domingo, 11 de mayo de 2008

Doomsday: Rescate en Nueva Londres


Cierta espectación se había creado sobre el nuevo proyecto de
Neil Marshall. Después de las notables The Descent y Dog Soldiers, parecía decantarse por un proyecto más ambicioso, aunque desde luego nada original. No es que esperáramos una revolución en el género, pero sí un film interesante de la mano de un director tan solvente como lo es Marshall.


En Doomsday volvemos a los virus, pero alejándonos del género de zombies para meternos más en la acción apocalítpica en un film con infinidad de referencias. El film toma como referencia 1997: Rescate en Nueva York, pero en él encontraremos guiños a films como Mad Max, Gladiator, The Warriors, 28 días después, y muchos otros. Puede que con semejante alarde de originalidad, se pierda un poco el norte de lo que se nos quiere contar, pero para ello, antes debe haber algo que contar.

En 2007 el virus "Reaper" se extiende por Escocia. Las autoridades establecen una cuarentena y extraen a varios supervivientes antes de aislar por completo Escocia, con muros de 20 metros de altura y restringiendo el tráfico aereo. Todo aquel que queda dentro, está condenado a morir.

30 años después brota el virus en el corazón de Londres. Se extiende rápidamente mientras el primer ministro hace frente a las revueltas por la posible cuarentena. Se formará un grupo especial liderado por una de los supervivientes, y deberán adentrarse en la abandonada Escocia en busca de una posible cura antes que el virus arrase Londres. Lo que nadie espera es encontrar supervivientes en la zona.

La premisa es casi calcada a la del film de Carpenter, meter a un sujeto tuerto en una zona aislada para una misión suicida. Los habitantes de Escocia, sin gobierno, se han convertido en unos salvajes divididos en dos bandos, a cual más excesivo. Así pues la entrada del equipo táctico pronto se convierte en una huida que sirve de ruta turística por las nuevas costumbres de los habitantes de la región.

No negaremos que Marshall realiza con solvencia su tarea, volcado más hacia un efectismo ciertamente elegante, pero el problema es el guión. El mismo Marshall lo firma, con muy poca historia y mucha deuda, con escenas que se atropellan unas a otras para que el ritmo narrativo disimule la falta de algo que contar. Sólo algunas escenas sirven para ilustrar y entender la situación de los habitantes y a cambio otras que muestran lo extremadamente salvaje de los dos bandos sobran claramente.

A nivel de reparto, sólo dos actores destacables, Bob Hoskins y Malcolm McDowell. El resto, incluyendo su protagonista (Rhona Mitra, que no cambia el gesto en todo el film) simplemente están para llevar la acción sobre sus espaldas, sin una labor digna de mención. Igual que la banda sonora, que es la típica estos films.

Y poco más hay que destacar de este experimento, que por no aportar, ni aporta una historia mínimamente interesante. Si la intención era meramente entretener, lo consigue, pero para pretender ser serie B, hay films del estilo mucho mejores.

En definitiva, un film flojo, sin más pretensiones que la acción y un toque de gore, que pudiendo haberse aprovechado más, se queda en un producto como otros tantos que vemos semana a semana en la cartelera. Un estribillo facilón para una letra sin pies ni cabeza.

Lo mejor: Las escenas iniciales y las que tienen que ver con el virus.

Lo peor: La escena cabaretense de Sol, casi calcada a la de Indiana Jones y el Templo maldito.

El dato: 2 de los soldados se llaman Miller y Carpenter, referencias directas George Miller (director de Mad Max) y John Carpenter (director de 1997: Rescate en Nueva York).

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