Antes que nada, felicitar a Juan Antonio Bayona por su candidatura a los oscars en representación del cine patrio, y por los YA seguros Goyas a mejor director novel, mejor película e interpretación femenina para Belén Rueda.
Tuve la oportunidad de disfrutar de la película en el Festival de Sitges, con el director presentándola, cosa que favorece el entusiasmo con el que se predispone uno a verla.
El film nos cuenta las andanzas de una familia (padre, madre e hijo) en la rehabilitación del Orfanato donde pasó su niñez la protagonista, y donde los "amigos invisibles" del joven Simón les traerán por el camino de la amargura.
Hasta aquí nada nuevo, ¿no? Pues nada nuevo habrá tampoco en adelante.
La película tiene una factura impecable, un guión equilibrado y unas intepretaciones correctas, recayendo todo el peso dramático sobre Belén Rueda, pero el gran lastre de la historia es que no aporta nada nuevo. No es que sea vital que innove, pero sí un gran problema lo previsible del devenir
de las situaciones a lo largo de la historia. Y cuando ya sabemos lo que nos espera, lo único inesperado que nos hace mantener la atención sobre el film son los diferentes sobresaltos que hay en ella.
Y eso sí es un gran acierto, tanto por lo inesperado como por lo sencillo de ellos, ya que pese a ser algo efectistas, son tremendamente acertados.
Huyendo de ese efectismo, la película se decanta hacia lo emocional, el drama familiar que rodea a laos protagonistas y no nos sumerge en los trillados planos oscuros intentando crear una tensión atmosférica típica de las películas de este género. Volcada así sobre la parte dramática de la historia, pierde fuerza la película, pero se agradece el intento de ofrecernos un producto de terror que no abuse de clichés.
Es así como El Orfanato intenta ser algo más que un remake de película de fantasmas, y algo menos que un dramón infumable, con momentos realmente tensos (soberbia la escena copiada de Poltergeist), para quedarse finalmente en una película que ciertamente sobresale entre lo que a dia de hoy nos ofrece el género, aunque se hecha de menos el intento por innovar un poco en esta clase de historias.
A modo de ejemplo, es de agradecer el intento de Paco Plaza y Jaume Balagueró con su nueva película, [·REC], que pese a no haberla visto aún, su planteamiento es un vendaval de aire fresco para un género que en España se han emperrado en copiar sistemáticamente de la industria americana.
Lo mejor: Los sobresaltos están realmente conseguidos y elegidos, haciéndonos muy llevadera la historia.
Lo peor: Que navegar entre el drama y el miedo acaba por dejarnos con ganas de algo más en cada caso.
La película, aún y así, es de imprescindible visionado para todos los amantes del cine de terror.
1 comentarios:
Ha visto ya REC?, je, je... ;-)
La primera entrada no podía quedarse sin comentarios.
Por Dios...
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