Sí, seguramente estais pensando que me lo merezco, que cómo se me ocurre ponerme a ver secuela de semejante bodrio. Pues mira por donde, no está tan mal y es mejor que la primera.
Si el primer film pretendía ser algo más que sustos, éste no, siendo un gran acierto.
La segunda parte comienza con una pareja con hijo incluido, donde menos el padre empiezan a tener una dolencia extraña mientras comen en un bar. En ése momento aparece un hombre armado que mata a tiros a mujer e hijo, y se suicida. Llevado por el dolor de la pérdida, intenta suicidarse pero los médicos lo evitan en plena ECM (Experiencia cercana a la muerte).
A partir de aquí empieza el film, movido por el enigma que llevó a la muerte a su familia, y por las extrañas visiones que le acechan. La ECM en la que vió a su mujer y a su hijo, le ha hecho sensible a ver el aura de las personas, una luz brillante que indica la cercanía de su muerte.
La estructura es muy similar a su predecesora, pero mejor llevada. No nos habla de lo que quieren esos seres, sino del precio de salvar vidas condenadas, de interponerse en el camino de la muerte. Sin ser novedosa, sí es entretenida, con una historia directa y sencilla, en dos partes, la del heroe que salva vidas, y otra donde debe eregirse como brazo ejecutor de la muerte.
El resto son sustos puntuales, anecdóticos, usados para dar tintes sobrenaturales y justificar el género sin llegar a ser cansinos.
Lo mejor: El guión, sencillo y efectivo.
Lo peor: La escena final, que aprovecharían el sobrante del presupuesto para meter un bus, un camión, etc.
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