sábado, 29 de marzo de 2008

La habitación de Fermat: La mente maravillosa de Puzzle


El festival de Sitges del año pasado trajo 4 propuestas españolas de gran interés, pero con éxito dispar. El Orfanato y [·REC] fueron éxitos de taquilla, mientras que La habitación de Fermat pasó desapercibida y Los cronocrímenes se estrenará finalmente el 18 de Abril.


Eso indica el buen estado del cine fantástico español, apostando por un género cada día más popular y que expande el espectro del cine español. Luego ya nos podrá parecer mejor o peor cada producto, pero se agradece que se apueste por historias alejadas del tan trillado drama social.

La habitación de Fermat nos narra el juego al que son sometidos 4 matemáticos que aceptan la invitación de un extraño para resolver el mayor enigma jamás planteado. Para ellos siguen las extrañas instrucciones que les llevan a un edificio en medio de la nada.

Allí llegará el supuesto organizador del evento que tardará poco en marcharse, dejándolos encerrados en una habitación que menguará a la par que fallan en resolver los enigmas que se les plantean. A un ritmo frenético irán solucionando los problemas que se les plantean e irán desenmascarándose cada uno de los cuatro personajes.

Cierto es que los enigmas que plantea el film son bastante elementales y la mayoría alejados del mundo de las matemáticas. Como igual de ciertas son las diferentes trampas que tiene el guión para forzar ciertas situaciones, pero siendo la ópera prima de Luís Piedrahita y Rodrigo Sopeña resulta un film muy digno y entretenido.

El film no deja de ser un cruce entre Una mente maravillosa y Saw, con menos sangre y más acertijo, una historia más de personajes, donde los únicos giros los vemos a medida que se desvelan las identidades de los protagonistas. Protagonistas que no acaban de destacar y sólo Santi Millán y Federico Luppi hacen creibles sus papeles.

Así vemos que no es un prodigio ni un derroche de talento, pero sí un film solvente que sacrifica su duración a costa de limitar su profundidad, más cerca de las palomitas que del cine de autor. No se hace lento ni aburrido, y sólo nos descolocan ciertas reacciones de los personajes, bien por exageradas, bien por extrañas teniendo en cuenta su situación. Es así como no acabamos de sentir la presión y el miedo de los protagonistas, antojándosenos lejana su posible muerte.

En definitiva, un film muy entretenido, con un guión sencillo pero sólido y que con acertijos sencillos consigue mantener atento al espectador.

Lo mejor: El uso de las matemáticas y los acertijos, adaptados al gran público.

Lo peor: Alguna reacciones de los protagonistas son difíciles de comprender.

El dato: La conjetura de Goldbach sigue sin ser probada a día de hoy.

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