Hace poco llegaba a nuestras pantallas An American Crime, recreación de los acontecimientos que acabaron con la muerte de Sylvia Likens. Dicho film se basaba en los informes y las declaraciones de testigos durante el juicio. Los extraños, por su parte, viene a equipararse a An American Crime pero circunscrita al terreno de un terror más primitivo, el miedo a los desconocido.
El gran problema de esta cinta empieza en su mismo arranque, donde se nos habla del índice de víctimas por muerte violenta en EE.UU. y nos presentan una aparente historia real. Pues bien, es falsa, nada de lo que sucede en este film es real. Ésto nos recuerda a la campaña de marketing de The Blair Witch Project, aunque en este caso sí es para sentirse ofendido ya que es obvia la intención de engañar al espectador. Cuando un film necesita inventar el estar basado en hechos reales y falsea unos protagonistas que jamás existieron, podemos estar seguros de encontrarnos ante un flojo film de lo que podríamos llamar terror casero.
James (Scott Speedman) y Kristen (Liv Tyler) vuelven de una boda sumidos en una crisis de pareja. Ella ha rechazado casarse con él, con lo que la velada en una casa familiar decorada para la ocasión se estropea. Como indica la norma, toda pareja en crisis es susceptible de ser atacada por psicópatas, y más si se hospedan en medio de la nada.
La llamada a la puerta de una joven preguntando por una desconocida les pondrá alerta, por la reiteración de ésta. Cuando la llamada a la puerta vaya a más, nuestros protagonistas se verán atacados por tres extraños escondidos detrás de máscaras (Gemma Ward, Kip Weeks, Laura Margolis) que sin mediar palabra atentarán contra sus vidas.
La cinta supone el debut de Bryan Bertino, que también ha escrito el guión. Y ahí tenemos la razón de ser de este film, que poco tiene que ver con la labor de investigación. El film costó 9 millones de dólares, y lleva más de 50 recaudados. Parafraseando a John Connor: "dinero fácil".
No vamos a negar la buena voluntad del novel, que pretende presentar a los personajes como cercanos, y no abusa de sobresaltos, sino que se toma su tiempo para que el terror aparte de mojar, cale.
El problema es que la jugada le sale rana. El hecho que las víctimas sean pareja sólo influye en el arranque, pero el desarrollo sería el mismo si no fueran pareja. Si el resultado tenía que ser una historia de amor con tintes de terror, se queda sólo en el terror más inocuo. A eso añadir que, hoy día, poco asusta en pantalla, y si la cinta debe presentarse con las dotes de realismo necesario para la recreación, tenemos a los típicos asesinos capaces de tocar por la espalda al personal, y desaparecer en el tiempo que giramos sobre nosotros mismos. Y obviamente son los serenos del barrio, con llaves para entrar a placer en casa.
La caracterización de los asesinos, más que asustar, perturba. Y como suele pasar en dichos productos, la mayor implicación del espectador consiste en corregir los actos de los protagonistas, donde parece que cualquier decisión es correcta menos la que toman en pantalla. A ello añadir un clímax final decepcionante y la única frase pronunciada por los extraños, que encabeza el cartel publicitario en castellano.
Como antes he comentado, el gancho es su protagonista (Liv Tyler) y el estar (supuestamente) basada en hechos reales. Para eso, lanzan el dato por el que el FBI tasa en 1,4 millones las muertes violentas anuales en EE.UU. y lo acompañan de la llamada que hizo a la policía el joven que descubrió los cadáveres. Bien, incluso este dato es falso y engañoso, ya que ni el grueso es tanto y por muerte violenta también se entiende el suicidio y las muertes accidentales.
No podemos negar el entusiasmo del director, así como su inexperiencia, rodando sin riesgo y abusando de planos efectistas ya agotados por la fórmula clásica del cine de terror. Y si bien el mérito lo hayamos en un ritmo que no cansa, la historia si se agota debido a la falta de recursos narrativos. Si no va a destacar por su pericia, sí por lo rentable de su debut.
En definitiva, una más, enésima cinta de terror que opta por ponernos en la piel de las víctimas y pasar su miedo y que acaba en un recital de imposibles e incoherencias, de lugares comunes y que lo previsible sólo se salva por la escasa duración del film.
Lo mejor: Es corta y amena.
Lo peor: La falta de realismo para unos hechos reales.
El dato: En un alarde de originalidad, el guión original se tituló "The faces".
El gran problema de esta cinta empieza en su mismo arranque, donde se nos habla del índice de víctimas por muerte violenta en EE.UU. y nos presentan una aparente historia real. Pues bien, es falsa, nada de lo que sucede en este film es real. Ésto nos recuerda a la campaña de marketing de The Blair Witch Project, aunque en este caso sí es para sentirse ofendido ya que es obvia la intención de engañar al espectador. Cuando un film necesita inventar el estar basado en hechos reales y falsea unos protagonistas que jamás existieron, podemos estar seguros de encontrarnos ante un flojo film de lo que podríamos llamar terror casero.
James (Scott Speedman) y Kristen (Liv Tyler) vuelven de una boda sumidos en una crisis de pareja. Ella ha rechazado casarse con él, con lo que la velada en una casa familiar decorada para la ocasión se estropea. Como indica la norma, toda pareja en crisis es susceptible de ser atacada por psicópatas, y más si se hospedan en medio de la nada.
La llamada a la puerta de una joven preguntando por una desconocida les pondrá alerta, por la reiteración de ésta. Cuando la llamada a la puerta vaya a más, nuestros protagonistas se verán atacados por tres extraños escondidos detrás de máscaras (Gemma Ward, Kip Weeks, Laura Margolis) que sin mediar palabra atentarán contra sus vidas.
La cinta supone el debut de Bryan Bertino, que también ha escrito el guión. Y ahí tenemos la razón de ser de este film, que poco tiene que ver con la labor de investigación. El film costó 9 millones de dólares, y lleva más de 50 recaudados. Parafraseando a John Connor: "dinero fácil".
No vamos a negar la buena voluntad del novel, que pretende presentar a los personajes como cercanos, y no abusa de sobresaltos, sino que se toma su tiempo para que el terror aparte de mojar, cale.
El problema es que la jugada le sale rana. El hecho que las víctimas sean pareja sólo influye en el arranque, pero el desarrollo sería el mismo si no fueran pareja. Si el resultado tenía que ser una historia de amor con tintes de terror, se queda sólo en el terror más inocuo. A eso añadir que, hoy día, poco asusta en pantalla, y si la cinta debe presentarse con las dotes de realismo necesario para la recreación, tenemos a los típicos asesinos capaces de tocar por la espalda al personal, y desaparecer en el tiempo que giramos sobre nosotros mismos. Y obviamente son los serenos del barrio, con llaves para entrar a placer en casa.
La caracterización de los asesinos, más que asustar, perturba. Y como suele pasar en dichos productos, la mayor implicación del espectador consiste en corregir los actos de los protagonistas, donde parece que cualquier decisión es correcta menos la que toman en pantalla. A ello añadir un clímax final decepcionante y la única frase pronunciada por los extraños, que encabeza el cartel publicitario en castellano.
Como antes he comentado, el gancho es su protagonista (Liv Tyler) y el estar (supuestamente) basada en hechos reales. Para eso, lanzan el dato por el que el FBI tasa en 1,4 millones las muertes violentas anuales en EE.UU. y lo acompañan de la llamada que hizo a la policía el joven que descubrió los cadáveres. Bien, incluso este dato es falso y engañoso, ya que ni el grueso es tanto y por muerte violenta también se entiende el suicidio y las muertes accidentales.
No podemos negar el entusiasmo del director, así como su inexperiencia, rodando sin riesgo y abusando de planos efectistas ya agotados por la fórmula clásica del cine de terror. Y si bien el mérito lo hayamos en un ritmo que no cansa, la historia si se agota debido a la falta de recursos narrativos. Si no va a destacar por su pericia, sí por lo rentable de su debut.
En definitiva, una más, enésima cinta de terror que opta por ponernos en la piel de las víctimas y pasar su miedo y que acaba en un recital de imposibles e incoherencias, de lugares comunes y que lo previsible sólo se salva por la escasa duración del film.
Lo mejor: Es corta y amena.
Lo peor: La falta de realismo para unos hechos reales.
El dato: En un alarde de originalidad, el guión original se tituló "The faces".
12 comentarios:
Coincido con todo lo que has expresado en tu reseña (precisamente tengo que hacer la mía en breves).
Yo la ví con un pequeño "lastre". Me recordaba tanto, tantísimo, a "Ellos" (una película francesa del año pasado creo recordar) que no llegó a inquietarme en ningún momento (quizás la escena final, siendo honestos).
Me quedaría antes con la película del país vecino. Esa si me acojonó en no pocas escenas.
Por si te interesa, justo ayer hice una entrada en mi blog (no de la película, puesto que no la vi) del morro que tuvo el autor para ponerle "basado en hechos reales" y de cómo es sólo un recurso para que la historia tenga más efecto.
Y todo, porque una vez un extraño picó en casa preguntando por alguien, y esa misma semana hubo robos en su vecindario...
Y si además comentas que no es gran cosa, apaga y vámonos.
Pues no he visto el film que comentas, pero tomo nota, ya que el género de terror me pone, pero tal y como está el panorama, en que creo que el mejor film de terror de los últimos años es El Exorcismo de Emily Rose...
Y Javier, cierto lo que comentas, pensaba que sólo el dato del FBI era inventado, pero lo es todo por completo! Eso no hace peor el film, pero agranda el morro del novel director, colando como cierta una historia y personajes que JAMÁS existieron.
Lo dicho, cómo está el negocio...
¡1 saludo y gracias por comentar!
El efecto placebo es lo que tiene, es muy variable según la persona y la forma. E incluso puede tener efecto contrario.
La verdad debería estar prohibido poner que está basado en hechos reales con tan poca base real. Con el criterio del señor este, incluso El Señor de los Anillos está basado en hechos reales...
Gracias y enhorabuena por tu blog también, y por confirmarme que lo más seguro no merezca la pena ver esta película.
Jajaja! Es que Frodo existe, en los libros, así que su base real tiene.
Desde luego no vale la pena, si es engañosa la trama del film, con asesinos que desaparecen, con tu dato me acaban de matar, y eso que ya sabía que el número de muertes que comentan en el arranque es falso.
Pero poner que son hechos reales cuando no lo es, es muy The Blair Witch Project pero con clara intención de timar al espectador.
¡1 saludo y gracias por comentar!
La última película de terror que he visto es "Casi 300". Y hablando en serio, no os da miedo Funny Games US?. A mí me parece cojonuda.
Ésta no creo que la vea se base en lo que se base. Es de ésas que el malo va despacico despacio persiguiendo a la víctima que corre a toda hostia y aún así la alcanza?.
Las caretas son como de pokemon.
Pues sí, caballero, Funny Games me pareció terrorífica, como puede leer aquí.
Y sí, el film es de asesinos guays que desaparecen al tocarte, entran a tu casa sin llave y sin romper nada, etc.
Sinceramente, si no fuera por las varias tomaduras de pelo, el film es majo, entretenido, lo de siempre. Pero la fantochada de iniciar el film con mentiras y que el trailer en televisión sea tan engañoso (nunca dicen "vais a morir") me indigna.
¡1 saludo y gracias por comentar!
Bueno, respecto a Funny Games yo hablo de la que conozco, la austriaca, porque creo que son idénticas.
A mí me pasó algo curioso, me resultó más molesta antes de que empezara la violencia. Tenía un algo en el cuerpo por la anticipación que quedó bastante suavizado una vez realmente empezaron a pasar cosas.
La recomendaría eso sí, pero dudo realmente si la puedo considerar buena o mala. Me suele pasar con Haneke.
Ciertamente, he visto ambas y son calcos. Y desde luego el terror que transmite Haneke es más cerebral que de tripas, de ahí su valor.
Yo sí la considero buena, pese al mal rato. Eso es innovar en un género tan desgastado.
¡1 saludo y gracias por comentar!
Funny Games es mejor pelicula, pero esta cumple con su cometido manteniendo tenso al espectador, que hoy en dia ya es todo un logro.
de verdad has visto la pelicula?
porque me parece a mi que no. ademas si no entiendes el mensaje y te quedas con la historia de la parejita feliz (cuando es lo que menos importa)es normal que ni te guste ni la entiendas.
Ademas la has comparado con "An american crime" cuando los mas acertado es haberla comparado con "Funny Games" y "Ellos".
Y lo de inspirada en hechos reales, por dios, que mas da. Lo que importa es como lo hacen no lo que cuentan.
saludos. Meyhem
Bueno, lo de entrar en un blog escondido bajo un anónimo, y poner en duda que halla visto el film me parece de un mal gusto escandaloso.
¿Entender el mensaje?¿Pero qué mensaje tiene el bodrio este? Y no la comparo con An American Crime, sinó que la cito como otro film reciente que se basa en hechos reales, pero éste de verdad. Me parece que eres tú el que no ha entendido la crítica.
Películas como ésta las hay miles, no sólo las que citas, sino Habitación sin salida u otras tantas.
¿Que no importa la mentira que cuentan? Pues perdona, pero demuestra una profunda falta de respeto al espectador. Si te gustó el film, defiéndelo con argumentos.
Machete, me alegro que te gustara, aunque ese ne fue mi caso. El hecho que los asesinos desaparezcan a sus anchas o anden por casa como si tuvieran llaves le resta mucho interés.
¡1 saludo y gracias por comentar!
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