sábado, 29 de marzo de 2008

La noche es nuestra: fácil y a desgana


James Gray gusta de escribir los guiones de sus propios films, así ha sido en las 3 películas que tiene en su haber, y la que se encuentra en post-producción. Con ellos ha conseguido ya 2 premios y varias nominaciones en festivales como Cannes o Venecia.


El film que nos trae hoy aquí es La noche es nuestra, estrenada este viernes en nuestras pantallas, precedida de una buena crítica y un supuesto aroma a los films policiacos de antaño. Con un reparto de lujo que componen Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg, Robert Duvall y Eva Mendes para dar forma a una historia que nos habla de familia, envidia, corrupción y venganza.

Bobby Green dirige el club de moda, vive una vida de lujo e ilegal desenfreno junto a su novia y sus amigos del local. A todos menos a su pareja esconde su parentesco con el jefe de policía y uno de los agentes más destacados (padre y hermano), incluso cambiando su apellido por el de su difunta madre.

Cuando asiste a un acto de homenaje a su hermano vuelven a hacerse patentes las diferencias entre él y su familia. Unos optaron por la vida modesta y sacrificada de hacer el bien, y otro por la vida fácil y pomposa de dejarse llevar por los excesos.
Su familia, aprovechando su posición en el local de moda, le piden ayuda para capturar al mayor traficante de la ciudad, que opera en su club. Él se niega y su hermano, recién nombrado jefe de la unidad de narcóticos asalta su club cogiendo a un colaborador del traficante y al propio Bobby Green.

La guerra entre los dos hermanos está servida, hasta que su hermano recibe un tiro en la cara a manos de un tirador.
A partir de aquí Bobby tendrá que decidir de que lado está y aceptar las consecuencias de sus actos.

Cierto es que no parece nada novedoso el planteamiento, y en su desarrollo lo es aún menos. El eterno dilema entre lo correcto y lo divertido, entre lealtad y supervivencia. Resumiendo, más de lo mismo, en una historia donde sólo hay un intento de giro que acaba por justificar lo que uno espera desde el principio.

Pero el problema no es que sea predecible, ni que todo lo que sucede sea tan sencillo, sinó la desgana con que se cuenta. Sorprende que los actores sangren por sus heridas ya que en todo momento dudamos de que corra sangre por sus venas. Mark Wahlberg no cambia la cara en las 2 horas de metraje, que incluyen su fiesta de ascenso y la muerte de su padre, y algún iluminado dirá que es Robert Duvall el que mantiene el tipo cuando más bien se encarga de los pasajes más flojos del film.

El peso recae sobre Joaquin Phoenix, que no realiza un trabajo excelente, pero tiene esa cara de perpetuo sufrimiento que ayuda en su papel. Y Eva Mendes pues a decorar, ya que su estado emocional sólo lo expresa su peinado.

Contada con una enorme sobriedad, no entra ni en debates morales ni en conflictos. Sabemos lo que va a pasar y cómo van a reaccionar los personajes. Conocemos las consecuencias y su resultado, y pese a no hacerse larga, sí se hace lenta. Se nos presentan demasiados planos con personajes meditabundos para justificar sus dilemas o su drama, y se deja en un segundo plano la acción o la trama policíaca.

Un batido de Bergman y Friedkin con regusto añejo que no entra ni como postre en restaurante de comida rápida.


En definitiva, un film flojo, en toda su medida, una receta sin gracia alguna y servida fría.

Lo mejor: El aparente giro cuando disparan al hermano de Bobby.


Lo peor: Las frases filosóficas de Robert Duvall, imprescindibles.


"Si te meas encima, el calorcito no dura mucho."


"Si te casas con un mono, no te quejes de que huela a plátano."


El dato: Para meterse en el papel, Joaquin Phoenix se dedicaba a insultar a Robert Duvall entre toma y toma.


2 comentarios:

M. Jordan dijo...

Vaya, a mi me pareció que visto lo visto en la cartelera es de lo más decente. Personalmente disfruté con Phoenix y creo que aunque podría estar mejor, es una película más que correcta. La lástima para mí es que dura poco y la trama quizás requería más tiempo y que, además, las comparaciones son siempre odiosas, y está claro que dentro del género y dentro de la tramas similares hay obras MAGNAS del cine con lo cual la de Gray queda ahogada. La sombra de Michael Corleone planea sobre el personaje de Phoneix durante toda la película, y eso, lejos de ser positivo para esta película, acaba por covertirla en un "quiero y no puedo", aunque muy decente.
Un saludo y un placer leerte :D

Mónica

Redrum dijo...

Ciertamente es de lo mejorcito, pero para mí no la salva. Es tan fría que requiere un esfuerzo enorme implicarte con los personajes. Queriendo ser compleja desde los personajes, acaba siendo una historia muy sencilla, que va sobre railes. Pese a todo, es uno de esos films en que la crítica no se pone de acuerdo, e incluso algunos hablan de obra maestra.

El placer es mío, Mónica. 1 saludo.