martes, 19 de mayo de 2009

Memories of Murder: Lo que la mirada esconde


Memories of Murder tiene de thriller lo que El Bosque de terror: la excusa. A partir de ésta construye Bong Joon-ho un sólido producto que funciona por estratos genéricos que filtran y empapan a lo largo del film. Y es que si bien partimos del thriller, las pinceladas cómicas amplían dichos límites canónicos y sirven de contrapunto al drama, mientras que numerosos guiños acaban por convertirla en una crónica socio-política de la Corea del Sur de finales de los 80.

La historia parte de unos hechos reales acaecidos en 1986 en la provincia de Gyunggi, donde un asesino en serie mató en días lluviosos y al son de una canción a mujeres ataviadas de color rojo. En dicho ambiente rural el agente encargado de la investigación (magnífico Song Kang-ho) se verá desbordado por los acontecimientos en un mundo que no está acostumbrado a esos sucesos. A ayudarles vendrá un agente de Seúl, mejor preparado para estos casos y con métodos totalmente distintos a los conocidos por los agentes locales.

Así se nos plantea rápidamente la confrontación entre el mundo moderno y el rural, en un país inmerso en cambios que llevaron a la desaparición del régimen dictatorial de Chun Doo-Hwan. Detalles de la ley marcial impuesta los tenemos en los cortes de luz a los que tan habituados están los protagonistas, así como la figura del asesino y las víctimas se elevan como metáforas de una sociedad que ha de desaparecer.

Pero no sólo vemos la mutación de un género actuando en un nivel narrativo subyacente, sino que dentro del mismo género se busca una nueva apuesta donde se rechazan los patrones habituales en busca de una narración cíclica que sin jugar al despiste justifica el desgaste de unos protagonistas continuamente incapaces de frenar las muertes. Memories of murder es un atípico thriller donde lo que menos importa es el asesino.

Bong Joon-ho juega al despiste, a los parecidos, de la misma manera que vemos a los presuntos asesinos a través de los ojos de los protagonistas. Y para ello también cuida un aspecto visual que no escatima en recursos tanto con cámara fija como en movimiento, en interiores y exteriores, en primeros planos y en planos generales, desde la terrorífica escena donde vemos al asesino en acción hasta escenas cómicas dentro de la comisaría.

Así se construyen dos niveles narrativos, donde los personajes son motor del thriller y piezas de una metáfora donde vemos la incapacidad en los esfuerzos de un mundo obsoleto y un gobierno inoperante por parar el avance del ente moderno. Métodos de investigación donde el sospechoso es convertido en culpable mediante la tortura y así resolver el caso para copar portadas, dejando patente un panfletismo añejo en una sociedad que fagocita los viejos símbolos.

Y entonces saltamos en el tiempo casi 20 años, sin importar la resolución del caso y viendo a un protagonista adaptado a una sociedad moderna, como comercial pegado al móvil. El azar en el viaje le lleva al origen de los asesinatos, un hueco en los canales de riego donde la primera víctima apareció. Riego manchado con la sangre de inocentes fluyendo hacia la materia prima de una nación: su alimento.

Ese plato sirve Bong Joon-ho, rico en matices, que entra por la vista y deja un fuerte sabor. Una contundente muestra de enriquecimiento de un género gracias a autoría y denuncia para un film que, rozando la excelencia, se convierte en una de las mejores propuestas asiáticas de los últimos años y a su director una figura a tener muy en cuenta.



7 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Me gusta, la veré y ya comentaré lo que me ha parecido.
Gracias por la recomendaciópn.
Saludos

Redrum dijo...

Gracias al caballero anónimo que la propuso, Jose!!!

Confío que te guste porque es uno de los films que más unanimidad tiene entre los lectores de LCM.

¡1 saludo y gracias por comentar!

Mister Lombreeze dijo...

Gran post, gran película.
Me gustaría saber si le debe algo a la estupenda novela de Dürrenmatt "La promesa"...

" En todas las historias de misterio otro tipo de fraude es perpetrado. No me refiero al hecho de que el criminal tiene su castigo predeterminado. Los cuentos de hadas son moralmente necesarios, supongo. Están en la misma línea que otras mentiras que ayudan a preservar el Estado, como la piadosa frase que el crimen no paga, cuando uno solamente tiene que mirar a la sociedad para encontrar cuanta verdad existe en eso... No, lo que realmente me molesta es el argumento. Aquí el fraude se vuelve demasiado crudo y sin vergüenza. Construyes tus argumentos lógicamente, como un juego de ajedrez; aquí el criminal, aquí la victima, aquí el cómplice, aquí la mente maestra. El detective sólo necesita saber las reglas y jugar la partida de nuevo, y tiene al criminal atrapado, ha ganado una victoria para la justicia. Esta ficción es frustrante. La realidad puede ser sólo parcialmente atacada por la lógica. "

marguis dijo...

Un pequeño trozo de mi vida:
Estoy yo, tirada en el sofá, a altas horas de la noche, cuando Antonio Gasset, el de Días de cine, me mira directamente y me dice algo así como que Memories of Murder es la película que todo el mundo debería ver, que es genial, bla, bla, etc..
Así que, como no, le hago caso. Miro la cartelera y la ponen en los Renoirs en VO. Vamos mi madre (54 años), mi hermana (13 años), mi hermano (24) y yo (ejem) O sea todo un abanico de edades y gustos... recuerdo que entramos en la sala sin saber muy bien qué ibamos a ver, éramos de los pocos. Al acabar no nos dijimos nada, salimos y el acomodador nos preguntó si nos había gustado (siempre se lo preguntan a mi madre, no se por qué). La cuestión es que sin mirarnos todos asentimos vehementemente ¡Nos ha encantado! Estabamos muy entusiasmados y de camino a casa no podíamos dejar de comentar el argumento, esos extraños golpes de humor, la vida bajo una dictadura, los policías corruptos, los asesinos en serie que nunca han pillado... fue un disfrute para todos nosotros.
No me extraña que a día de hoy mi hermana sea tal experta en cine, a veces hablo con ella y se me pone la piel de gallina y eso que ahora tienen 19!!

Un abrazo!!

M. Jordan dijo...

Felicidades por la crítica. Me alegro de que te gustara, de verdad.

Anónimo dijo...

Siempre que se recomienda una película se corre un riesgo, más sabiendo su tendencia al polemismo :)

Me alegro que le gustase, ese era el objetivo.

Saludos y reiterar mi admiración por su ritmo visualizador de películas. Si no me espabilo me coges en pocos años.

Redrum dijo...

Gracias, Mr.Lombreeze. Aparte de esa ruptura que comentas, o el acercamiento real a la investigación, tan rural que se diría que tienen las mismas herramientas que el espectador, me gustan esos otros niveles narrativos que aquí y no en The Host, lucen.

Jajajaja! Marguis, leñe, como suben las nuevas generaciones!!! Bueno, parece que gran parte te lo debe a ti! Creo que si hiciera ese experimento con mi familia, me desheredan ;)

Gracias Mónica, aunque ya sabes que no lo doy un 10!

Jajaja! Caballero anónimo, una cosa son las batallas que empiezo yo, y otra es usar lo que me recomendáis como arma. Siempre es un reto ver un film que algún sabio lector considera magnífico, y eso hay que tenerlo en cuenta, menos si recomienda Altatt, que está muy mal de lo suyo.

Uf, caballero, mi ritmo ni es tan alto ni la redacción de críticas me permite mejorarlo.

Tengo pendientes por reseñar La sombra del Poder, Jennifer y S. Darko, más alguna del BAFF con la que no pienso arriesgarme!

¡1 saludo y gracias por comentar!