jueves, 14 de enero de 2010

Avatar: Pandora y la universalidad simplificada


La punta de lanza se convierte en talón de Aquiles para el auténtico rey Midas de la industria. Los dos films con mayor recaudación de la historia llevan su firma, superando con casi toda seguridad los 3.000 millones de dólares y multiplicando por seis la inversión hecha en sus proyectos. Cifras tan escandalosas no siempre son motivo para atraer al público a las salas, pero sí de expectación con respecto a cada uno de los pasos que da James Cameron, no exento de culpabilidad primero por su secretismo y más tarde por exceso de confianza.


Y es que no vamos a negarlo, Avatar no es una obra maestra y mucho menos aún la revolución cinematográfica que se esperaba, como tampoco es un film desastroso ni un vacío espectáculo de efectos especiales. La división de opiniones es hija esperada del hype y de las ganas de hacer ruido hablando sobre un film con mayores virtudes (o al menos diferentes) de las que la marca Cameron suele conllevar. Avatar es un film que el mismísimo John Locke adoraría, y yo no soy nadie para llevarle la contraria al calvo más importante de la historia.

Avatar es una historia de últimas oportunidades, un salto de fe, un ingenioso mecanismo cimentado sobre un guión sencillo que sirve como estructura a un espectáculo visual convertido en un ambicioso intento de trasladar lo más fielmente posible la experiencia de nuestro protagonista en Pandora directamente a nuestras retinas. La experiencia 3D y los efectos especiales pasan por ser mucho más que el mero envoltorio que asegura dos estatuillas y un taquillaje decente, convirtiéndose en medio a través del cual también nos llega información. Pandora no son palabras, Pandora es una experiencia que hay que vivir para entenderla.

En Avatar asistimos al viaje iniciático hacia las segundas oportunidades por parte de un personaje cuyo cuerpo y mente piden a gritos redención. Dicha andadura condiciona muchos aspectos del guión, tan necesarios como obvios ya que el pasado no es siempre algo que se aparca y se olvida, sino algo que debe ser destruido, extrapolado militarmente por Cameron y escudado bajo un simplista mensaje ecologista. No en vano el film de Cameron se asemeja a una titánica relectura de El retrato de Dorian Gray, donde las buenas acciones de un alma en busca de salvación aceleran la atrofia de su propia raza.

La dualidad queda claramente reflejada en el tullido cuerpo de un hombre que suplanta a su hermano muerto por dinero, pero que vestido de avatar es capaz de hacer suyas las más nobles virtudes, encontrándose a sí mismo tan lejos del hogar. Y esa evolución no viene marcada desde un guión, sino que gran parte de la fuerza del mensaje recae en desvestir la narrativa de trampas y vender sensaciones directas y universales a través del 3D, creando emociones más reales en tanto que más digitales son. Cameron busca en su salto a la tridimensionalidad un nuevo sello, condicionando el fondo a la forma e intentando transmitir su entusiasmo hacia una tecnología que permite recrear su ambición creativa.

Dicha revolución aún en pañales implica ampliar y redefinir el lenguaje cinematográfico, entendido que la mayor parte de los cambios caen del lado del rodaje y no del visionado, y que esta nueva vía no debe encararse hacia el mero artifício o estará condenada al fracaso. En esas nos topamos con un Cameron como abanderado revolucionario que, con más o menos acierto, crea un producto cuya potencia visual, más allá de la pirotecnia, es muy superior a su potencia dramática, más interesado en brindarnos una experiencia única que una obra maestra, porque ni lo busca ni lo necesita.

Cierto es que de Avatar recordaremos más sus números y a su director, pero el film de Cameron es el único blockbuster digno (junto a Star Trek) que nos ha dejado 2009. La diferencia es que Cameron sabe qué hacer con una cámara y con ello presentar un vibrante espectáculo, mientras el resto se conforman con medir la calidad de su obra por el peso de los efectos especiales.

Así se convierte Avatar en el fenómeno cinematográfico del año, y al frente el rey del mundo demostrando que sello y taquilla no están reñidos. Y mientra se apunta al guión como la brecha que hace sangrar el barco hasta naufragar, Cameron señala con el dedo a Pandora... pero muchos se quedaron mirándole la mano.

24 comentarios:

Dr. Quatermass dijo...

Hombre veo que os vais destapando poco a poco que vaya palos hemos tenido que soportar los que la hemos alabado. Poco se puede añadir a tu comentario, que tematicamente exprimes hasta la ultima gota lo que hay, por cierto.

airuntx dijo...

Reconozco que la película no aburre, no se hace larga y es un espectáculo visual y tecnológico. Más allá de esto y de un rato entretenido, creo que la película no aporta nada. Sinceramente, nada se recordará de ella cuando pase esta euforia del 3D. Lo que sí alabo es que ha conseguido que la gente vuelva en masa a las salas (y pagando 10€!) cuando parecía que muchos entonaban un réquiem por el cine.

El Noi dijo...

Yo también encuentro que la peli es entretenida, bonita, espectacular y amena; pero que poco más queda que el "sale un planeta muy bello".

Creo que, como dice airuntx, dentro de un par de años dificilmente alguien podrá explicar la película de una manera distinta a "Va de un planeta muy bonito donde viven bichos azules y hay explosiones". Hace menos de un mes que la he visto y, a parte de un árbol blanco, no recuerdo qué más hay en Pandora...

Nota: ¡Pero la peli me gustó!

Redrum dijo...

Muchísimas gracias, Doc! Se ha llevado muchos palos, pero sin embargo mira lo bien que marcha en mi encuesta! Eso sí, quien la ha criticado lo ha hecho mucho, y siempre por el guión.

Airuntx, Noi, ya ni me leéis, coñe! Jajajaja! Precisamente lo que aporta en el 3D no es el efecto inmersivo en nosotros, sinó el uso, mucho más allá del "cuidao! que te de la ramita en la cara!"

El Noi, en Pandora también hay mujeres con rabo.

1 saludo y gracias por comentar!

Carlos Giacomelli dijo...

pues qué quieres que te diga, a mí sí me aburrió, y como una ostra además. Será que a mí el que me cuenten lo mismo de siempre tantas veces me acaba hartando, no sé... Soy de los que la critican por su guión (digno de un niño de colegio), ya que aunque reconozco que es una experiencia que hay que vivir en el cine, qué pasará cuando deje de estar en salas? la gente (poca) que no la haya visto y se la alquile... imaginad el suplicio de aguantar semejante pastel (con todas sus letras) y encima en dos dimensiones... no sé, pienso que al final, una buena película, de esas que perduran en el tiempo, es aquella de la que se recuerda hasta el último detalle, sobre todo del guión. Porque por mucha experiencia de "teletransporte" a un planeta y blablabla, al final eso acabará borrándose, o quedando en un mero guiño. "Ah sí, qué bonita era Pandora...de qué iba la peli?". Por supuesto, tanto vale para los efectos especiales. Con que salga el próximo transformer, terminator, nave espacial o sable láser, Avatar pasará al desfase, y también se olvidará.

Por cierto, mi top2 de blockbusters del año viene formado por Star Trek (esa sí es entretenida, bien hecha, y con un presupuesto relativamente limitado) y Sherlock Holmes, un caramelo tan intrascendente como agradable.

PD. Mira que me jode que no me haya gustado eh? de verdad, que fui con las mejores intenciones!

Saludos y enhorabuena por tus críticas y blog en general ;)

Ivan dijo...

Una crítica positiva! jeje. No la he visto aún, pero tanto entusiasmo entre la gente (en general) me da escalofríos de temor para cuando la vea.
Lo que me cuestionaba como duda existencia es porque se le llama 3D, creo que es un término incorrecto, porque precisamente el cine es el único arte en 3D desde sus inicios con la profundidad de campo. Pajas mentales, lo se, pero creo que mi reflexión tiene razón de ser.

Saludos Nico!

Javier Chacón dijo...

Ivan, 3D es el modo chulo y rápido de llamarlo, más correctamente sería estereoscópico, que no es más que la diferencia de ver con un ojo a ver con dos. En el cine siempre se ha visto 2D, lo que ve un ojo y otro cambia en posición, pero no da nueva información que permita al cerebro generar una percepción tridimensional, de profundidad, similar a la de la realidad. Aunque lo que dices sí da una cierta tridimensionalidad, no es equiparable a nuestra visión real, y es algo que se puede hacer sin ningún problema a pesar de estar tuerto o cerrar un ojo (es un análisis cerebral de la imagen en el que se interesaron mucho los psicólogos de la Gestalt). Es una parte importante de la percepción tridimensional pero no toda.

Estas 3D también son muy mejorables, para empezar, porque siguen teniendo el artificio de que lo que no se enfocó al rodar está difuminado aunque tú lo mires, que es algo que con 3D reales no pasaría, si enfocas al fondo verías borrosos los personajes y viceversa. Así la gente sale con dolor de cabeza muchas veces, por forzarse a ver las partes de la imagen que no están enfocadas porque se supone que no es lo que deberías estar mirando. Estás mirando un fondo con la información que recibes de mirar un objeto intermedio, que es completamente diferente, y el cerebro no sabe exactamente qué hacer con eso porque no puede unirlo congruentemente.

Eso sí, la profundidad de campo ya se usó antes en artes visuales (pintura y fotografía, aunque no sé si en la primera se denomina formalmente así), así que el cine no fue el primer arte en usarlo, aunque sí en darle mucho más juego.

Y ya hablando de Avatar, pues a mí me gustó mucho, dentro de lo que es. Una revolución... pues no, a nivel tecnológico lo único, y es que seguramente estos efectos digitales tarden mucho más en envejecer, además de conseguir que apenas te planteas la no realidad de los Na'vi. La historia no es nada nuevo, pero no está tan mal contada y mezcla cosas de unas y otras con un resultado más que aceptable.

Yo no salí descontento de la sala (salvo eso sí, por la fila que me tocó...).

Jero Piñeiro dijo...

No podría estar más de acuerdo con tu apreciación de la peli. Como dije en mi propia reseña, creo que Cameron suple la simpleza del guión con el poder de la imagen (no referida al píxel y el polígono, sino a su fuerza evocadora y su simbolismo). Sin ser esa revolución del cine (que por otro lado yo en ningún momento esperaba encontrarme), creo que es el mejor blockbuster estrenado desde "El retorno del rey".

Angel "Verbal" Kint dijo...

Amigo, no estoy de acuerdo en dos cosas...una el guión no es sencillo, es simple y esquemático...y dos no es que miremos el dedo, es que Cameron se mira tanto el ombligo que es imposible que veamos Pandora en muchas ocasiones...
Espectáculo? sin duda, del mejor...pero nada más

Ivan dijo...

Si Javier, ya conocía esa información, pero de hecho sigo pensando lo mismo, para mi el cine creó la tercera dimensión como pionero en el arte por su capacidad en movimiento. Entiendo a que te refieres con el tema de la pintura, pero yo no lo considero lo mismo, porque la profundidad de campo adquiere sentido con el movimiento, y esa sería la tercera dimensión.
Artísticamente la tercera dimensión existe hace unos 100 años en un arte como el cine. Así que no sabría como llamar a esta evolución tecnológica que nos ha traido Cameron.

Ivan dijo...

...y espero que el poder de las imágenes de Avatar signifique algo, porque sino se convierte en postales sin relación entre sí a nivel expresivo, por mucho que narrativamente se entiendan.
Veremos...:)

Javier Chacón dijo...

Ah ok, pensé que te referías a otra cosa más bien.

El 3D está sobrevalorado con la sorpresita de lo que parece que se te acerca y tal, en Avatar de eso hay poco pero hay, porque a muchos les encanta. Pero tampoco se aprovecha para hacer algo realmente nuevo, es decir, hacer cosas que sólo son posibles en 3D. Pero en sí, le da un cierto enriquecimiento a la obra como conjunto en el sentido de que si algo ya queda bien si está trabajado, resulta más atractivo visualmente si se aporta ese cierto toque de profundidad que le dan las 3D.

Por ejemplo en Up, el 3D no hacía nada del otro mundo, y no pierde en Bluray, pero sí que había un cierto toque en esas escenas de altura. Nada sustancial, pero enriquecedor.

Aún falta para que alguien un poco innovador se le ocurra usar el 3D para hacer algo que sólo se pueda hacer con 3D. Igual que con el color, se puede usar solo porque sí, o se puede usar para hacer algo sustancialmente distinto. Si por ejemplo, por poner dos cosas similares, en Alicia en el País de las Maravillas se usara el 3D sólo en el mundo al que entra Alicia, y no del que viene, se estaría consiguiendo un efecto como el del Mago de Oz y el color. Ahí el 3D tendría una función concreta y aplicada a la historia.

Y obviamente pongo sólo eso que es practicamente plagiar la idea cambiando la tecnología porque si se me ocurriera algo realmente original pues no estaría ahora aquí escribiendo esto, pero a lo que me refiero más o menos creo que queda claro.

También se podrían intentar efectos, como que cosas que lógicamente deberían sobresalir sean en realidad profundas, personajes planos en mundos que tienen profundidad, ... y obviamente, con alguna relación con lo que se quiere contar y no por caprichín.

Hacer que lo profundo parezca profundo, que lo alto parezca alto, que lo que sea en relieve tenga relieve...pues eso cae de cajón y lo hace cualquier tonto con material.

Ivan dijo...

Si, opino igual que tu. El uso del 3D será útil el día que se use con sentido expresivo dentro de la acción. Se que debe ser complicado innovar dentro de unos parámetros de lenguaje cinematográfico muy establecidos, pero si algunos en los 60 lo hicieron (aunque luego ha permanecido lo anterior), quizás con el 3D pase igual, ojalá, aunque tengo dudas. Y tengo dudas también de esa reducción de gastos de la que habla Cameron para la posibilidad de la implantación masiva del 3D.
¿Como sería útil el 3D? pues no se, sería cuestión de estudiarlo a fondo, a mi así de repente se me ocurre la posibilidad de crear un plano multiescalar mediante esa tecnología, quizás seria posible solo hacerlo multiescalar mediante ese método, o al menos aumentar la diferenciación de escala con respecto a cada individuo dentro del propio plano multiescalar.
No se, a ver que da de sí el tema, pero a mi me gustaría que cuanto menos, aunque se hagan en 3D, que al menos no olviden que las buenas decisiones del cineasta no dependen de esa tecnología, es decir, primero haz una buena película y luego métele eso si quieres, pero nunca priorices esa tecnología por encima de algo tan simple a priori como una escritura de guión. No se si me gustará Avatar o no, pero el argumento que he leído me asusta de lo previsible que me intuyo que puede llegar a ser, y 12 años son muchos como para haber provocado a la mente a crear algo más consistente.

Saludos!!

Redrum dijo...

Uiuiui, Capitán, que nos vamos por peteneras... Ni toda buena peli debe perdurar en el tiempo, ni todo el peso tiene que recaer en el guión, ya que es un elemento más dentro de un film.

Luego, sí, cuenta lo mismo que muchas otras, cosa que pasa en el 99% de los films, pero importa el cómo se cuenta y Cameron conscientemente ha dado mucho peso a la imagen. Por otra parte es lo que siempre ha hecho.

Cierto, he leído tu crítica y me sorprende porque pese a gustarme Ritchie, me esperaba un truño. Así que ale, este finde la veo!!! Y gracias! Idem, aunque ya me ves por vuestra casa a menudo!

Iván, Javier, ante todo gracias por aportar tanta info sobre el tema! Sí, eso significa que la mitad ni lo sabía, para variar!

Avatar no es magnífica, ni de lejos, pero entiendo que en ella el 3D tiene un propósito más allá del efectismo, y es lo que me interesa. Cierto que hay que explotar ese apartado, como digo, redefinir el lenguaje y ampliarlo con la posibilidad de implicar al espectador de manera más directa, pero aunque sea con esa sensación envolvente ya ayuda.

Otro par de cosas con las que no estoy de acuerdo: Avatar no tendrá interés cuando se vea en 2D... ¿eso es malo o todo lo contrario? Avatar es un espectáculo, pero nada más... ¿eso es malo?

Jero, totalmente de acuerdo. Es un blockbuster, y como tal es abrumador. Si entramos a valorarlo como film en todos sus apartados, pues vale, La cinta blanca es muy superior, pero como film por el que pagas una entrada para verlo en pantalla de cine, sonido chanante y tal, es brutal.

Repito, algo tan sencillo como elegir al carapalo de Worthington como prota para que su avatar fuera de todas todas más expresivo que él ya indica una intencionalidad en el uso de la tecnología, no las meras ganas de pintarlo de azul.

1 saludo y gracias por comentar!

David dijo...

Pues no la he visto. Sacas pros y contras en tu reseña. La verdad es que los amigos me la recomiendan como "espectáculo", pero me da más bien pereza y no creo que me vaya a sorprender tanto como lo hacen viejas películas que no tienen ni tanto presupuesto, ni todo lo que rodea a ésta. Si la veo ya te diré. Un saludo.

mge dijo...

Como leí por ahi, es una película "de nylon".

El guión me dio vergüenza ajena por momentos, y tiró por tierra todo el entreteniemiento que podía ofrecer.

Lo bueno es que no pagué la entrada :P

Redrum dijo...

David, no te sorprenderá especialmente, pero el rato agradable debería estar asegurado.

Sobre el guión, un ejemplo: Cuando presentan el caro elemento que pretenden conseguir, no te explican porque es tan caro, te lo muestran. Como debe ser...

MGE, he leído la crítica que comentas y nada que reprochar más allá que opinamos distinto.

A lo del guión sigo diciendo que previsibilidad, refrito y términos así no valen para decir que es malo. ¿Sencillo? Puede...

1 saludo y gracias por comentar!

M. Jordan dijo...

¿En qué se diferencia pues el time bullet a lo que ha hecho Cameron?

Te pierde el querer llevar la contraria...

Redrum dijo...

Jajajaja! ¿Entonces no me gustó Avatar?

El bullet time era meramente una pijada visual, no añade nada a la escena. En todo caso en Matrix sí ayudaba ligeramente a dar un aspecto virtual a esa realidad ficticia.

En Avatar el 3D y las escenas en primera persona te meten en el pellejo del protagonista de manera muy lograda, buscando un acercamiento al espectador.

En mi opinión, of course...

1 saludo y gracias por comentar!

M. Jordan dijo...

A mí me mantuvo tan alejada del pellejo del personaje con 3D como sin 3D. No es un problema de efectos, sino de guión. Big big problem.

Por supuesto, arrasará con todos los premios y ratificaremos así que la mayoría de premios de este tipo son absolutamente basura... Crash por Brokeback mountain? Anda ya...

Mister Lombreeze dijo...

Yo creo que sí es un vacío espectáculo de dibujos animados. El argumento es desastroso, no hay por donde cogerlo y no solamente por su falta de originalidad o sencillez. Pero si hasta sigue empleando el recurso de golpear al único guardia (despistado) que vigila el calabozo.
La ingenuidad de su mensaje me parece peligrosísima.
Esto sin 3D y palomitas no hay dios que se lo trague.

Por cierto, off-topic, la de "Dorian Gray" es flojísima también.

Redrum dijo...

Jajajaja! Pero si ningunos premios coinciden!!! Si todos son basura es que no hay ningún film que sea el mejor!!!

Ains, al final tendré que dar la razón al comentarista de The Martian Child...

Mr.Lombreeze, eso he oído varias veces sobre DOrian Gray. Me la ahorraré, sin duda!

¿Qué tiene de malo que sin el 3D sea mala? Salvar al soldado Ryan sin sonido es desastrosa...

1 saludo y gracias por comentar!

Mister Lombreeze dijo...

sin sonido desastrosa?. Venga pues. Primera super boutade de 2010 para redrum.

Redrum dijo...

Jajajajaja! Y sin imágen ya ni le cuento, oiga!

1 saludo y gracias por comentar!