Hemos asistido en los últimos años a una falta de ideas alarmante en la industria americana. Después de innumerables remakes, vinieron las secuelas, y para sagas cerradas las precuelas. Ahora Rob Zombie se atreve con Halloween, a lo grande, siendo parte precuela, parte remake.
Algo que me cuesta entender es la motivación que alguien tiene realizar un remake de un film que fue un éxito convertido a clásico. ¿Tributo? El caso es que si buscas realizar un buen film mejor será rebuscar entre películas fallidas cuyo guión daba para más.
El problema de realizar precuelas es que se toman irremisiblemente como sinónimo de ORIGEN, y en el caso de film sobre psycho-killers, vamos siempre a lo mismo, una infancia más traumática que un sábado noche viendo TVE. ¿Tan extraño resulta creer que un tipo como Michael Myers es malo por naturaleza?
Pues para Rob Zombie parece que sí, y nos vende un 2 por 1, con un joven Mike que se carga a media familia, y un Michael adulto en busca de la hermana pequeña que no mató (su única familia) cargándose a todo el que se cruza en su camino.La primera parte llega a ser aburrida, donde lo poco que se salva es Malcolm McDowell intentando redimir a un personaje similar al propio Alex que le hizo célebre. No hay más, no hay hechos que justifiquen ese trauma ni evolución en el personaje, sólo ciertos hechos puntuales que sirven para explicar la segunda parte del film, o conocer el origen de la máscara.
La segunda parte comienza absurdamente, con unos celadores dispuestos a violar a una enferma de la institución mental en la celda de Michael Myers, un hombre perturbado culpable de 4 asesinatos y grande como un armario del IKEA. Pues claro, se escapa.
A partir de aquí, con la foto que su madre le dejó antes de suicidarse, emprende la búsqueda de su hermana. ¿Para qué? pues vayan ustedes a saber, porque se carga a todos su amigos... Habrá gente que saque interpretaciones mil, sobre hacer sentir a su hermana su propia soledad, tenerla para él sólo, mostrarse sin máscara ante ella como lo que es, etc.
Sólo la última media hora de película rinde homenaje en condiciones a Halloween, con la tensión clásica de los slashers de toda la vida, con asesino implacable e indestructible que andando es más rápido que cualquier jovenzuelo a la huida. Tampoco nos sorprendemos, a Rob Zombie se le da bien ese tipo de escenas y sacar en sus films siempre a su esposa, poco más.
Con todo queda un film majo, entretenido si sobrevivimos la primera media hora y sin ser tan truculento como acostumbran a ser hoy día los films sobre psicópatas. Michael Myers mata a cuchillazos o a ostias, sin adornos ni recreamiento, como su supuesto y primario instinto indica.
Lo mejor: Las escenas del final con la música original de la saga.
Lo peor: Que quieran explicar el origen del mal que habita en Michael Myers. Gracias, pero no me importa.
El film llegará a los cines españoles el 4 de Enero de 2008.
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