En innumerables ocasiones parece que el humor esté reñido con la inteligencia. La segunda requiere elaboración, pero el primero supone barra libre para el chiste fácil, y más si el propósito es criticar en clave de comedia. O te ríes, o piensas, pero ya que es una crítica, no pidamos peras al olmo.
Pues no, un mínimo siempre es exigible, y más cuando un film vive de su etiqueta, cuando una sátira política acaba siendo un vodevil que justifica su crítica por estar ambientado en un ficticio país en guerra. Un buen puñado de caras conocidas ayudan a vender el producto como un film en contra de la política militar de Bush, entre ellos Dan Aykroyd, Marisa Tomei, Hilary Duff, Ben Kingsley y John Cusack, que no contento con elegir cada vez peor sus papeles, aquí firma también el guión y da trabajo a su hermana Joan Cusack.
Brand Houser (John Cusack) es un asesino a sueldo enviado a Turaquistan, país ocupado por una corporación americana, para matar a un ministro en su tapadera de organizador de la boda de la estrella del pop del país, Yonica Babyyeah (Hilary Duff). Allí coincidirá con una reportera (Marisa Tomei) crítica con la guerra y las corporaciones, así como hará frente a sus fantasmas.
No hay mucho más que decir de la sinopsis porque no da para más. Desde el principio se nos condiciona y marca con una X quienes son los malos, con una lamentable escena de Dan Aykroyd como vicepresidente de Tamerlane, encargando la muerte del ministro haciendo aguas menores. Si el contenido es Michael Moore, el continente es American Pie.
En ocasiones nos plantean situaciones tan extremas, que incluso la crítica pierde fuerza por lo alejado de la realidad. Y a eso ayudan mucho sus protagonistas, donde sólo la contenida Marisa Tomei planta cara a lo excesivo del resto del reparto, que de la propuesta moderadamente atractiva acaban en una espiral hilarante donde se pierde por completo el propósito del film.
Y así se gesta el despropósito, donde no sólo reciben palos los señores de la guerra, sino todo el mundo, incluido el sufrido espectador que en numerosas ocasiones se preguntará qué narices está pasando. Como nota, el primer descenso de Cusack al búnker. En esa vorágine se pierde el rumbo y el director Joshua Seftel se escuda en la etiqueta de "comedia crítica" para poner en pantalla un absurdo tras otro.
En definitiva, no merece perder el tiempo en escribir la crítica, ni en leerla, y mucho menos en ver un film que se pierde en chistes facilones, y del que sólo los primeros 20 minutos valen la pena. Si al menos provocara alguna carcajada...
Lo mejor: El dúo de féminas, que aprueban con nota el envite.
Lo peor: John Cusack, que sigue viviendo de rentas, pese al discurso anti-capitalista del film.
El dato: El supuesto libro que regalan con la bolsa en el film, supuestamente escrito por George W. Bush, titulado "Como conquisté el mundo y resolví los problemas con mi padre".
Pues no, un mínimo siempre es exigible, y más cuando un film vive de su etiqueta, cuando una sátira política acaba siendo un vodevil que justifica su crítica por estar ambientado en un ficticio país en guerra. Un buen puñado de caras conocidas ayudan a vender el producto como un film en contra de la política militar de Bush, entre ellos Dan Aykroyd, Marisa Tomei, Hilary Duff, Ben Kingsley y John Cusack, que no contento con elegir cada vez peor sus papeles, aquí firma también el guión y da trabajo a su hermana Joan Cusack.
Brand Houser (John Cusack) es un asesino a sueldo enviado a Turaquistan, país ocupado por una corporación americana, para matar a un ministro en su tapadera de organizador de la boda de la estrella del pop del país, Yonica Babyyeah (Hilary Duff). Allí coincidirá con una reportera (Marisa Tomei) crítica con la guerra y las corporaciones, así como hará frente a sus fantasmas.
No hay mucho más que decir de la sinopsis porque no da para más. Desde el principio se nos condiciona y marca con una X quienes son los malos, con una lamentable escena de Dan Aykroyd como vicepresidente de Tamerlane, encargando la muerte del ministro haciendo aguas menores. Si el contenido es Michael Moore, el continente es American Pie.
En ocasiones nos plantean situaciones tan extremas, que incluso la crítica pierde fuerza por lo alejado de la realidad. Y a eso ayudan mucho sus protagonistas, donde sólo la contenida Marisa Tomei planta cara a lo excesivo del resto del reparto, que de la propuesta moderadamente atractiva acaban en una espiral hilarante donde se pierde por completo el propósito del film.
Y así se gesta el despropósito, donde no sólo reciben palos los señores de la guerra, sino todo el mundo, incluido el sufrido espectador que en numerosas ocasiones se preguntará qué narices está pasando. Como nota, el primer descenso de Cusack al búnker. En esa vorágine se pierde el rumbo y el director Joshua Seftel se escuda en la etiqueta de "comedia crítica" para poner en pantalla un absurdo tras otro.
En definitiva, no merece perder el tiempo en escribir la crítica, ni en leerla, y mucho menos en ver un film que se pierde en chistes facilones, y del que sólo los primeros 20 minutos valen la pena. Si al menos provocara alguna carcajada...
Lo mejor: El dúo de féminas, que aprueban con nota el envite.
Lo peor: John Cusack, que sigue viviendo de rentas, pese al discurso anti-capitalista del film.
El dato: El supuesto libro que regalan con la bolsa en el film, supuestamente escrito por George W. Bush, titulado "Como conquisté el mundo y resolví los problemas con mi padre".
2 comentarios:
Luego me dices que tengo un ritmo rápido de entradas en el blog...PERO SI TÚ NO PARAS!!!!! Madre mía, qué actividad...
Un saludo, amigo!!!!
Bah, la mitad de críticas me las invento... Jajajaja! Es coña. Ésta semana sí me ha dado un ataque hiperactivo, la verdad, y queda la crítica de Ultimátum a la Tierra, que la dejaré programada durante las vacaciones.
Tú también sabes que hay films cuya crítica empiezas y no puedes parar de escribir, y otras que cuesta horrores explicar algo. Ésta semana ha sido fácil, y aprovechando el empujón, me dispongo a ver STALKER...
¡1 saludo y gracias por comentar!
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