Grandes momentos del cine: Especial Sants

Me perdonaréis, lectores, que hoy dedique esta sección al Maratón de Cine Fantástico y de Terror de Sants, que este año cumple su vigésima edición. Para mí es la cuarta visita, que ha pasado a ser obligatoria cada año.

Lamentablemente, por otro tipo de azares nos perdimos ese clásico del género llamado R.O.T.O.R., para llegar cuando la sala pequeña estaba llena. Eso propició que viéramos una hora de Soy Leyenda al grito de "¡Crisis!¡La que ha liao Zapatero!" y toda clase de improperios muy alejados de lo políticamente correcto y no reproducibles en este blog.

Finalmente pudimos alcanzar la meca de la depravación para el arranque de la tercera propuesta de la noche, Fonda Sangrienta (Blood Diner). Dos hermanos encargados de matar a cualquiera que entre en el plano para poder resucitar a su padre, representado por un cerebro con ojos. Ello propició la mejor imagen del film, con dicho cerebro con ojos en su bote con formol y hablando por teléfono.



El siguiente plato era El asesino de Rosemary (The Prowler), sobre un asesino uniformado de soldado alemán de la segunda guerra mundial. Poco a rescatar de este film aparte de las interminables duchas y las búsquedas sin sentido de los dos protagonistas, que pasan el film linterna en mano.



De postre nos sirvieron un viaje a 1993 de la mano de Jennifer Aniston para un film llamado Leprechaun. La historia narra las aventuras de unos jóvenes que se las tienen que ver con un malhumorado duende que busca su bolsa de monedas de oro a base de muerte. Destacar la tocha de serie de Aniston y todo un seguido de muertes ridículas.



Y hasta aquí llegó nuestra asistencia, renunciado a la última delicatessen, Rana, la leyendo del lago de las sombras. ¡Larga vida al cine cutre!