No seremos tan osados de afirmar que Abyss es el film más Cameron, pero desde luego si incluye gran parte de los elementos que han encumbrado a su director. Es claustrofóbica como Aliens, situada en el mar como Titanic y usa efectos especiales que vimos en la segunda parte de Terminator.
Sorprende la inactividad de James Cameron (en cuanto a películas se refiere), ya que ha demostrado talento y creatividad de sobras, saliendo de su cabeza las historias de Terminator y Abyss. Uno es ya un clásico y seña de identidad de cierto gobernador, y el otro uno de los films de ciencia-ficción más infravalorado.
Abyss nos sitúa en el mar del Caribe, donde el hundimiento de un submarino ruso lleva a una expedición americana a recuperar las cabezas nucleares que el primero transportaba. Desde el principio vemos que un ente extraño es causante del accidente, y que la plataforma americana topará con ello antes o después.Junto al equipo de submarinistas irá un grupo de militares que (como siempre) tienen otras intenciones. Mientras que unos se verán seducidos por la inofensiva presencia alienígena, los otros querrán volar en pedazos el submarino ruso y con ello todo lo que se tercie.
Si bien Aliens mostraba que los visitantes eran hostiles, aquí nos da un enfoque más del Spielberg de Encuentros en la tercera fase. Pero ellos no son el centro del film, sino más bien tiene apariciones esporádicas, donde el resto de la acción se centra en los problemas y accidentes que tienen en la estación, a 600 metros bajo el mar.
Cameron nos sirve con cuentagotas las dosis necesarias de suspense, claustrofobia, misterio y drama, para un film que ha envejecido bastante bien, y añadido escenas extra para la versión a la que me refiero en esta crítica. La versión extendida tiene unos 30 minutos más de metraje, extendiéndose a los 171 minutos.
En definitiva, un film que pudo ser tan importante como Terminator 2, y no fue así. Una película digna de cualquier Top Ten del cine de ciencia-ficción.
Lo mejor: Sigue siendo una historia interesante.
Lo peor: La escena del masaje cardíaco.
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