Madurar es un proceso, no una decisión. Podemos pintar una casa en pocos días, pero las reformas son más costosas. A veces son situaciones imprevistas las que nos empujan a dar pasos para los que no estamos preparados, pero todo cambio debe venir de dentro.
Cuando madurar es un proceso personal y las responsabilidades a adquirir más o menos comunes al resto de mortales, lo único que acaba por importar son los motivos.
Comienzo directo y sencillo en el film: chica consigue ascenso, chico celebra un nuevo proyecto con los amigos, fiesta en la que coinciden los antagónicos protagonistas, alcohol, revolcón y 8 semanas después vuelven a verse las caras con un embrión a bordo.
Claro está que el aborto no es una opción, así que lo obvio es que ambos estén condenados a entenderse, no sólo como futuros padres sino como pareja. Si el proceso de entendimiento fuera sencillo, la película hubiera durado media hora, pero los opuestos que representan los protagonistas alargan el metraje, a base de mucho humor y ciertos mensajes.
Por una parte la chica triunfadora y guapa a la que le sonríe la vida, y por otra el perdedor infantilizado que pasa su vida fumado preparando web de desnudos de actrices con sus amigos.
Son los amigos y el protagonista los que mejores ratos nos hacen pasar, los que realmente ponen humor en la película, mientras que queda para el sector femenino el discurso sobre la madurez del futuro padre.
La película es, a ratos, realmente entretenida, con el habitual grupo de freaks entrañables que cubren con humor el mensaje de la película, y es mejor tomarlo así, como una comedia intranscendente.
El resto, dos personas condenadas a ser pareja y aceptarse por compartir un bebé, donde queda claro que el protagonista es el renglón torcido y debe ceder en casi todo para conservar a la chica.
Lo mejor: El universo creado por guionistas y actores, que comparten películas y cameos. Y una frase: "Ésto es Hollywood, aquí no se miente."
Lo peor: El engañoso mensaje que esconde.
Una película ciertamente entretenida, para aquellos que disfrutaron de "Virgen a los 40" o "Supersalidos".
1 comentarios:
Buenas redrum. Estoy contigo con la imagen que has elegido. También me quedo con la de (en la segunda entrega) la pantalla en negro con el puntito rojo que se va apagando hasta que desaparece, como imagen de la muerte en sí misma. Sólo queda la oscridad y el silencio...
Brrr!! Qué yuyu!! Dejo de ponerme en este plan que los lunes ya son bastante depresivos por sí mismos.
Que mu guay el blog. Está mu currao, en serio. Lo iré visitando a menudo, porque con esto de que la tele es un asco por lo general y que todavía estoy a la espera de Anatomía, no sé que ver!
Bueno! Hasta luec!
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