martes, 29 de abril de 2008

Rebobine, por favor: Si no te gusta tu vida, haz el remake


No vamos a descubrir ahora el talento audiovisual de Michel Gondry, pero su prueba de fuego venía tomando en solitario las riendas de sus guiones, a la sombra del enorme Charlie Kaufman. Y parece que ser que tras dos asaltos, sale bastante airoso, por no decir triunfante.

El amor por el cine, los grandes clásicos marcados a fuego en el imaginario colectivo y los videoclubs como pequeña fábrica de sueños es lo que destila Rebobine, por favor. Gente humilde con ganas de soñar, con sueños para imaginar, con imaginación para cautivarnos.

Elroy (Danny Glover) regenta un pequeño videoclub en un edificio que va a ser derruido. Cuando se encuentra de viaje para modernizar su negocio, deja al cargo a Jerry (Jack Black) y Mike (Mos Def), que poco tardarán en arruinar el género. Acuciados por la sed de cine de una amiga del dueño, deberán conseguir una copia de Los Cazafantasmas en pocas horas para que dicha clienta (Mia Farrow) no dé parte al dueño sobre lo que está sucediendo.

Harán uso de todo su ingenio para rodar films caseros que emulen los grandes clásicos, y pese a no pasar desapercibido el cambiazo, los clientes querrán ver sus films favoritos suecados, es decir, el correspondiente remake casero. A medida que ganan popularidad y dinero, harán partícipes a los clientes de sus propias producciones creando una espiral de producciones e ingresos que podría salvar al edificio del derrumbe.


Si hay un valor que cabe destacar por encima de todos en este film, es su capacidad para cautivarnos sin recurrir al drama. Nos hechiza desde la ternura, la inocencia y el mismo amor al cine, sin necesidad de mostrar personajes atormentados que pretenden sernos cercanos e implicarnos. No, el funcionamiento es otro en este film, el recordarnos una época donde el videoclub era un lugar mágico, donde las grandes clásicos se veían en el comedor de casa y jugar a adivinar y disfrutar de las versiones que Michel Gondry nos propone.


En un alarde de imaginación, vemos una serie de films conocidísimos versionados por la pareja protagonista, que juega a hacernos cercanos títulos tan conocidos como Los cazafantasmas o Paseando a Miss Daisy.

Sin una historia que esté realmente bien trazada, el film transcurre más como una fábula que trata sobre el poder de la imaginación y la ilusión capaz de movilizar a un barrio.
Todo ello, superando la barrera de tener a un tipo tan odioso como Jack Black casi constantemente en pantalla, como réplica a Mos Def, más comedido. Apuntalan el reparto Mia Farrow y Sigourney Weaver que cumplen a la perfección.

Es inevitable hacer referencia al aroma a La rosa púrpura del Cairo que transmite el film, donde el barrio es protagonista de sus films en una especie de youtube retro. No en vano Mia Farrow protagonizaba el genial film de Allen.

En definitiva, un film entrañable, sencillo e imaginativo, con multitud de referencias cinematográficas para los amantes del cine, aunque un peldaño por debajo de esa joya que fue Olvídate de mi.

Lo mejor
: Las películas suecadas.


Lo peor
: Jack Black, lo siento, me resulta muy cargante.


El dato
: El mismo Michel Gondry realizó un trailer suecado del mismo film.

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