Si los refranes son una representación de tópicos y sabiduría popular, The mutant chronicles viene a ser al cine una especie de refranero. Si abundan los films apocalípticos sobre invasiones extraterrestres, zombis o el ser humano destruyéndose a sí mismo, The mutant chronicles las reúne todas.
Si la tendencia es adaptar cómics novelas gráficas o videojuegos, esta película adapta un juego de rol, con un estilo retrofuturista muy parecido a Sky Captain y el mundo del mañana, pero menos elegante. De esta manera Simon Hunter, director del invento, y Philip Eisner (Horizonte final) responsable del guión, nos traen un revuelto de ideas cuadrado más con lógica que ingenio.
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Las crónicas mutantes narran la llegada a la Tierra de unas máquinas que convierten al ser humano en mutante. Un antiguo héroe consiguió confinarlas bajo tierra siglos atrás, pero una vez liberados, los hombres tendrán que hacer frente común a la amenaza y viajar directamente al origen del mal para destruir dichas máquinas.
De estética retro-futurista, con escenarios íntegramente digitales y planteada más como un film de ciencia-ficción que de acción, el principal problema de The mutant Chronicles es su guión, donde personajes y situaciones no acaban de estar perfilados lo suficiente. Asumiendo eso y el cierto toque a serie B, historia y desarrollo acaban siendo suficientemente interesantes.
Tenemos la clásica historia que junta a un grupo de héroes anónimos y diferenciados, enviados a una muerte segura para salvar a la humanidad. Por supuesto su número se reducirá a la par que la distancia a su destino, mientras recorren un mundo devastado por la mano del hombre. Si bien el toque a serie B suele tenerse por algo bueno, en este caso no lo es, anula por completo la épica de la historia, resta credibilidad y no consigue conectar emocionalmente con el espectador.
Culpa de ésto la encontramos en los personajes y los actores que los encarnan, que más allá de su fisionomía no dejan de ser personajes anónimos cuyas reacciones, en algún caso, son incomprensibles. Sin restarle mérito al director, muchas de las escenas acaban siendo algo confusas, aunque superando el obstáculo de rodar sin escenarios, ese apartado cumple sobradamente gran parte del film.
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En definitiva, entretenido e interesante, tramposo y previsible, violento y efectista, frío y hechizante, un film que podrás odiar por lo que otros disfruten, y que sin ser notable no deja de ser atractivo y directo. Una buena idea que acaba diluyéndose entre tópicos.
Lo mejor: Su modestia, que rebaja su desaprovechamiento.
Lo peor: El muro que la impide hacer más emocionante al espectador.
El dato: La historia está basada en un famoso juego de rol.
1 comentarios:
en lo primero tienes toda la razon sere uno delos que odiaran la peli pero no porque no me guste el tema pues el tema es mi preferido pero lo odiare por lo que esta tan de moda hoy en dia pues esta tan de moda que asta en los videos juegos se emplean las tranpas y se abusa de la violencia y la falsedad que hoy esta ala orden del dia y esto lo odio de verdad
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