Que Will Smith es sinónimo de éxito en taquilla lo sabemos. Además, para qué negarlo, nos cae bien. Más allá de la calidad de algunos de los films que ha protagonizado, muy pocos de ellos han dejado de ser rentables para las productoras, hecho que le ha convertido en el actor mejor pagado y el que más ganó durante el año pasado.
Pese a todo y después de dos nominaciones al Oscar, se le resiste, cuando ha demostrado con En busca de la felicidad que puede abordar un buen personaje en un film taquillero. Esta vez se queda a medio camino con un personaje tragicómico a las órdenes de Peter Berg (La sombra del reino), que sigue metido en su carrera como director a la sombra de Michael Mann, que produce la cinta. Una atípica historia de superhéroes con preocupaciones humanas que igual peca de ambiciosa que de humilde.
John Hancock (Will Smith) es un tipo con superpoderes, pero no un superhéroe. Actúa por cierta obligación moral, pero sin ganas ni método, y sus actuaciones acaban volver a los ciudadanos contra él. En su camino se cruzará con un publicista idealista (Jason Bateman) al que salvará la vida e iniciarán una campaña de marketing con tal de convertir a Hancock en el superhéroe que el mundo necesita.
Para ello Hancock ingresará en prisión para asistir a terapia, dejar el alcohol y dar tiempo a la ciudadanía para echarle de menos. Pero cuando todo parece ir a mejor, con traje nuevo y el público en el bolsillo, una revelación pondrá patas arriba su existencia sin pasado.
Pasa con Hancock como con Soy leyenda, films que no se deciden por una temática y acaban cojeando de ambas. Digamos que al Hancock superhéroe la falta un rival de peso, un villano que de la réplica. Y al Hancock dramático le falta profundidad y valentía, una historia más sólida en la que cimentar el personaje de Will Smith.
Pese a eso Hancock es un film entretenido, que deja con ganas de más, donde nos reímos con lo desastroso de su protagonista, sin tener que tirar de payasadas. A eso ayuda una terna de protagonista que cumplen con su labor, aunque el peso y la química se la llevan Will Smith y Charlize Theron, que da vida a la esposa del publicista, con giro argumental incluido.
Sin duda es ese giro el que da vida al film, ya que ausente de los trailers como está, descoloca por completo al espectador y centra la narrativa en el drama del protagonista, amnésico y condenado a no envejecer. Esa es la clara apuesta de Berg, un drama para todos los públicos, que dirige con relativa solvencia y algún exceso.
Pero por desgracia ese giro hacia el drama no acaba de madurar, y las preguntas que surgen cuenta con poco metraje para ser explicadas, con lo que se precipitan hechos y respuestas de manera absurda, en un giro que nos hace añorar la primera parte del film. En ese desconcierto naufragan Berg y Hancock, en el abismo que separa las dos partes bien diferenciadas del film, que no funcionan ni por separado ni en conjunto.
En definitiva, Hancock acaba mostrándose como lo que es, un proyecto de blockbuster que cumple como producto veraniego cuyo objetivo básico es no aburrir y recaudar. Se agradece el intento de ir más allá, pero eso requiere una labor más compleja que la que Berg y los guionistas Vincent Ngo y Vince Gilligan han abordado nunca.
Lo mejor: Will Smith, convincente en ambas partes, pese a la pérdida de rumbo del film.
Lo peor: Lo desaprovechado de la propuesta inicial.
El dato: El guión, llamado originalmente "Tonight, he comes" llevaba 10 años escrito a la espera de ser rodado.
Pese a todo y después de dos nominaciones al Oscar, se le resiste, cuando ha demostrado con En busca de la felicidad que puede abordar un buen personaje en un film taquillero. Esta vez se queda a medio camino con un personaje tragicómico a las órdenes de Peter Berg (La sombra del reino), que sigue metido en su carrera como director a la sombra de Michael Mann, que produce la cinta. Una atípica historia de superhéroes con preocupaciones humanas que igual peca de ambiciosa que de humilde.
John Hancock (Will Smith) es un tipo con superpoderes, pero no un superhéroe. Actúa por cierta obligación moral, pero sin ganas ni método, y sus actuaciones acaban volver a los ciudadanos contra él. En su camino se cruzará con un publicista idealista (Jason Bateman) al que salvará la vida e iniciarán una campaña de marketing con tal de convertir a Hancock en el superhéroe que el mundo necesita.
Para ello Hancock ingresará en prisión para asistir a terapia, dejar el alcohol y dar tiempo a la ciudadanía para echarle de menos. Pero cuando todo parece ir a mejor, con traje nuevo y el público en el bolsillo, una revelación pondrá patas arriba su existencia sin pasado.
Pasa con Hancock como con Soy leyenda, films que no se deciden por una temática y acaban cojeando de ambas. Digamos que al Hancock superhéroe la falta un rival de peso, un villano que de la réplica. Y al Hancock dramático le falta profundidad y valentía, una historia más sólida en la que cimentar el personaje de Will Smith.
Pese a eso Hancock es un film entretenido, que deja con ganas de más, donde nos reímos con lo desastroso de su protagonista, sin tener que tirar de payasadas. A eso ayuda una terna de protagonista que cumplen con su labor, aunque el peso y la química se la llevan Will Smith y Charlize Theron, que da vida a la esposa del publicista, con giro argumental incluido.
Sin duda es ese giro el que da vida al film, ya que ausente de los trailers como está, descoloca por completo al espectador y centra la narrativa en el drama del protagonista, amnésico y condenado a no envejecer. Esa es la clara apuesta de Berg, un drama para todos los públicos, que dirige con relativa solvencia y algún exceso.
Pero por desgracia ese giro hacia el drama no acaba de madurar, y las preguntas que surgen cuenta con poco metraje para ser explicadas, con lo que se precipitan hechos y respuestas de manera absurda, en un giro que nos hace añorar la primera parte del film. En ese desconcierto naufragan Berg y Hancock, en el abismo que separa las dos partes bien diferenciadas del film, que no funcionan ni por separado ni en conjunto.
En definitiva, Hancock acaba mostrándose como lo que es, un proyecto de blockbuster que cumple como producto veraniego cuyo objetivo básico es no aburrir y recaudar. Se agradece el intento de ir más allá, pero eso requiere una labor más compleja que la que Berg y los guionistas Vincent Ngo y Vince Gilligan han abordado nunca.
Lo mejor: Will Smith, convincente en ambas partes, pese a la pérdida de rumbo del film.
Lo peor: Lo desaprovechado de la propuesta inicial.
El dato: El guión, llamado originalmente "Tonight, he comes" llevaba 10 años escrito a la espera de ser rodado.
6 comentarios:
Uy, amigo Nico, yo tuve suficiente con SOY LEYENDA, todavía no sé cómo accedí a verla. Yo, confeso receloso de los blockbusters, bastate reacio a tragarme algo que huela a comercial (no quiero dármelas de pedante sesudo, por cierto, TITANIC y GLADIATOR me encantan), pude ver la de Will Smith y salí del cine como me imaginé iba a salir: decepcionado. Con lo que la historia prometía, la cantidad de punta que podría habérsele sacado a una premisa tan alucinante, la falta de solidez de los diálogos (lo del personaje femenino no tiene nombre, y lo de Bob Marley mejor no hablar) y la poca originalidad en las escenas de acción...me recordaba a veces a 28 DÍAS DESPUÉS, pero sin la gracia ni la crítica que ofrecía ésta, ni tampoco Cillian Murphy, bastante más inquietante que el príncipe de Bel Air.
No creo que vaya a ver esto, a veces os admiro a todos los que disfrutáis tanto del cine que veis y gozáis de todas estas pelis. Ya me gustaría a mí, pero es que no puedo, no puedo....
Un saludo!!
Hola!, lo siento pero no estoy de acuerdo para nada contigo Tomás. Soy leyenda no será un peliculón (bueno, de hecho hace demasiado que no considero peliculón a nada de lo que sacan) pero me parece que esta bien hecha, con sus puntos cómicos, su drama, su historia... e incluso el final a pesar de no haberme gustado, lo admito como bueno. Qué cantidad de punta se le podía haber sacado? o que a TI te hubiera gustado que se sacase claro, ésto va en cuestión de gustos. Pero desde luego, yo la considero aprovechada. Es decir, no creo que le falte mucho. Cierto parecdo a 28 dias después? bueno, es que se trata de un virus igualmente que altera la genética de las personas y las vuelve agresivas o acaso no son todos los western parecidos? o todas las pelis de vampiros? o todos los dramas de parejas? en fin, que es sólo una temática más, por lo demás, desde luego a mi me gustó. Por cierto, que si te gustó mas 28 días después, yo desde luego la considero facilona, y mucho más desaprovechada, es una peli de zombies que atacan y humanos que huyen, buscan una cura y punto, ningun giro argumental, ninguna sorpresa, nada de nada, me parece bastante sosa, es más bien como cualquier película " de las 3 de la tarde " en la que un mono infectado con un virus mortal muerde a un tío y nadie sabe bien cómo acaba un pueblo en cuarentena a punto de ser aniquilado por el gobierno. Sustituímos virus de mono por algo similar a zombies y ale! taquillazo porque da más morbo.
Yo sí que iré a ver Hancock.
Un saludo.
Estimados Absenta y Tomás, veo que Soy leyenda no os pone de acuerdo. Claro está que cada uno encara el film con sus espectativas, y el entretenimiento cada uno lo encuentra en lugares distintos.
Para mi Soy leyenda funcionaba mientras se mantenía en el drama post-apocalíptico, a partir de ahi baja el listón y ofrece lo que el resto de films. Obviamente sí podemos hablar de desaprovechada en ése sentido, ya que la apuesta inicial da un giro para convertirse en film de zombies-vampiros o lo que sean.
No hablamos de decepción por parecerse a otras, sino por apuntar más alto, y no dar en la diana.
De acuerdo con Tomás en alguna escena fuera de tono, pero no me pareció un despropósito, sino un film interesante, con un gran arranque y un final convencional.
Y sobre Hancock, es sencillo: Tomás, no la veas que ciertamente no te gustará. Absenta, de cabeza, que te gustará.
Tomás, un film que te obligue a tener la sesera a ralentí (con un mínimo, claro) y unas palomitas, es un placer compatible con el cine que te exige el 100%. Coincido en que Gladiator es inmensa, como lo era Traffic, ambas en polos opuestos del cine de entretenimiento.
¡1 saludo y gracias por comentar!
Ya lo sé, amigo Nicolás, ya lo sé, tengo que dejarme llevar, jejej. Pero no puedo evitarlo. El otro día pude asistir al pase de EL CABALLERO OSCURO y, aún reconociendo su maestría narrativa, su oscuridad, su altura moral puesta en juego, su densidad psicológica...aún así, confieso que es un cine que no me enamora, lo veo pero en ningún momento tengo la experiencia gozosa que otras películas sí me ofrecen, llámese ONCE (por cierto, gracias por tu amoroso comentario ,jeje), llámese TRAFFIC, CARTAS DESDE IWO JIMA, 21 GRAMOS, MEJOR IMPOSIBLE, DESEANDO AMAR, CASINO, etc. No sé si cuando nací me castraron la parte del cerebro más pueril y despreocupada, pero a veces pienso que no sé arrastrarme por el encanto de este cine palomitero y sin pretensiones (ojo, no me refiero en concreto a EL CABALLERO OSCURO), el cual rechazo de primeras a no ser que me digan: joder, no te pierdas lo nuevo de tal o cual director...Entonces, bajaría la cabeza y pagaría por verlo. Ejemplo de lo que digo: debo ser el único ser vivo en España que no ha visto el último Indiana Jones. Y ni ganas...Con lo que me gustaba de pequeño la serie V, jajaja.
En cuanto a SOY LEYENDA, me sumo a tu aclaración, Nico. Es una excelente idea desaprovechada, en pocos momentos se mantiene esa angustia apocalíptica que tanto juego daba, derivando hacia las soluciones más tópicas del cine de género. Eso sí, grtan actor Will Smith, él solito se come toda la peli.
Un saludo!!!
Aaaarghhh!!! Has visto ya El caballero oscuro!!! Y esa crítica, ¿para cuando?
Qué grande V, que regalaban los cromos con no recuerdo el qué...
Bueno, lo que a cada uno llena ni lo decidimo, ni nos hace mejores ni peores. Sólo que algunos sufren más con la cartelera que otros. Yo desde luego, después de Stalker, necesito un partido de fútbol o incluso Adam Sandler...
Desde luego la lista de films que nombras es tremenda, aunque confío mucho en El caballero oscuro como un film que pueda ir más allá en el género.
Por cierto, aunque te de reparo, hay mucha buena crítica de Wall·E, un homenaje al cine mudo. Yo la veré el miércoles, con lo que espero tener la correspondiente reseña colgada por la tarde.
Y sí, estoy contigo, Will Smith es una bestia interpretativa, pero su mismo caché le limita para muchos papeles. Una lástima porque debería empezar a labrar muy en serio una carrera con films de calidad, como los que precisamente nombras.
¡1 saludo y gracias por comentar!
Y para rematar la faena, ilustres comentaristas, acaban de confirmar en la Comic-Con de San Diego, la precuela de Soy Leyenda. Repite Francis Lawrence como director y es de suponer que Will Smith.
¡1 saludo!
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