Llegaba el año 1997, 8 años después del estreno del primer Batman de Burton. Después del buen resultado en taquilla de la entrega anterior, Schumacher tuvo vía libre para concebir un Batman a su gusto, así como la tuvo Burton con la segunda entrega. Y sucedió lo mismo, que recaudó menos, y en este caso, con la peor taquilla y críticas de la saga, con el cambio de look completado.
Y es que sólo un par de detalles separan a esta entrega de la serie televisiva de los 60: Las onomatopeyas gráficas que acompañaban a los mamporros, y los michelines del protagonista. Y no podemos negar que la serie tenía su gracia, pero cuando hablamos de cine la cosa cambia, y la propuesta de Schumacher resultó ser un desastre mayúsculo. Todo eso, pese a contar con un reparto compuesto por George Clooney, Chris O´Donnell, Arnold Schwarzenegger, Uma Thurman, Alicia Silverstone y Elle Macpherson.
Gotham tiene nuevo villano, Mr. Frío (Schwarzenegger), cuyo único propósito es robar tantos diamantes como pueda para mantener en marcha su traje y poder seguir las investigaciones que salvarían a su moribunda esposa. Batman (Clooney) y Robin (O´Donnell) ya son héroes, y su cruzada con Mr. Frío se verá complicada con la aparición de Hiedra Venenosa (Uma Thurman), mitad mujer mitad planta, que se unirá al otro villano contra los habitantes de Gotham.
Pero no sólo Batman tendrá ajetreo, sino que en la mansión Wayne tendremos a Alfred afectado por una enfermedad mortal. A ello se añade la llegada de su aventurera sobrina (Silverstone), que acabará convirtiéndose en Batwoman.
El film no hay por donde cogerlo. Desde las primeras escenas ya vemos que la propuesta es de chiste, buscando que cada frase sea una gracia, con guasones efectos sonoros y el peor villano de toda la saga, Hiedra Venenosa. Además Clooney no encaja en el papel de héroe alado, aunque sí en el de millonario, justo al contrario que Kilmer. El Gobernador de California cumple como se espera que haga, pese a que cada frase que suelta busca la gracia con respecto a su gélida condición, y Alicia Silverstone no borra la sonrisa en todo el film, pase lo que pase, seguramente debido a la talla del traje.
Las escenas de lucha y acción son de risa, rocambolescas y en algún caso podemos ver como los malos vuelan sin contacto alguno. Todo ello aderezado con las antes mencionadas frases ocurrentes y términos como "chaval". La historia, además, se adentrará en la rivalidad entre Batman y Robin por una mujer, cual jovenzuelos, resuelta con la patética escena de los labios de plástico a prueba de veneno.
Es tal el desastre, que personajes como el de Elle Macpherson no pintan nada, el de Uma Thurman sobra, y Batwoman sólo aparece por la popularidad que Alicia Silverstone tenía en su época. Y encima el diseño artístico es tan excesivo que duele a la vista y cuesta entender qué sucede a cada momento. Incluso se permite el director un guiño a La Naranja Mecánica.
Schumacher, director lúcido a ratos, con films majos como Jóvenes Ocultos, Asesinato en 8MM o Última llamada, aquí firma su peor film, haciendo un daño irreparable hasta la llegada de Nolan. Su propuesta colorista y cómica, pretendidamente comercial, se queda en un espectáculo de feria sin sentido alguno que no agradó a nadie.
En definitiva, un bodrio colosal, una losa para todos los que participaron en Batman & Robin, un film que ni interesa, ni entretiene, del que se hace imposible salvar nada. Recaudó 240 millones de dólares, casi el doble que costó su producción, convirtiéndose en el menos taquillero y rentable de la saga.
Lo mejor: Nada.
Lo peor: Para empezar el film, una escena de hockey patines rematada con un "chachi" y otra de surf aéreo al grito de Cowabunga.
El dato: Existía la propuesta para una quinta entrega, "Batman Triumphant", pero se canceló debido a los pobres resultados en taquilla. Incluía dicho film al Espantapájaros, Madonna y un cameo de Jack Nicholson como Joker.
Y es que sólo un par de detalles separan a esta entrega de la serie televisiva de los 60: Las onomatopeyas gráficas que acompañaban a los mamporros, y los michelines del protagonista. Y no podemos negar que la serie tenía su gracia, pero cuando hablamos de cine la cosa cambia, y la propuesta de Schumacher resultó ser un desastre mayúsculo. Todo eso, pese a contar con un reparto compuesto por George Clooney, Chris O´Donnell, Arnold Schwarzenegger, Uma Thurman, Alicia Silverstone y Elle Macpherson.
Gotham tiene nuevo villano, Mr. Frío (Schwarzenegger), cuyo único propósito es robar tantos diamantes como pueda para mantener en marcha su traje y poder seguir las investigaciones que salvarían a su moribunda esposa. Batman (Clooney) y Robin (O´Donnell) ya son héroes, y su cruzada con Mr. Frío se verá complicada con la aparición de Hiedra Venenosa (Uma Thurman), mitad mujer mitad planta, que se unirá al otro villano contra los habitantes de Gotham.
Pero no sólo Batman tendrá ajetreo, sino que en la mansión Wayne tendremos a Alfred afectado por una enfermedad mortal. A ello se añade la llegada de su aventurera sobrina (Silverstone), que acabará convirtiéndose en Batwoman.
El film no hay por donde cogerlo. Desde las primeras escenas ya vemos que la propuesta es de chiste, buscando que cada frase sea una gracia, con guasones efectos sonoros y el peor villano de toda la saga, Hiedra Venenosa. Además Clooney no encaja en el papel de héroe alado, aunque sí en el de millonario, justo al contrario que Kilmer. El Gobernador de California cumple como se espera que haga, pese a que cada frase que suelta busca la gracia con respecto a su gélida condición, y Alicia Silverstone no borra la sonrisa en todo el film, pase lo que pase, seguramente debido a la talla del traje.
Las escenas de lucha y acción son de risa, rocambolescas y en algún caso podemos ver como los malos vuelan sin contacto alguno. Todo ello aderezado con las antes mencionadas frases ocurrentes y términos como "chaval". La historia, además, se adentrará en la rivalidad entre Batman y Robin por una mujer, cual jovenzuelos, resuelta con la patética escena de los labios de plástico a prueba de veneno.
Es tal el desastre, que personajes como el de Elle Macpherson no pintan nada, el de Uma Thurman sobra, y Batwoman sólo aparece por la popularidad que Alicia Silverstone tenía en su época. Y encima el diseño artístico es tan excesivo que duele a la vista y cuesta entender qué sucede a cada momento. Incluso se permite el director un guiño a La Naranja Mecánica.
Schumacher, director lúcido a ratos, con films majos como Jóvenes Ocultos, Asesinato en 8MM o Última llamada, aquí firma su peor film, haciendo un daño irreparable hasta la llegada de Nolan. Su propuesta colorista y cómica, pretendidamente comercial, se queda en un espectáculo de feria sin sentido alguno que no agradó a nadie.
En definitiva, un bodrio colosal, una losa para todos los que participaron en Batman & Robin, un film que ni interesa, ni entretiene, del que se hace imposible salvar nada. Recaudó 240 millones de dólares, casi el doble que costó su producción, convirtiéndose en el menos taquillero y rentable de la saga.
Lo mejor: Nada.
Lo peor: Para empezar el film, una escena de hockey patines rematada con un "chachi" y otra de surf aéreo al grito de Cowabunga.
El dato: Existía la propuesta para una quinta entrega, "Batman Triumphant", pero se canceló debido a los pobres resultados en taquilla. Incluía dicho film al Espantapájaros, Madonna y un cameo de Jack Nicholson como Joker.
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