martes, 26 de mayo de 2009

Ángeles y Demonios: Y los complejos de Howard


Ron Howard ya era feo de joven, pero no tanto como ahora. El tiempo se ha portado muy mal con el aspecto de este niño prodigio que a los 5 años hizo su primer papel, a los 15 rodó su primer corto, y a los 22 su primer guión. Pero el talento no
va ligado a la precocidad, y a los feos sólo nos queda que se nos pueda reconocer por nuestro trabajo, agradar por lo que creamos y no por nuestra despistada belleza.

Y claro, cuando condicionamos nuestro talento con nuestros complejos, nace un híbrido esclavo del favor del público y con ello la pérdida de sello. Hay casos como el de Burton donde el talento real sirve para recrear su mundo freak del que en su día fue víctima y ahora convierte en arte, pero sin ese talento uno navega entre tendencias sin buscar gustarse ya que esa batalla se perdió en la adolescencia.

El pez se muerde la cola y nuestra gloria es nuestra condena, ya que no existen vasos comunicantes en nuestras necesidades y tanto fracaso como éxito nos hace buscar más víctimas y, en el caso de Howard, no debería tener motivo de queja. Por un lado ha sido capaz de parir taquillazos a costa de Dan Brown y Apollo 13, así como acumular dos Oscar y dos nominaciones por Una Mente Maravillosa y Frost/Nixon respectivamente. Así ha hecho carrera Ron Howard, aburriendo con el escaso riesgo que toma en sus films, buscando cantidad y no calidad para caer finalmente en la torpe simpleza.

Eso es precisamente
Ángeles y Demonios, tan simpl
e que, sin aburrir, no llega a suponer un mínimo reto para un espectador que asiste a las nuevas aventuras de Langdon como quien ve un gincana por televisión. Si bien peca de contextualizar en exceso, aportando datos y más datos sobre Iglesia y arte, finalmente la mayoría de enigmas acaban siendo un "siga la flecha" en un contínuo correcalles donde la cámara filma como si hubiera acción cuando habitualmente sólo encontramos monumentos. Mención especial merece el vibrante plano con música pomposa que nos muestra de cerca el faro de un coche encendiéndose.

Y es que algunos no aceptan el fracaso como parte del juego, prefiriendo 20 aprobados a 8 excelentes y 12 suspensos, y con ello resultados en taquilla que permiten a Howard ser uno de los directores más rentables del momento. No en vano lleva 7 films rodados en lo que llevamos de milenio, encadenando un proyecto tras otro, sin importar temática o estilo.

No hay que confundir polivalencia con falta de sello, ya que los grandes directores que han sabido saltar de género en género han salido victoriosos del envite porque abordaron cada proyecto sin abandonar la autoría. Howard, en cambio, es incapaz de imprimir fuerza en sus imágenes más allá de lo que él cree que puede impactar al espectador, apoyado vagamente en el contenido de dichos planos, pero no en cómo él nos los presenta.

A eso añadimos un reparto funcional con caras conocidas que básicamente cumple con no salirse del plano, y una banda sonora a cargo de Hans Zimmer tan efectista como olvidable. Y es que todo en el film gira entorno de los supuestos misterios a resolver por Langdon y su acompañante, donde cada paso chirría más que el anterior y el juego de culpables e inocentes es tan obvio que resta por completo intriga al film.

Y en eso queda Ángeles y Demonios, en una sucesión de puzzles a los que no se implica de manera alguna al espectador, que se traga la sapiencia de Langdon como acto de fe. No aburre, pese a su escandalosa simplicidad, pero lejos de la pompa de localizaciones y temática hubiera resultado, si cabe, más risible. Eso convierte a Howard en una especie de consolador del celuloide, al que no se le puede pedir más que pasar un buen rato sin esperar actividad alguna de cuello para arriba.



7 comentarios:

Ѕilυiα dijo...

Lo malo que tiene las adaptaciones de Best-Sellers es que la gente espera ver lo mismo que ha leído en el libro y eso es imposible.

Además "El Código da Vinci" era la novedad, pero "Ángeles y demonios" no creo que tenga mucho más que aportar que pasar el rato (ni bueno ni malo), tanto viendo la película como leyendo el libro.

José Luis López Recio dijo...

A mi casi m eaburrió, realmente no aporta nada, es plaa la pelíula y es muy acertado tu análisis, parece una gyncana.
Saludos

Angel "Verbal" Kint dijo...

A mi no me pareció aburrida, pero si plana y sin sentido de la sorpresa porque todo es demasiado previsible...la parte que más me interesa es la de la gincana por Roma...
Por otro lado yo creo que Howard es de esa especie de directores funcionales: Brett Ratner o Chris Columbus serían otros ejemplos, directores que lo mismo valen pa un roto que pa un descosido...A pesar de eso creo que Howard tiene películas que a mi por lo menos me interesan, como la excelente Frost/Nixon (bien es cierto que se vio beneficiado por unos actores excelentes), Apollo 13 o Rescate...
Es difícil a veces distinguir entre autor, artesano, creador o simple calcador...o el que si limita a poner la cámara y deja hacer

Metalia dijo...

Y además, Ron es el padre de esta belleza pelirroja: Bryce Dallas Howard

Redrum dijo...

Eso no te lo niego, Silvia, pero me llamaba poderosamente la atención la figura de Howard metido en proyectos de tan diferente índole.

Gracias Jose, han criticado mucho lo poco explicados que están los acertijos, pero en El Código Da Vinci era al contrario y la gente se quejaba igual.

Exacto Ángel, pero hay directores funcionales que dirigen con un talento enorme, sin meternos de nuevo en el debate de clásico vs. moderno. Pero este hombre, sin repudiarlo como hacen muchos, me parece un tristón que busca reconocimiento a base de no ser reconocible. Frost/Nixon es más que correcta, pero se carga una historia que dió para mucho más.

Buff, Metalia, me moriré sin entender los misterios de la genética... Liv Tyler es otro ejemplo. Ánimo, que ya te queda poquito para disfrutarla en Terminator Salvation, de la que ya he empezado a ver reseñas negativas.

¡1 saludo y gracias por comentar!

Dr. Quatermass dijo...

Howard, no es mal director, acaba de hacer Frost contra Nixon que es un peliculazo. Otra cosa es que el proyecto mega-blockbuster en que se mete tenga cero libertad de acción.

Por otro lado el libro de Brown es malillo, y de donde no hay no se puede sacar mucho. Pero yo la quiero ver, soy un poco freak de estos temas.

Saludos!

Redrum dijo...

Jajajaja! Doc, a mi reconozco que el trailer y el juego de pisticas me gusta, pero pese a todo es un film flojo.

A nivel de dirección Howard no es, ni de lejos, un grande, precisamente por todo lo que comento en la entrada sobre "agradar". Es muy comedido y los pocos tics que tiene son para mal. Frost/Nixon es una gran película, mejor en conjunto que valorada sólo por la dirección.

De hecho, cuando vea Ángeles y Demonios tome nota de lo que comento de esa dirección pomposa cuando realmente no hay nada destacable en pantalla.

¡1 saludo y gracias por comentar!