Y se pone en forma, como su mujer. Después de sus sonoros fracasos en taquilla y crítica con Revolver y Barridos por la marea decide retomar el camino que le convirtió en promesa del celuloide con un film que representa una trilogía de los bajos fondos londinenses junto a Lock & Stock y Snatch. ¿El resultado? Sitges aplaudía a los 5 minutos de film la vuelta de la frescura que Ritchie imprime a sus films.
Habrá quien le acuse de que su fórmula no es original, o que se repite, pero si el resultado funciona poco importa el resto. Con personajes que sólo han cambiado de rostro desde Snatch, banda sonora nueva e historia coral redibujada, nos topamos con la clásica historia de simpáticos perdedores contra el temible poderoso. Deudas, drogas, robos, humor y música a todo volumen para hacernos un auténtico RocknRolla.
Uno Dos (Gerald Butler) y Tanque (Idris Elba) son dos ladrones de poca monta que saben que el gran negocio está en el tocho. Deciden comprar una propiedad esperando la licencia de construcción para venderla revalorizada, pero con sus antecedentes deben acudir a un prestamista (Tom Wilkinson) para poder realizar la compra. El prestamista quiere su comisión, y como resulta ser quien maneja los hilos con las licencias cancela la de los ladrones, que se verán sin edificio y con una deuda enorme hacia tan peligroso personaje.
El prestamista y magnate no es otro que Lenny Cole, que anda embarcado en negocios con otro magnate ruso. Un cuadro prestado que desaparece, una contable timadora (Thandie Newton), un hijo estrella del rock dado por muerto (Toby Kebbell) y un chivato desconocido se verán implicados en una trama de intereses y violencia a ritmo de balas y rock&roll.
Es muy sencillo, si te gustó Snatch, te gustará RocknRolla, porque la apuesta es calcada. Un videoclip de casi dos horas, con ritmo algo más sosegado pero que no se detiene en los detalles, sino que avanza a golpe de acordes. Personajes prototípicos con ácidos diálogos y situaciones cómicas que se suceden con fluidez.
Butler cumple en su papel, pero sobre el reparto lucen Tom Wilkinson (como siempre) y Toby Kebbell. Completan un correctísimo elenco Thandie Newton, Jimi Mistry, Mark Strong, Karel Roden, Tom Hardy y todo un sinfín de secundarios con breves pero excelentes papeles.
Pocas pegas pueden ponerse a un film tan modesto como vertiginoso, más allá del abusivo uso del intercalado de escenas durante la narración, o los largos discurso del genial Johnny Quid. Ritchie se gusta, y se nota que se sabe ganador, optando por llevar ciertas escenas a un terreno más personal. A eso añadir un guión rocambolesco, no exento de trampas bien escondidas bajo el manto de un montaje frenético.
Y como todo buen film de Ritchie, no podemos obviar esa gran invitada estrella llamada banda sonora. Desde el potente arranque con la versión de I´m a man de Bo Diddley a cargo de Black Strobe, al Rock & Roll Queen de The subways, pasando por grupos como The Clash, Lou Reed, The Beat, The Scientists, The hives o The sonics.
En definitiva, una más que recomendable película, más dinámica y divertida que Lock & Stock, pero menos redonda y fresca que Snatch. Una apuesta que entra rápidamente por oídos y vista, que provoca más de una sonrisa y despacha al espectador cual montaña rusa.
Lo mejor: La apuesta visual, su formato.
Lo peor: Las inevitables comparaciones.
El dato: No es broma su final, hay una segunda parte a la vista, para formar una trilogía que depende de sus resultados en taquilla. RocknRolla tiene previsto estrenarse en nuestras salas el 9 de Enero.
Habrá quien le acuse de que su fórmula no es original, o que se repite, pero si el resultado funciona poco importa el resto. Con personajes que sólo han cambiado de rostro desde Snatch, banda sonora nueva e historia coral redibujada, nos topamos con la clásica historia de simpáticos perdedores contra el temible poderoso. Deudas, drogas, robos, humor y música a todo volumen para hacernos un auténtico RocknRolla.
Uno Dos (Gerald Butler) y Tanque (Idris Elba) son dos ladrones de poca monta que saben que el gran negocio está en el tocho. Deciden comprar una propiedad esperando la licencia de construcción para venderla revalorizada, pero con sus antecedentes deben acudir a un prestamista (Tom Wilkinson) para poder realizar la compra. El prestamista quiere su comisión, y como resulta ser quien maneja los hilos con las licencias cancela la de los ladrones, que se verán sin edificio y con una deuda enorme hacia tan peligroso personaje.
El prestamista y magnate no es otro que Lenny Cole, que anda embarcado en negocios con otro magnate ruso. Un cuadro prestado que desaparece, una contable timadora (Thandie Newton), un hijo estrella del rock dado por muerto (Toby Kebbell) y un chivato desconocido se verán implicados en una trama de intereses y violencia a ritmo de balas y rock&roll.
Es muy sencillo, si te gustó Snatch, te gustará RocknRolla, porque la apuesta es calcada. Un videoclip de casi dos horas, con ritmo algo más sosegado pero que no se detiene en los detalles, sino que avanza a golpe de acordes. Personajes prototípicos con ácidos diálogos y situaciones cómicas que se suceden con fluidez.
Butler cumple en su papel, pero sobre el reparto lucen Tom Wilkinson (como siempre) y Toby Kebbell. Completan un correctísimo elenco Thandie Newton, Jimi Mistry, Mark Strong, Karel Roden, Tom Hardy y todo un sinfín de secundarios con breves pero excelentes papeles.
Pocas pegas pueden ponerse a un film tan modesto como vertiginoso, más allá del abusivo uso del intercalado de escenas durante la narración, o los largos discurso del genial Johnny Quid. Ritchie se gusta, y se nota que se sabe ganador, optando por llevar ciertas escenas a un terreno más personal. A eso añadir un guión rocambolesco, no exento de trampas bien escondidas bajo el manto de un montaje frenético.
Y como todo buen film de Ritchie, no podemos obviar esa gran invitada estrella llamada banda sonora. Desde el potente arranque con la versión de I´m a man de Bo Diddley a cargo de Black Strobe, al Rock & Roll Queen de The subways, pasando por grupos como The Clash, Lou Reed, The Beat, The Scientists, The hives o The sonics.
En definitiva, una más que recomendable película, más dinámica y divertida que Lock & Stock, pero menos redonda y fresca que Snatch. Una apuesta que entra rápidamente por oídos y vista, que provoca más de una sonrisa y despacha al espectador cual montaña rusa.
Lo mejor: La apuesta visual, su formato.
Lo peor: Las inevitables comparaciones.
El dato: No es broma su final, hay una segunda parte a la vista, para formar una trilogía que depende de sus resultados en taquilla. RocknRolla tiene previsto estrenarse en nuestras salas el 9 de Enero.
4 comentarios:
Cierto el auditori retumbaba con los aplausos y las risas, pues a pesar de su duracion, Ritchie supo llevar las cosas con frescura hasta el final, sin hacerse pesada.
Salu2!
¿Estabas allí, Machete? Pues eso, desde luego el entusiasmo con que la gente acogió la película vale más para valorarla que mi crítica. Tras el arranque, ya nos tenía a todos ganados.
¡1 saludo y gracias por comentar!
Si que estaba, lo mismo hasta nos hemos cruzado en la cola.
Salu2!
Pues seguramente... Con las colas kilométricas que se forman... Ayer llegaba la cola hasta la puerta de salida del auditorio, y siguió creciendo, asi que puede que hasta diera la vuelta al hotel.
Estas cosas no pasaban antes ;)
¡1 saludo y gracias por comentar!
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