jueves, 22 de octubre de 2009

Chacun son mérite: Banda sonora


Lo que hoy entendemos erróneamente como banda sonora se remonta a los mismos orígenes del cine. Todos sabemos que el cine mudo venía acompañado de música, pero las salas de inicio del siglo XX no tenías los sistemas de altavoces que más tarde se estandarizarían y la mayoría de producciones eran acompañadas por una orquesta o un pianista, y en algunas ocasiones, ciertos efectos sonoros creados desde la sala de proyección. De esa manera, la música y el sonido que acompañaba al film raramente eran supervisados por el director o el productor de la cinta, sino más bien improvisado por el pianista de turno o los primeros ingenieros de sonido de la industria.

De hecho, aunque el cine no se concibiera como un espectáculo puramente visual, la música tenía otra finalidad mucho más práctica que la de acompañar o resaltar lo acontecido en pantalla: paliar el sonido infernal de las bobinas de proyección. Claro está que el uso de la música iría cobrando importancia y significado dentro del cine, buscando su utilidad dentro de la narrativa de cada film, pero no fue hasta 1908 cuando se compuso la primera partitura expresamente para una película. Hablamos de El asesinato del Duque de Guisa, dirigida por André Calmettes, y cuya música fue encargada al celebérrimo Camille Saint-Saëns. Ese mismo año el director ruso Vladimir Romashkov creó Stenka Razin, el primer film ruso de la historia y el segundo con banda sonora creada expresamente para el film, a cargo de Mihail Ippolitov-Ivanov.

Mucho han evolucionado las bandas sonoras (concedednos esa licencia) hasta nuestros días, siendo no sólo un componente vital de los films, sino formando parte de la estrategia comercial de una película tanto para promocionarla como para extender dicha promoción a listas de hits musicales, anuncios, etc. Pero la idea de nuestro artículo no es resaltar la belleza inherente de las diferentes piezas que pueden sonar en un film, sino resaltar cómo la banda sonora puede ser uno de los elementos narrativos más importantes dentro de una escena. Los que habéis visto Expiación sabréis de qué hablamos al recordar su perturbadora máquina de escribir sonando en cada pieza.

El primer ejemplo es tan sencillo como mítico. Saltamos a 1956 de la mano de John Ford y su Centauros del Desierto, a la escena donde Brad decide encararse solo al jefe cicatriz y los suyos. Ford no nos muestra lo que sucede, mantiene fijo el plano en Ethan y Martin y se vale del sonido y la música para contarnos el desenlace. Primero una serie de disparos de los que desconocemos dueños y destinatarios y finalmente unos acordes que indican el fatal desenlace, remarcando la reacción de los protagonistas. Así es como la banda sonora viene a sustituir la imagen de un hombre siendo abatido a tiros, usándola para anticiparnos la reacción de los protagonistas.



Es usual que la banda sonora de una película se sustente sobre un tema y sus variaciones. Es decir, se compone una canción que a lo largo del metraje se va repitiendo pero con cambios en su composición para que, aún siendo reconocible, no acabe de ser repetitiva y además aporte diferentes matices dependiendo del momento en el que se incorpore. En Las uvas de la ira de,de nuevo, John Ford, el tema principal (y casi único de la banda sonora) es la canción tradicional El valle del río rojo.


En el minuto 29:35 encontramos una triste variación del tema que acompaña al instante en el que la madre de familia repasa los pocos recuerdos materiales que tiene antes de iniciar un viaje que le alejará de la tierra donde siempre vivió. La tristeza del momento queda subrayada por la banda sonora aportando al momento un emotivo aire melancólico. De la misma forma, y después de varias variantes durante todo el film, casi al final de la película Newman versiona El valle del río rojo convirtiéndolo en una canción festiva como se puede ver en el minuto 1:48:18. La misma melodía sonará durante las dos horas de Las uvas de la ira (incluyendo una versión cantada –terriblemente- por Henry Fonda) pero siempre aportando diferentes acentos según interese a la historia.



Este ejemplo es, si cabe, aún más conocido. Hablamos del arranque de 2001, donde podemos ver Sol, Tierra y Luna alineados mientras el astro rey se erige reinante, insinuando el amanecer en la Tierra. Tal cual no tiene mucho misterio, pero cuando se le añade el poema sinfónico Así habló Zaratustra, de Richard Strauss, haciendo clara referencia a la obra de Nietzsche, quedan reflejadas las intenciones de ese genio llamado Kubrick. De esta manera se usa la banda sonora para añadir información inherente a la misma música, complementando al film. Otro caso sería el As time goes by usado en un film que no sea Casablanca y que inmediatamente incorporamos dicha historia al film que estamos viendo.



El efecto dramático de una banda sonora puede venir como acompañamiento a lo que está sucediendo en la acción o a la propia puesta en escena, pero hay ocasiones en que el potencial narrativo y sensorial de una secuencia puede venir provocado íntegramente por la música. Normalmente, la utilización de la banda sonora resulta un recurso un tanto facilón en cuanto a que genera de manera mucho más directa y automática un sentimiento en el espectador; y algunas películas pecan de no indagar en otros apartados para mirar de provocar el mismo efecto. Aun así, ha habido grandes bandas sonoras sin las cuales grandes películas se habrían quedado en simplemente muy buenas. No sé si será el caso de Tiburón, pero el peso que tiene en su éxito la obra de John Williams queda patente en la escena seleccionada: sólo tenéis que probar a verla sin sonido. La inquietud causada por esta secuencia va más relacionada a la tensión que genera la música que a la acción o puesta en escena; por lo tanto, todo el dramatismo se sostiene al buen trabajo de su banda sonora.



Y hasta aquí el extenso repaso a algunas de las formas en que una banda sonora ayuda a que una escena cobre sentido o este se veo complementado gracias a la musica. En la próima entrega os hablaremos de cómo a través del sonido podemos ver salvada una escena, y de la importancia que ya en su día le dieron directores como Lang o Ford.


9 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

ha sido una entrada muy trabajada. Estupenda para explicar con ejemplos el modo en que la banda sonora interactua en las pelícuilas.
Saludos

M. Jordan dijo...

Como mínimo siempre hay un comentario asegurado.

Felicidades, Redrum, por la intro que te curraste.

Un saludo.

Mister Lombreeze dijo...

Mi recurso favorito para una banda sonora es el del leitmotiv.
Desde mi pasión de melómano, el peso de las bandas sonoras en las películas es, en mi caso, importantísimo.
La moda setentera resucitada por Tarantino y las cuatro bodas y un funeral, ésa de emplear exclusivamente canciones en principo ajenas a la película, me da un poco de pena.

"No me gusta la música de las películas. Detesto ver a un hombre en el desierto muriéndose de sed con la orquesta de Filadelfia detrás de él" John Ford

A mí sí que me gusta.

Ivan dijo...

Que grandes ejemplos. Aún estoy muy verde en sonido, pero lo poco que uno sabe por ahora es que estos ejemplos describen una parte importante de la trascendencia del sonido.

Saludos ;)

Redrum dijo...

Gracias Jose!

Gracias Mónica a ti por tus textos y ejemplos!!! La intro es powered by wikipedia!!!

Mr.Lombreeze, pues nos hemos cascao dos de Ford! Y deduzco que le habrá encantado el ejemplo de Las uvas de la ira!

Yo entiendo que la verdadera magia está en el propósito que se la da, no simplemente en el que mole estéticamente.

Gracias Ivan! No deja de tener sus paralelismos con el montaje, la verdad. Y aún nos quedan otros dos de sonido por redactar!

1 saludo y gracias por comentar!

Insanus dijo...

Me ha encantado este post, felicidades.

Lo del sonido en vivo de la época silente, ¿no sería la bomba como broma desquiciante? Imaginad a la turba adolescente con sus gafitas de plástico para ver cualquier peli de animación 3d y que bajo la pantalla vean a un tío con pianillo aportando la música. jajjaj, yo pagaría por montar esa coña en cualquier multicine.

Redrum dijo...

Muchas gracias, Insanus! Siempre es curioso ver como muchas cosas que hoy en día se dan por sentandas, no son fruto más que de una necesidad.

Si pusieran pianista, la gente seguramente pensaría que es playback o pediría algo de Manu Carrasco, me lo veo...

1 saludo y gracias por comentar!

Belén Peralta dijo...

Estupenda, soberbia entrada. Y encima con el ejemplo (uno de ellos) de una de mis pelis favoritas por los siglos de los siglos Amén: 2001 Odisea del espacio.

Muy currada la entrada, sí señor. Me ha encantado.

Redrum dijo...

Muchísimas gracias, Guinda! Confío que el resto de entradas de la serie de artículos te convenzan igualmente!

Comparte tu admiración por 2001, of course! Pero sobretodo hacer notar como la BSO amplía y mucho el sentido de la escena inicial.

1 saludo y gracias por comentar!