitario luchando contra los elementos, con todo en contra, pero sobretodo, sin una motivación clara para sus actos. Y ese es un problema cuando tenemos que ver al protagonista luchar del bando de la ley, para más adelante saltársela, cumpliendo con su deber al principio pero luego demasiado obcecado en una trama, ya de por sí, chirriante.

Porque en The International la trama se complica innecesariamente con escenas que sólo aportan metraje y dejan de lado partes borrosas de un guión condicionado por la presencia constante de Clive Owen en pantalla. Y esa desgana en no cuidar una historia en la que involucrar a sus personajes acaba transmitiéndose al espectador, que acaba aferrándose a la escena del Guggenheim para salir medianamente contento con el visionado.

En definitiva, un film flojo, sin garra ni historia que contar, que intriga en su arranque para quedar en una temporada de 24 comprimida en dos horas. Un descafeinado thriller donde todo acaba pareciendo rutinario y nos convencemos de lo usual que es caminar por la calle pistola en mano.

Lo mejor: La escena del Guggenheim.

Lo peor: Su simpleza.

El dato: Las malas opiniones en los pases previos llevó a rodar nuevas escenas que la volcaran más hacia un film de acción, aprovechando la temática para ser estrenada en la peor crisis bancaria de Estados Unidos.


miércoles, 29 de abril de 2009

Grandes bandas sonoras: Los Goonies


Una para nostálgicos cortesía de Altatt, y es que grandes recuerdos le trae a uno los acordes creados por Dave Grusin para tan mítico film. Como ya he dicho alguna vez, ¡qué grande fue ser niño en los 80!


martes, 28 de abril de 2009

La frase de la semana: The International


"A veces, lo más difícil en esta vida es saber que puente cruzar y cual quemar... yo soy aquel que has de quemar."


Resultados de la encuesta sobre Lars Von Trier


Pues finalmente no ha salido tan malparado el señor Lars Von Trier como todo parecía apuntar. Si de las 5 opciones que propuse, 3 eran malas y 2 buenas (tendencioso que es uno), más de la mitad de los votos se reparten entre las opiniones positivas. Estos son los resultados:





Aburre a las cabras:
3 votos (20%)
Ni fu ni fa: 2 votos (13%)
Es un enfermo mental: 2 votos (13%)
Me enamora con su cine: 4 votos (26%)
Me interesa como innovador: 4 votos (26%)





Ahí queda eso, con algo más de la mitad de votantes a favor del director danés, y el resto navegando entre la indiferencia y el asco.
¡Gracias a todos por votar!

lunes, 27 de abril de 2009

La imagen de la semana


Tentado de caer en el amarillismo colgando la foto de Henry Ian Cusack, acusado de acoso sexual por una ex-miembro del equipo de Lost, me paso a otro amarillo. Y es que Alex de la Iglesia ha conseguido juntar para su adaptación del cómic La Marca Amarilla a Jack Bauer y Gregory House, es decir, Kiefer Sutherland y Hugh Laurie. Ambos darán vida a un investigador del servicio secreto británico y un científico nuclear, y veremos cómo los encajamos ahora en otros roles alejados de sus respectivos televisivos.

Fuente: TodoSeries y Las Horas Perdidas

domingo, 26 de abril de 2009

Grandes momentos del ¿cine?: Lost


Aprovechando que ha arrancado la primera temporada en Cuatro, y por supuesto vuelvo a entrar al trapo y lo veo, hoy me salto la norma y traigo los primeros minutos de la serie a una sección dedicada al cine. El episodio piloto más caro de la historia y unos 10 primeros minutos vibrantes, geniales, perfectos. Ahí van...



sábado, 25 de abril de 2009

La recomendación del lector


Como no podía ser de otra manera, me toca escucharos en vuestra efusividad hacia el film más aclamado de 2005. Así que Mónica y su propuesta se llevan la 15ª recomendación del lector, que recae en Brokeback Mountain, de Ang Lee.

¡Gracias a todos por vuestras recomendaciones!


Berlín Express: Amigo y enemigo como fundamentos de un nuevo mundo


Acabada la Segunda Guerra Mundial, el mundo sigue convulso ante la posibilidad que el enemigo vuelva a las armas. Aquellos que sembraron el terror en Europa ahora son turistas en un mundo donde la procedencia marca el bando al que perteneces, donde aliados sigue siendo aliados a la par que enemigos de Alemania.

Del corazón de una Alemania destruida brotará la esperanza bajo el nombre de Bernhardt, pacifista y hombre clave en el plan de unificación de Alemania. Su nombre y su misión significan la paz y el enterrar definitivamente el fantasma de la guerra, pero su vida correrá serio peligro en su viaje a Berlín.

Así arranca Berlín Express con la simbólica muerte de una paloma que lleva el mensaje con los datos del plan de asesinato de Bernhardt en el tren que le ha de llevar a Berlín, poniendo alerta a militares y servicio secreto. En dicho tren coincidirán el militar ruso Maxim (Roman Toporow), el americano Robert Lindley (Robert Ryan), los franceses Perrot (Charles Korvin) y Lucienne (Merle Oberon), el profesor británico Sterling (Robert Coote) y dos extraños alemanes, obligados a compartir estrechos pasillo y pequeños compartimentos como reflejo de una sociedad que les obliga a convivir.

El asesinato de un falso Bernhardt pondrá al grupo en alerta, señalados como sospechosos de una trama para asesinar a tal símbolo de la paz. Así se unirán a la causa del pacifista en su viaje, procurando que llegue sano y salvo a Berlín para unificar Alemania y enterrar el fantasma de la guerra. Así se adentrarán los protagonistas en una Alemania derruida donde todos lucharán codo con codo para salvar la vida de un hombre y unos ideales.

Nos muestra Jacques Tourneur un collage de personalidades acordes con las tensiones políticas de la época, pero plasmadas almibaradamente a modo de propaganda de un entendimiento que finalmente se demostró no ser así, resultando algunos personajes arquetípicos y algunas situaciones forzadas. Igualmente hablamos de ideales metidos en un thriller claustrofóbico donde los ecos de realidad acaban siendo secundarios en pro de una trama sin fisuras, apoyada en la perícia de Toruneur tras la cámara y el brillante guión de Harold Medford basado en una historia de Curt Siodmak.

El director francés consigue envolver la narración de un halo fantástico a golpe de luces y sombras, aprovechando los pocos recursos a su disposición para servirnos en menos de 90 minutos una historia compleja pero perfectamente narrada. A destacar las escenas dentro de ambos trenes, así como la que ocurre en la fábrica de cerveza, donde ese aire de oscuro cuento adulto encaja a la perfección con las motivaciones ambos bandos, esgrimiendo la necesidad de un enemigo común para unir al grupo, mientras que Bernhardt y aliados fundamentan sus actos en la amistad y la voluntad de la gente para superar sus diferencias.

Los dos niveles narrativos, el thriller y el simplificado discurso político, se mezclan a la perfección en un producto propagandístico que no necesita banderas para cobrar sentido. Y es que más allá de ser la primera producción de Hollywood en rodar en Alemania tras la guerra, le sirve a Tourneur para adaptar su estilo a una narración más encorsetada, saliendo airoso del envite y brindándonos un film elegante, conciso y que usa sus giros con gran acierto.

Berlín Express es el reflejo que un mundo de posguerra quería ver al mirarse en ese espejo de celuloide, donde bajo los ideales encontramos los estrechos pasillo de un tren y bajos fondos de las tabernas, donde los pilares de un futuro mejor hacen frente a oscuras sombras disfrazadas de payaso o aliado.



viernes, 24 de abril de 2009

La recomendación de la semana: Los últimos días del edén


Dirigida por John McTiernan y protagonizada por Sean Connery y Lorraine Bracco, nos cuenta la historia de un investigador que se adentra en la selva amazónica en busca de un remedio para el cáncer. Claro ejemplo de cómo el azar es un factor clave en la investigación.


jueves, 23 de abril de 2009

Instantes de cine


Simone Signoret, Yves Montand, Marilyn Monroe y Arthur Miller (1960)


Battlestar Galactica: So say we all!


"There must be some kind of way out of here" , said the joker to the thief... y así acabó BSG después de 4 temporadas en antena. La guerra entre cylons y habitantes de las 12 colonias, la búsqueda de la 13ª colonia, Kobol y sus Dioses, la antigua nave que salvó a los humanos, la lucha por el gobierno de los supervivientes y las profecías sobre la Tierra son ya historia.


Siempre supimos que 6 y Baltar eran una metáfora, ellos fueron el último peldaño en el inicio de la guerra que devastó Caprica y las colonias, han simbolizado el cambio en cylons y humanos recorriendo la galaxia unidos, y finalmente artífices de salvar al símbolo de la unión entre pueblos. "Ángeles" les llamaron...

Y es que BSG siempre ha hablado de relaciones, de parejas, del cambio interior que nace por el influjo ajeno, de cómo en solitario somos un poco menos nosotros.

¿Te pedí, por ventura, Creador, que transformaras en hombre este barro del que vengo? ¿Te imploré alguna vez que me sacaras de la obscuridad y me pusieras en este maravilloso jardín?

El paraíso perdido, John Milton.


Lideran el destino de la flota superviviente el comandante William Adama, y la presidenta Laura Roslin. El primero al borde del retiro junto a su obsoleta Galáctica, y la segunda maestra, 42ª en la linea de sucesión a la presidencia y afectada de un cáncer terminal. Pero eso fue antes del ataque Cylon que redujo la población a 50000 habitantes, cuando veían cerca su final y la tragedia carga en sus hombros la responsabilidad de salvar a la humanidad.

Mando militar y mando político, la lucha contra el enemigo externo y el control y gobierno de los supervivientes, no siempre en el mismo camino ni el mismo propósito. La escuela de antaño, la antigua tecnología que permitió a la Galáctica sobrevivir al ataque Cylon, la vieja maestra y el viejo comandante como estandartes de una civilización y arquetipos en un mundo donde incluso en quien más confías puede ser una frakkin´ toaster.

Símbolos del pasado condenados a brillar por última vez, a librar una última gran batalla necesitándose ambos, aprendiendo a entenderse. Y el triste desenlace del gran comandante aferrado a sus dos moribundas damas.

Ya antes de llegar a almirante tuvo que sufrir la pérdida de unos de sus hijos, brillante piloto, quedando su legado únicamente en su otro hijo, el también heróico piloto Lee Adama, más conocido como Apollo. El guerrero que cambió las alas por las leyes, destinado a asumir ambos poderes de las colonias una vez la flota encuentro un nuevo hogar.

Apollo, eternamente enamorado de la chica mala, pareja de su difunto hermano y extraño ángel que les ha de llevar a la perdición. Kara Thrace, más conocida como Starbuck, la que volvió de la muerte demostrando que la resurrección no pertenece sólo a cylons, y que los dioses tienen planes para ella. Tan impulsiva y letal, con tanto odio hacia quienes devastaron su civilización, que acabó llorando a su marido cyborg.

Ella rescató la saeta que guió a los supervivientes de las colonias a Kobol, ella creyó ciegamente en la Tierra, y ella fue la que desapareció tras realizar aquello para lo que estaba destinada. Y en su viaje retazos de un camino a veces al lado de Apollo, a veces del mismo destino, pero siempre dueña de sí misma.

Y es que también somos nuestro legado, nuestro eco, piezas de un enorme puzzle que sólo cobra sentido al final del viaje. Así Athena y Helo se erigen por encima de su papel como padres de la esperanza simbolizada en Hera, fruto de la unión de ambas razas.

Hera, hija de cylon y humano, símbolo de la supervivencia y metáfora de la paz, que cobra un asboluto protagonismo por ser única. Otras dos concepciones vimos, ambas representado el fracaso de la endogamia entre razas, ambos arruinados por las traiciones de las pasiones. Hera es promesa en busca de suelo fértil, el camino donde se encuentran todos para comenzar de nuevo, la última oportunidad nacida en galaxias lejanas, sembrada en la Tierra.

Si allí hemos de caber todos, también nuestros dioses, tantos los de los humanos como el de los cylon, el que creó a los 5 dos milenios antes que la guerra estallara. El mismo que vió a sus imperfectas criaturas destruir su propio mundo y acabar inflitrados en las 12 colonias. Los pecados del padre siempre pasan al hijo.

Así Saul y Ellen Tight, íntimos del Almirante Adama, descubrirán que son precisamente aquello contra lo que luchan, poniendo a prueba lealtad y amistad. Cara a cara con pecados que no recuerdan, un pasado común guardado en el baúl del olvido que salta al compás de las notas de una música que sirve para unir a los 5 cylons originales. Un retrato en forma de civilización destruida por su propia mano, no tan lejano a los amaneceres negros con que amenaza la realidad y tan opuestos al esplendor de Cáprica.

"No sé con qué armas se luchará en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y piedras." Albert Einstein.

Vasos comunicantes, cambios que nacen desde dentro y se contagian, un viaje a través de la galaxia y al interior de ellos mismos para descubrir que la absurda lucha nace del odio del hijo. 3 civilizaciones nacidas en diferentes puntos de la galaxia, acabando su travesía en el corazón del sol, en la lucha suicidia que nace al borde del abismo de la rendición.

Porque en Battlestar Galactica todos son importantes, y cada pequeño paso en la inmensidad de la galaxia tiene un eco trascendental en el devenir de los habitantes de las 12 colonias. Habitantes reflejados como número en una pequeña pizarra, que decrece a golpe de salto a la velocidad de la luz, en la constante huida que no hará más que llevarlos aún más cerca de su enemigo. Pérdidas que forman parte del plan de un Dios que no pertenece a nadie.

"Dios tiene un plan, Gaius. Tiene un plan para todo y para todos." Caprica 6.

Y la redención para el más egoísta de los personajes, Gaius Baltar, auténtico catalizador de la historia junto a Caprica 6. Humano y cylon fueron culpables de la masacre de las 12 colonias y entregados a su fe darán sentido a sus visiones al otro extremo de la galaxia, como mensajeros de entes superiores. El árbol moribundo cuyas semillas plantamos en tierra fértil para una epopeya galáctica que habla del pasado, de 150000 años atrás en el tiempo.

Así que si tú, lector, eres descendiente de aquellos habitantes de las 12 colonias sólo me resta decirte: So say we all!

miércoles, 22 de abril de 2009

Grandes bandas sonoras: El Piano


Aprovechando el remember que me ha hecho el amigo Ángel en su entrada sobre posters, os traigo una de las BSOs más conocidas, pero una pieza que me entusiasma más que el tan trillado The heart asks pleasure first. Esta pieza se llama Big my secret, y el compositor Michael Nyman para El Piano.


martes, 21 de abril de 2009

La frase de la semana: Los Intocables de Eliot Ness


"Se llega más lejos con una palabre amable y una pistola, que sólo con una palabra amable."


lunes, 20 de abril de 2009

La imagen de la semana


Estas son las pintas que va a lucir el Robin Hood de Ridley Scott, interpretado por Russell Crowe. De tan colosal actor me creo cada papel, pero a priori las pintas son ridículas... Al parecer no querían un atuendo como los vistos hasta la fecha para el papel, así que han intentado darle un look más medieval y cercano al de Gladiator.

Fuente: SlashFilm

domingo, 19 de abril de 2009

Grandes momentos del cine: La Matanza de Texas


¡Cuánta poesía en Leatherface bailando al amanecer, sierra en mano!


sábado, 18 de abril de 2009

La recomendación del lector


Llegamos a la decimoquinta propuesta del lector tras la correspondiente reseña de Hero, propuesta por Javotxu. Esto sigue vivo y yo aún con ganas de aprender de los lectores, así que no seáis tímidos y proponed films de los que os interese saber mi opinión, o simplemente compartir por estos lares. ¡Gracias de antemano!


Hero: El color como elemento narrativo


Más allá del propio valor estético que puedan tener los colores en pantalla, estos transmiten y representan el estado del personaje y el que el mismo director pretende crear en nosotros. Con ello Yimou busca otro nivel narrativo que complete los hechos de unos personajes contenidos para una historia de verdades poliédricas, ahondando en una profundidad emocional que contrasta con su simpleza argumental.

Y es que la historia de Hero resulta más bellamente metafórica que compleja, usando un pasaje de la historia de China para hablar de paz y violencia. Todo eso adornado con coreografías al estilo que puso de moda Ang Lee en su premiada Tigre y Dragón, pero en una apuesta mucho más visual y relajada.

La historia de Hero nos sitúa en la época en que China estaba dividida en 7 estados, y sumida en constantes guerras entre ellos en busca de la supremacía. El rey del estado de Qin (Daoming Chen) es el más decidido y ambicioso buscando el dominio de los 7 reinos, pero asesinos del resto de reinos han intentado asesinarlo aunque sólo 3 estuvieron cerca de conseguirlo. Así el rey pondrá precio a las cabezas de Espada Rota (Tony Leung Chiu Wai), Nieve Volante (Maggie Cheung) y Cielo (Donnie Yen), premiando a quien acabe con ellos con riquezas y una audición privada con el rey.

En 10 años nadie reclama dicha recompensa, hasta la llegada de un misterioso guerrero sin nombre (Jet Li) que afirma haber matado al trío de asesinos, mostrando sus armas como prueba. Así será como el guerrero se plantará a 10 pasos del rey para narrar su historia.

La presencia de dicho asesino sin nombre y ataviado de negro ya siembra duda o amenaza en el ojo del espectador, como si de un enviado de la muerte se tratara. Por contra, las historia sobre el resto de asesinos son narradas en diferentes tonalidades, mostrando el carácter que en cada narración adquieren los personajes, desde el naranja para mostrarlos esclavos de sus pasiones, al blanco para mostrarlo en paz consigo mismo.

Así se nos van narrando diferentes versiones de una misma historia, sin repetir los mismos hechos y completando un cuadro donde a modo de caleidoscopio acabamos teniendo una narración construida a base de líneas de color que se van superponiendo. Y es que la forma da color al fondo, así como vemos en el film que una misma palabra puede estar escrita de múltiples maneras y significar siempre lo mismo.

Pese a contar con Jet-Li y el mismo productor de Tigre y Dragón para buscar el gancho a través de las batallas coreografiadas, el film opta por la introspección de unos personajes que basan su fuerza en la reflexión y la lengua. Así vemos luchas que sólo tienen lugar en la mente de los protagonistas y un eje central apoyado en las conversaciones del asesino sin nombre con el rey de Qin, así como un uso de la sangre meramente estético.

De esta manera se enriquece y estiliza una épica historia que no busca más que usar una bella historia de China para llegar al gran público, gustando y entusiasmando, pero no arrebatando. Y es que muchas veces la narración se contradice con lo visto anteriormente y resulta complicado desligar a los personajes de sus acciones anteriores una vez se demuestran falsas y se nos presentan como ciertas las opuestas. Y pese a resultar fascinante el contraste, es sencillo desligarse de las motivaciones de los protagonistas y quedarse meramente en lo visual sin acabar de empaparse de las historias de amor y traición que Zhang Yimou nos propone.

Y es que ahí entramos en el terreno psicológico donde el espectador toma como verdad todo lo representado en pantalla, donde la diferencia entre ficción y realidad no existe. Quizá una puesta en escena más onírica hubiera ayudado a hacer más ficticias las historias que nos narra el asesino sin nombre, contrastadas después con texturas más reales al explicar la verdad. Pero no es la intención de Yimou que vivamos la historia desde los personajes, sino vivirla y entenderla como un conjunto, como un óleo donde el todo da sentido a las individualidades.

En definitiva, un film interesante y cuidado que busca embellecer una gran historia sin llegar a recargarla. Retazos de filosofía oriental a golpe de espadazo y colorido, que parte de una premisa que a lo largo del film se justifica como inútil y se cierra con la imagen de la silueta del mártir representando la voluntad de un pueblo. Lección de filosofía, historia y buen gusto.

Lo mejor: La lucha entre hojas.

Lo peor: Las decisiones de los personajes resultan, en ocasiones, forzadas.

El dato: El perfeccionismo de Yimou llevó a tener que pintar de negro 300 caballos, acorde con el color del reino de Qin, o a esperar a que las aguas del agua estuvieran completamente en calma para rodar la escena de lucha entre Espada rota y el asesino sin nombre.



viernes, 17 de abril de 2009

La recomendación de la semana: Virgen a los 40


Un clásico instantáneo. Sin más.


LCM lanza el reto: Introducción


Ya era hora que lanzara un reto a los lectores, a los que he dado carta blanca para putearme con sección dedicada a ello. Ahora me toca a mí pedir vuestra colaboración con un reto que no os va a llevar mucho tiempo y puede resultar enormemente divertido.

La idea se basa simplemente en que escojáis tres de vuestros films favoritos, y propongáis un título alternativo, ya sea jugando con el título (original o no), con el contenido del film o con lo que os dé la gana. Por ejemplo, si cogemos Blade Runner, podéis bautizarla como El amante replicante, o Los perjúmenes de Vangelis me sulibeyan. Tanto da si pretendéis un tono jocoso o plasmar lo que dicho films os inspira.

Con ello, elaboraré un post sin mencionar los films originales, así tendremos oportunidad de intentar adivinar a qué film pertenecen las propuestas, y más adelante daría las soluciones. Esta propuesta está abierta a todos vosotros, lectores, así como la haré extensiva a mis compañeros en ReQmana. Para ello, basta con que vayáis a mi perfil y me enviéis vuestras propuestas a mi dirección de gmail.

Obviamente también sois libres de extender la propuesta a través de vuestros blogs, o modificarla a vuestro gusto. Ahora no seáis vagos, pensad y enviad rápidamente vuestras respuestas a mi mail, y no olvidéis indicar qué films son, que no soy yo quien tiene que adivinarlo. ¡Gracias a todos, de antemano!


jueves, 16 de abril de 2009

Señales del futuro: Delirios de grandeza para el señor B


Hacer bailar al son de la serie B a los espectadores que abarrotan las salas de cine no es tarea fácil. Cara y cruz de esos intentos los tenemos con Spielberg y La Guerra de los mundos, junto a Shyamalan y El Incidente, donde crítica y taquilla eligieron el mismo bando en cada caso.

Ahora es el turno de Alex Proyas
que con su nueva propuesta, Señales del Futuro, parece situarse entre los dos grupos, sin llegar a ser un fallido homenaje ni un pomposo espectáculo, sino cabalgando entre ambos por momentos. Así el director de la floja Dark City nos invita a un viaje por el cine catastrófico, el thriller, el terror y la ciencia-ficción, sosteniendo el film desde el drama familiar, como sí supo hacer Shyamalan en Señales.

La clave de no desorientar al espectador es mantener un hilo común que hilvane correctamente cada retazo de género, siendo estos la pintura y la historia el lienzo. Es así como Proyas firma su film más completo y ambicioso.
Arranca el film con una extraña niña solitaria que en vez de hacer un dibujo para una cápsula del tiempo, llena su hoja de incomprensibles números.

50 años más tarde tenemos a un profesor de matemáticas (Nicolas Cage) cuyo hijo recibe el mensaje de la niña al abrirse la cápsula, vislumbrando entre la numerología fechas de grandes catástrofes pasadas. Es así como descifrará por completo el código, quedando para el futuro otras 3 catástrofes a las que intentará poner remedio.

En el estado emocional del protagonista nos movemos, viudo y con un hijo, para el que la vida carece de significado. Ha perdido la fe de la misma manera que el personaje de Mel Gibson en Señales, y son las grandes catástrofes las que dan sentido al todo, la amenaza que articula el drama desde el individuo hasta la hecatombe. Y en ese camino coinciden salvación y respuestas, al menos en el caso de Shyamalan.

Y es que si hay un camino marcado, nada nos hace pensar que sea alterable y su significado solo se entiende en las respuestas. Así es como se cambian las tornas y el protagonista se vuelve un espectador más, ceñido a un guión contra el que lucha sin éxito mientras nos acomodamos en su impotencia. Esa es la apuesta de serie B donde los personajes son un mero recurso en los acontecimientos y nosotros vulgares mirones que acompañan al protagonista en su desdicha.

Y entonces nos vemos sobrecogidos por las brutales imágenes de las tragedias, a la vez que el drama familiar y la intriga nos recuerda que los personajes importan, uniendo ambas propuestas a través del niño (Chandler Canterbury)
y sus perturbadoras visiones. Ese es uno de los mayores méritos del film, el de aglomerar estilos que funcionan sin privarnos de ciertos fuegos artificiales.

El trayecto no permite predecir el destino del film, y la tercera y última bala del guión apunta al corazón del cine catastrófico donde lo visto hasta entonces se borra por completo, dejando solo el eje de la historia, al que se añaden molestos satélites que sirven de conexión con el arranque del film. Y quedando profecía y respuesta como bazas para el agridulce desenlace, que no por confuso deja de ser satisfactorio, necesario y finalmente coherente.

No podemos negar que Proyas no tiene habilidad para plasmar las emociones de sus personajes en celuloide, ni Cage ayuda a hacer funcionar las escenas en las que no aparece al trote, pero la brutal crudeza de las catastróficas escenas contrasta y completa la vertiente de ciencia-ficción. Así es como Proyas construye su rompecabezas desde las escenas y no desde los personajes, cuyo papel se acerca más al de Virgilio guiándonos del purgatorio al infierno/cielo.

En definitiva, un film notable y espectacular, una apuesta arriesgada que juega bien sus cartas y sin ánimo de trascender es capaz de entretener e impactar sin manipularnos. Sus ecos perdurarán más gracias al impacto visual de tres de sus escenas, pero sin negar la brillantez de algunas otras, y donde la única pega la encontramos en su puntual descompensación.

Lo mejor: Saltándome lo ya mencionado por mí y muchos otros, resulta impresionante la versión roja de Deep Impact, viendo como el fuego devora ciudades.

Lo peor: La trama de los visitantes cojea visto el final.

El dato: El proyecto original era para Richard Kelly. Si la pareidolia consiste en reconocer patrones conocidos en estímulos aleatorios (test de Rorschach), el complejo de Casandra es percibir el futuro y no se capaz de alterarlo.


miércoles, 15 de abril de 2009

Grandes bandas sonoras: Misión Imposible 2


Para que luego digan que soy un anticuado... Temazo de Limp Bizkit para la banda sonora del film de John "Palomero" Woo, que pertenece a su disco Chocolate Starfish and the hot dog flavored water.


El arte del remake (I)


Así , amiguitos.



Así no, amiguitos.


martes, 14 de abril de 2009

La frase de la semana: Bailar en la Oscuridad


"Lo he visto todo: he visto los árboles, he visto las hojas de los sauces danzando en la brisa, he visto un hombre muerto a manos de su mejor amigo, y vidas gastadas antes de terminar; he visto lo que fui, y sé lo que seré. Lo he visto todo; no hay nada más que ver."


Trailer de Antichrist


Amado, odiado, vilipendiado, encumbrado, infravalorado o sobrevalorado, el caso es que Lars von Trier siempre propone algo diferente. En este caso nos habla de cómo sería el mundo si lo hubiera creado el mismísimo Diablo, usando a una pareja en problemas para ello.




Fuente: SlashFilm

À l'intérieur: Portentosa metamorfósis bañada en sangre


Todo germen de cambio nace de la violencia, de una lucha interior. En un género tan explotado como el terror, tan previsible, desgastado por ciertas sofisticaciones ornamentales y sometido habitualmente a fórmulas rentables, se antojaba necesario un paso atrás. Despojar la propuesta de artificios y volver a su esencia, pero sofisticando la forma sin traicionar por ello las bases del género, ofreciendo así un producto crudo y violento revestido de liviana elegancia que sofistica sin ahogar.

Y es que el terror es un emoción primaria, directa e inmediata, alejada de lógica o reflexión. Puede disfrazarse de la elegancia de El silencio de los Corderos o Alien, pero bajo ellas late ese terror primario que tan crudamente mostró Tobe Hooper en La matanza de Texas. Esa materia prima es la que se ha ido desvirtuando en pro de fórmulas más comerciales, intentos de renovación o la directa banalización en espectáculo de sangre y tripas.

Ahí entra en juego la llamada Nouvelle Horreur Vague encabezada por el ya americanizado Alexander Aja, y donde films como Alta Tensión, Calvaire, Ils, Frontiere(s) y la misma À l’Interieur marcan tendencia a una renovación de un género artísticamente en horas bajas. Y como era de esperar, la taquilla ha ignorado las propuestas mientras se prepara para la sexta entrega de la saga de Jigsaw.

Y es que si la propuesta de Aja se mostraba tan ambiciosa como difusa, la de Alexandre Bustillo y Julien Maury con À l'intérieur es tan brutal como simple, con una brillante puesta en escena para una visceral historia. Así optan por un conjunto muy reducido de elementos, una precariedad que saben explotar perfectamente y crear un producto compacto y sin concesiones.

À l'intérieur arranca de manera impecable situándonos en pocos minutos, para después adentrarnos en los muros del hogar de la protagonista para no abandonarlos. Allí sufriremos junto a la embarazada (Alysson Paradis) el acoso de una extraña, primero inquietándonos para después aterrarnos con una serie de poderosas imágenes y un desarrollo simple pero efectivo.

Siguiendo los cánones del género tenemos tanta sangre como incautos secundarios que mueren a manos de tan implacable asesina, sin alardes ni trucos, empleando los espacios hábilmente para resultar verosímil. Todo ello sin escatimar una sola gota de sangre ni una sola de sus incómodas imágenes, con un prodigioso empaque visual que juega con luces y sombras para crear la atmósfera adecuada a cada escena.

Y todo ello con la protagonista encerrada en un lavabo gran parte del film, llevando el peso del metraje Béatrice Dalle con un personaje escalofriante. Sus actos duelen, impactan, alejándose de la intrascendencia que provocaba la tortura de Hostel, buscando la cercanía del espectador en vez de proponerle únicamente un espectáculo morboso.
Alexandre Bustillo y Julien Maurys nos sitúan dentro de la escena para vivir la violencia, no la escenificación de esta.

Puede que la apuesta parezca simple y la intriga escasa o previsible, pero a eso juega À l'intérieur, retomando tramas sencillas sin distraernos con sofisticaciones, sin buscar otra implicación más elevada del espectador. Y así es como la propuesta no se traiciona a sí misma, creciendo en rojo hasta su demoledor desenlace.

En definitiva, un film brutal y elegante, de los que se enganchan a la retina con brillantes excesos sin dejar un respiro a un espectador al que se le permite situarse rápidamente en su interior.
À l'intérieur nos lo hace pasar mal, nos regala la vista y cierra con un magnífico final que no dejará a nadie indiferente.

Lo mejor: El crudo fondo contra la trabajada forma.

Lo peor: Que se vea como un simple espectáculo de sangre y tripas.

El dato: El guiño del film lo tenemos cuando en un breve momento podemos ver que la
protagonista vive en el número 666.



lunes, 13 de abril de 2009

La imagen de la semana


Sí, es un espoiler como una casa, pero intimida y de paso os rebajo expectativas ante un producto que seguramente acabe siendo una gran castaña. Y es que más abajo tenéis el aspecto que lucirá en algún momento Helena Bonham Carter en Terminator Salvation, muy en la linea del Dos Caras de El Caballero Oscuro. A los mandos de la nave McG, con todo lo que ello conlleva.

Fuente: Tierra de Cinéfagos